Desmantelar el tren no es vertebración

Fernando Casas Mínguez

El presidente de las Cortes es la máxima autoridad de la Comunidad, porque las Cortes representan al pueblo de Castilla-La Mancha, designan al presidente de la Junta, aprueban los presupuestos (la ley más importante) y controlan al consejo de gobierno.   

Pues bien, considerando la relevancia del cargo de presidente de las Cortes, leí atentamente el artículo “40 años y un día”, para saber –como habitante de Cuenca- qué podría opinar Pablo Bellido sobre el tren Madrid-Cuenca-Valencia.   

El artículo no menciona explícitamente el tren, pero implícitamente sí. Afirma Bellido en su escrito que el “desarrollo autonómico ha impulsado una espectacular transformación de nuestra tierra, con una impresionante mejora en la calidad de vida de la inmensa mayoría”, y añade: “lo hemos hecho mientras avanzamos en cohesión social y en vertebración territorial”.    

A la vista de estas retóricas palabras, es obvio que Pablo Bellido tiene una idea algo singular de lo que es cohesión social y vertebración territorial.  O bien, para el presidente de las Cortes la provincia de Cuenca no existe o, quizá, piensa que en la provincia de Cuenca no hay despoblación, y desmantelar el tren es vertebración.   

Falta al respeto de la ciudadanía de Cuenca quien habla de “impresionante mejora” y de “vertebración territorial”, cuando el gobierno regional lleva años consintiendo que no se realice el mantenimiento del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia, ha colaborado en el cierre de la línea y se niega a invertir fondos europeos en la mejora y modernización del tren.    

Señala Pablo Bellido como indicador de progreso, que la región ha ganado casi 400.000 habitantes. Sorprende que para nada comente que la población de Cuenca ha disminuido en 20.000 habitantes. Quizá, porque el presidente de las Cortes considera que la pérdida de población de Cuenca, redunda en beneficio del progreso de la región.    

Las personas que vivimos en la provincia de Cuenca y leemos “espectacular transformación”, quedamos desconcertadas. Porque somos conscientes de que la provincia ha perdido población, renta y empleos. Sabemos que la inversión de los fondos regionales y europeos es muy inferior en Cuenca, a la realizada en las demás provincias, y que el gobierno considera que no debe invertir en la provincia fondos públicos, ya que no es “competitiva ni innovadora”.     

Por lo tanto, señor presidente de las Cortes, le sugiero que no incluya a la provincia de Cuenca dentro de la “espectacular transformación”, la “impresionante mejora”, y la “vertebración territorial” de la región. Los resultados de las políticas impuestas por el gobierno regional, a lo largo de cuatro décadas, han sido despoblación, falta de inversión, descapitalización y cierre del tren. A Cuenca no ha llegado esa “prevalencia democrática de la ley que nos hace más iguales (Pablo Bellido) y protege a quien menos tiene frente a la ley del más fuerte”.   

En fin, considero que en Cuenca tenemos razones sobradas para denunciar el injusto abandono de los cuarenta años de Estatuto. Por lo cual, tenemos que mantener tensa la rebeldía cívica y rechazar la codicia caciquil del poder de la Junta, que ha despojado a la ciudadanía de sus derechos y alardea del “enorme salto de progreso” y de la “espectacular transformación” de la región.    

A la vista de lo expuesto, en señal de protesta contra el gobierno regional, que trata de forma injusta a la provincia, lesiona la dignidad de la ciudadanía, vulnera sus derechos y desmantela de forma antidemocrática el tren, estaré frente a la llamada Casa del Pueblo de la ciudad de Cuenca el próximo día 23 de agosto de 2022.