Manifiesto por el respeto

José Antonio Picazo Moratalla

Mi manifiesto –por la justicia– contra el maltrato y los asesinatos en violencia de género, vicaria o doméstica. En definitiva, mi aportación a la defensa de los derechos humanos e igualdad de género… y sobre todo, al respeto.

Desde mi rabia e impotencia, vuelvo a reivindicar la falta de Justicia que nos perjudica-incumbe a tod@s por este tipo de amenazas, maltratos y asesinatos.

Sobre esta lacra, en la que muchos echan la vista hacia otro lado, quiero exigirles/pedirles ir todos unidos, todos a una; donde no deben existir diferencias por ideología política, ni de raza, ni de género. Una unión humana donde se pueda vivir libre y en paz en cualquier lugar donde quieras estar, siempre respetando y teniendo empatía con la persona que tenemos frente a cada uno, y sobre todo, conocer el significado de la palabra amor: sentimiento de afecto hacia una persona a la que se le desea todo lo bueno.

Todos unidos, y yo como defensor de los derechos humanos y la igualdad de género, me gustaría alzar mi voz pidiendo a gritos un cambio positivo. Si hay que denunciar, se denuncia: se pueden salvar vidas; si no, seremos cómplices de muertes y asesinatos.

El maltrato sea físico o psicológico, no es amor, es violencia. Eso solo sale de las personas débiles y miserables. Esta crisis devastadora a la que nos enfrentamos no es nueva: los asesinatos en violencia de género, vicaria o doméstica continúan cobrándose la vida de innumerables personas, principalmente mujeres, en todo el mundo.

Me niego a quedarme en silencio, pido levantar la voz a todo el mundo ante esta realidad atroz y exijo medidas concretas para poner fin a esta violencia desgarradora.

Los menores se quedan huérfanos por el egoísmo de sus progenitores. Son los grandes olvidados en los que nadie piensa y a los que les queda toda la vida por delante, viendo malos tratos o lo que es peor, quedándose huérfanos totales. Incluso muchas veces, por desgracia, se usan como venganza contra la pareja.

Nadie pertenece a nadie, y una gran premisa: con dinero no se compra todo. No hay excusa ni justificación ninguna para maltratar o asesinar a nadie. Alzo la voz y grito al mundo en mi nombre y en el de mi hermana Andrea, la mujer que por desgracia, en el año 2013 fue asesinada por su pareja.

Deja de ser ignorante: aprende. Piensa y educa desde el respeto. ¿Hoy eres agresor? Por desgracia, mañana, puedes ser víctima.