El último vestigio del convento trinitario de Santa María del Campo Rus entra a la Lista Roja del Patrimonio

Del antiguo monasterio ya solo queda la iglesia, parte de la cual se derrumbó en los años sesenta del pasado siglo.

La Iglesia del convento trinitario Nuestra Señora de la Concepción en Santa María del Campo Rus (Cuenca) ha sido incorporada a la Lista Roja del Patrimonio elaborada por el comité científico de Hispania Nostra, que recoge aquellos bienes culturales que corren riesgo de desaparición o destrucción si no se actúa con urgencia para su conservación. Esta incorporación se produce pocos meses después de que, el pasado mes de abril, se sumara también a la Lista Roja el edificio del número 2 del Paseo de San Antonio de Cuenca, un ejemplo destacado de la arquitectura vernácula de principios del siglo XX.

El convento trinitario fue erigido en el siglo XVI por decisión de los vecinos de la villa y de su señor, don Antonio del Castillo Portocarrero, con autorización del rey Felipe II y del entonces obispo de Cuenca. Se construyó sobre una antigua ermita dedicada a la Purísima Concepción de María, conocida como Santa María del Campo, nombre que acabaría dando identidad al municipio.

A lo largo de su historia, el convento ha acogido a figuras de relevancia religiosa y cultural; entre Bernardo de Monroy, confesor del arzobispo de Toledo y mártir en Argel; Rafael Díaz Cabrera, obispo de Mondoñedo y amigo de Lope de Vega; o Carlos Patiño, maestro de la Real Capilla de Felipe IV, quien inició en este centro religioso su formación musical. También el trinitario Antonio de Castañeda formó parte del consejo que dirigió el rescate de varios cautivos de Argel, entre ellos Miguel de Cervantes. De este convento proceden además dos piezas de notable valor devocional e histórico: un Ecce Homo y un lignum crucis, donados por la reina Mariana de Austria al confesor santamarieño fray Diego Jacinto Galindo.

Los daños sufridos durante la Guerra de la Independencia, las guerras carlistas y la desamortización del siglo XIX precipitaron la ruina del convento, del que hoy solo se conserva la iglesia, de planta de cruz latina. La nave principal aún se mantiene en pie, aunque el crucero, la cubierta y la cúpula se derrumbaron en los años setenta del siglo pasado. Su deterioro avanza y amenaza con provocar la pérdida total del edificio si no se acometen tareas de consolidación y restauración. El templo figura inscrito en el Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico Histórico Artístico de la Provincia de Cuenca del Ministerio de Cultura, lo que le confiere un cierto grado de protección legal a pesar de su estado actual.

La iglesia trinitaria y el edificio del Paseo de San Antonio son edificaciones históricas que, aunque estén separadas por siglos de historia, se encuentran unidas por su valor cultural y su precaria situación, como un símbolo de los retos que enfrenta el patrimonio histórico conquense. La organización espera que la inclusión de ambos edificios en la Lista Roja sirva como una llamada de atención a las administraciones públicas para impulsar planes de restauración que eviten la pérdida irreversible de estas piezas de la historia conquense.