Ser autónomo en Cuenca

Cinco conquenses cuentan a este periódico su experiencia como trabajador por cuenta propia en diferentes sectores de actividad.

Los autónomos están en el foco del debate político en los últimos días tras la última propuesta del Ministerio de Seguridad Social sobre aumentar las cuotas a los trabajadores por cuenta propia progresivamente hasta 2031. Una medida que ha congregado la oposición de estos empleados, así como de los socios del Gobierno central.

De momento, es solo una idea lanzada por el departamento de Elma Saiz, que tendrá que pasar por el Congreso de los Diputados para su aprobación, aunque ya ha habido modificaciones tras el rechazo colectivo. Sin embargo, la rentabilidad de ser autónomo depende del sector en el que se trabaje y su ubicación. La provincia de Cuenca tiene 18.250 autónomos dados de alta en la Seguridad Social, según los últimos datos del mes de septiembre, de los 83.582 cotizantes totales.

Sin embargo, las características demográficas y de natalidad que atraviesa el territorio conquense hará que en los próximos 15 años se jubile el 50% de los autónomos de la provincia, según una radiografía elaborada por la Red SSPA.

¿Vale la pena ser autónomo en una provincia como Cuenca? Este periódico ha preguntado a cinco trabajadores por cuenta propia de este territorio sobre sus casos y cómo podría afectar la nueva propuesta de cuotas a su sector.

Construcción

Diego Castillo trabaja en la empresa familiar Excavaciones Castillo Aragón S.L. en Carrascosa del Campo y afirma que «pagar hay que pagar, pero otra cosa es que te roben». Señala que esta medida no asegura que los autónomos tengan más beneficios si pagan más. «Si dijeran que pagamos todos igual y tenemos las mismas coberturas que un asalariado, en cuanto a una baja médica y enfermedades profesionales, estamos de acuerdo, sino sería un robo», destaca el constructor.

Castillo afirma que paga de cuota mensual unos 280 euros dentro de su sector, que es la construcción. Destaca que «si saber trabajar y organizarte bien», los autónomos «no tienen ningún problema» en trabajar por cuenta propia. Sin embargo, este sector en las zonas rurales tiene el problema de la falta de mano de obra más que el aumento de las cuotas. «No lo tenemos fácil a la hora de encontrar trabajadores en construcción, si no fuera por mano extranjera», asegura.

Sobre las ayudas regionales y provinciales disponibles para los trabajadores por cuenta propia, cuenta que «tienes que rellenar mil papeles y no percibes nada». Asimismo, asegura que él no tiene ningún tipo de deducción fiscal por vivir en zona despoblada. Sin embargo, Castillo destaca que en construcción «se está facturando bien» porque no hay competencia y, con su experiencia, aconsejaría darse de alta en este régimen, ya que «a mi me sale a cuenta, si no no estaría como estoy».

Comunicación

Mario Gómez es periodista y trabaja como community manager para diferentes empresas de Cuenca, gestionando los perfiles en redes sociales y elaborando análisis de datos sobre el contenido que se publica. Destaca que está «expectante» ante la propuesta del Gobierno central sobre el aumento de las cuotas, pero, en su opinión, le resultará «duro» de afrontar. En su caso, ha pasado de ser asalariado a autónomo «y las cosas cambian mucho, porque hay que revisar mucho las facturas, acudir a un gestor… Siempre tienes una pequeña intranquilidad a la hora de presentar documentos», ha resaltado.

El creador de contenido apunta que su mentalidad al darse de alta como autónomo es «para ganar más para tener ahorra más, no para que tengas mayor paro si cesa la actividad». Sostiene que paga al mes una cuota de 320 euros aproximadamente y, a pesar de existir ayudas para trabajadores por cuenta propia, Gómez dice que, por ejemplo, no ha solicitado el Kit Digital «porque tiene un IVA escondido y dependes de los agentes digitalizadores, que te pueda prestar un servicio valorado en 2.000 euros y que luego no cueste ese».

Asimismo, manifiesta que son «pocas» las ayudas a nivel regional y, en su caso, está teniendo más facilidades al estar asociado a la Asociación Intersectorial de Autónomos de Cuenca (CEAT), que forma parte de la patronal conquense, ya que «en las reuniones y las jornadas de formación y convivencia generas contactos que te ayudan a la actividad empresarial».

Gómez sostiene que sus gastos e ingresos «son variables» cada mes, pues resalta que, además de la cuota fija como autónomo, cada cierto tiempo tiene que pagar licencias de software y suscripciones a plataformas de edición, así como renovar material audiovisual. «Si decides hacer alguna inversión, hay meses que no sales ganando», apunta.

Con todo esto, el periodista opina que su sector «no se lanza a trabajar por cuenta propia, sino a apuntarse a una oposición», ya que conoce a varios compañeros de profesión que prefiere asegurarse un puesto fijo fuera de su ámbito a emprender.

Inmobiliaria

Begoña Belmar trabaja como agente en la Inmobiliaria Duplex en la capital conquense. Lleva casi 20 años siendo autónoma y asegura que «todo lo que sea cualquier subida afecta», en relación a la propuesta de la cartera de Elma Saiz. A pesar de estar dentro del sector inmobiliario, la conquense afirma que «no todos los meses vendo pisos», por lo que no tiene unos ingresos fijos a diferencia de los gastos, «que pago todos los meses el alquiler del local, el salario de mis empleadas y el cupón de autónomo».

Asimismo, apunta que dentro de su profesión hay mucha competencia en la capital conquense, pues existen 28 inmobiliarias, por lo que dificulta los ingresos. «Crear una inmobiliaria no cuesta mucho dinero, porque coges una mesa y una silla y empiezas a moverte, pero tiene una serie de riesgos», ha destacado Belmar.

La agente inmobiliaria sostiene que los autónomos «no tenemos ningún beneficio» en la provincia de Cuenca. Según su experiencia, solamente ha recibido subvenciones de la Junta de Comunidades para contratar a una persona en formación dual durante un año, «que tenía su sueldo, pero no pagabas la Seguridad Social, que la asumía el Gobierno regional, y te ayudaba en el trabajo».

En cuanto a los ‘contra’ de ser empleado por cuenta propia, Begoña Belmar opina que su jornada laboral es mayor que un asalariado que tenga un horario fijo, así como los días de vacaciones «que prácticamente no tengo». Sin embargo, resalta que entre sus beneficios se encuentra el poder pausar su trabajo «cuando quiera o lo necesite». En su caso, la agente inmobiliaria sostiene que sale rentable ser autónomo en su sector a pesar de «las horas demás que trabajo».

Agricultura

En el caso de los agricultores, este sector cotiza con un régimen especial para titulares de explotaciones agrícolas, ganaderas, forestales o pesqueras que no hayan renunciado ni estén excluidos del mismo. Es lo que le ocurre a David Pradel, agricultor de Campos del Paraíso que comenzó como joven agricultor y lleva trabajando en esta profesión cinco años. En su caso, paga una cuota mensual máxima como autónomo de máximo 300 euros, pero sus ingresos y gastos son diferentes a los de otros sectores, pues contribuye con el sistema de estimación objetiva, el denominado sistema de módulos.

Estas tablas se establecen en función de la actividad que se desarrolla y de diversos factores a tener en cuenta, que permite determinar la base imponible del IRPF y el IVA, como por ejemplo la superficie cultivada, el número de animales, el volumen de ventas, etc.

Entre las facilidades que se encuentra este agricultor en la zona de La Mancha Alta conquense es que tienen sus necesidades cubiertas «tanto para vender como para comprar semilla», al tener en su pueblo cooperativa y fábrica de cereal. Asimismo, dispone de talleres para la maquinaria que utiliza en un radio de 20 kilómetros, «algo que creo no pasa en los pueblos de la Serranía de Cuenca o la Alcarria», afirma.

Sin embargo, Pradel asegura que en su sector hay «competencia desleal» de empresas «opacas que tiran los precios al suelo», así como «economía sumergida sobre esos empleos que no se declaran». El agricultor apunta que, en ocasiones, las deducciones fiscales y las ayudas al sector primario les beneficia por estar ubicado en zona despoblada, aunque en otras «nuestro núcleo lo meten dentro de la zona de Tarancón y no percibimos nada». Asimismo, destaca que existen «multitud» de trabas burocráticas de ayudas, especialmente la de la PAC, «que la renta ha bajado bastante porque cada vez es bastante más difícil cumplirla».

«Como joven agricultor es muy difícil empezar por el coste de la maquinaria y alquilar la tierra si no eres propietario, a no ser que vengas de familia del sector», resalta David Pradel, quien sostiene además que su sector está sufriendo unos precios «como los de hace 20 años» en los productos y el aumento de los abonos, así como el coste del seguro agrario. A pesar de ello, el agricultor incide en que su trabajo es rentable porque tiene «libertad de movimiento y tiempo».

Patrimonio histórico

Al igual que el autónomo de construcción, José Luis Córdoba, que es trabajador por cuenta propia dentro del sector de Patrimonio histórico, opina que una subida de las cuotas tiene que conllevar un aumento de los servicios. Su cupón mensual es de alrededor de 300 euros según sus ingresos y afirma que vivir en una zona rural no le está suponiendo tener beneficios fiscales dentro de este régimen, ya que «pago los mismo impuestos que alguien en una gran ciudad, tanto el IVA como el IRPF», al margen de la bonificación de la Junta por vivir en territorio despoblado, que es válido para cualquier régimen.

En su caso, apunta que no tiene gastos en infraestructuras «porque no tengo un local, no pago luz, no tengo personal», por lo que sus ingresos suelen ser mayores a los que puede percibir un autónomo en otro sector laboral. Asimismo, destaca que trabajar en una provincia como Cuenca «es más fácil al ser más pequeña y conseguir contactos con los clientes, así como en el trato, incluso con la Administración». Sin embargo, Córdoba asegura que esto mismo implica que «al haber menos gente, hay menos demanda en lo que ofreces».

Insiste, aun así, en que vivir en este territorio le da la facilidad de poder desplazarse a otro sitios donde demanden sus servicios. Además, ha pasado de ser asalariado a trabajar por cuenta propia, lo que le ha hecho ver que tiene «más libertad de horarios, tiempo según te organices», pero, por el contrario «no tienes pagas extras y tienes diferentes derechos laborales».

José Luis Córdoba sostiene que cambiaria el actual modelo de autónomos en el pago de cotizaciones en jóvenes, en la que implantaría una tarifa plana y no solo la reducción al 50% en el primer año como está ahora mismo implantado, así como aumentar el escalón de los tramos mensuales de las cuotas. En este sentido, resalta que «los tramos de cuantía que se pagan deberían ser más altos en la cotización, especialmente en los bajos y medios».

Por su parte, en su opinión habría que fomentar a los trabajadores que viven en zonas rurales a ser autónomos, especialmente a los más jóvenes que han terminado sus estudios, con bonificaciones y ayudas «para empezar a emprender su propio negocio, porque esa reducción del 50% en un año es muy poco», así como algún beneficio fiscal por vivir en municipios despoblados, ya que «no tienen los mismos servicios que una gran ciudad».