«Nuestra planificación contempla la apertura del parque en la primavera de 2026»

Entrevista con Luis Noé, director de operaciones de Toro Verde Cuenca

Luis Noé ha sido nombrado hace escasas semanas director de operaciones de Toro Verde Cuenca, convirtiéndose, en la
persona que llevará adelante toda la parte de desarrollo de negocio y relaciones institucionales. Este conquense, que ha
desarrollado su labor en dos vertientes: internacionalización y sector turístico, ha ocupado hasta noviembre el puesto de
director del IPEX (Instituto de Promoción Exterior de Castilla-La Mancha) y conoce de primera mano el proyecto desde sus inicios, ya que la institución que él dirigía pieza clave en la decisión de Toro Verde de ubicar su parque de la naturaleza en Cuenca.

– Se acaba de incorporar al proyecto Toro Verde. ¿Qué supone para usted trabajar en un proyecto tan mediático?

Sí, desde luego en Cuenca es muy mediático, también en Castilla-La Mancha y poco a poco en España. Es un reto y una responsabilidad, mi carrera ha estado más en el ámbito del sector privado pero no había tenido hasta ahora una responsabilidad como la que tengo sobre un proyecto de esta magnitud, y además en mi tierra, lo que supone una responsabilidad todavía mayor.

Luis Noé. Fotos: Esteban de Dios

– Leyendo su currículum veo que estuvo casi una década trabajando en tareas de internacionalización en la Cámara de Comercio de Cuenca, luego fundó su propia empresa tecnológica en el sector turístico y por último ha estado dirigiendo el Instituto de Promoción Exterior de la Junta de Comunidades. 

En mi carrera profesional ha habido dos constantes, una relacionada con la internacionalización y otra relacionada con el sector turístico. Yo estudié la carrera de Humanidades en Cuenca y luego me especialicé en estudios turísticos. Soy una persona bastante inquieta y durante la etapa en que trabajé en la Cámara lo compagine con un trabajo como guía oficial de turismo. Por las tardes y los fines de semana trabajaba de guía y los días laborables por la mañana en la Cámara, para mí supuso ver la ciudad con otros ojos y lo disfruté muchísimo. Luego fundé una start-up en el sector turístico, después trabajé para una empresa suiza y finalmente llegué al IPEX, pero siempre vinculado con Cuenca y Castilla-La Mancha.

– Usted ostenta el cargo de director de operaciones de Toro Verde Cuenca. ¿Cuáles van a ser sus responsabilidades en este proyecto?

Me voy a encargar de todo lo que tiene que ver con negocio, porque la parte de proyecto tiene un director que es Juan Torres, que se va a ocupar con todo lo que tiene que ver con ingeniería, construcción y la parte más técnica del proyecto. Mi parte es más estratégica y va a ir evolucionando según vaya avanzando el proyecto, pero ahora sobre todo tiene que ver con permisos, con la ejecución del PSI, relaciones institucionales y todo lo que tiene que ver con apoyos que la empresa pueda recibir a nivel de incentivos o ayudas. Otra parte que me corresponde es integrar el proyecto con Cuenca, y aquí tengo mucho trabajo por delante a la hora de incorporar al proyecto a organizaciones como CEOE, partidos políticos, asociaciones y todo tipo de colectivos que de algún modo puedan hacer sus aportaciones y sumarse al proyecto. Este no sólo es un proyecto que pueda llevarse a cabo por parte de un promotor con el apoyo de las administraciones, sino que queremos implicar a todo el conjunto del ecosistema empresarial y social de Cuenca.

“Este no sólo es un proyecto que pueda llevarse a cabo por parte de un promotor con el apoyo de las administraciones, sino que queremos implicar a todo el conjunto del ecosistema empresarial y social de Cuenca”

– Desde que se presentó siempre se ha hablado de que este es un proyecto transformador. ¿Hasta qué punto esto es una presión extra, trabajar en un proyecto al que muchos ven como la gran esperanza de la economía conquense en los próximos años?

Yo entiendo perfectamente las expectativas. Cuando tuve la primera información sobre este proyecto tuve unas dudas lógicas, pero lo que he ido viendo a medida que el proyecto avanzaba es que hay mimbres para que sea un éxito. Pienso esto porque las personas que hay detrás tienen la experiencia y capacidad para desarrollarlo, existe la capacidad financiera para llevarlo adelante y además nos estamos rodeando de los mejores en las distintas áreas en las que necesitamos apoyo. Desde que se empezó a desarrollar el proyecto tanto en lo legal como en arquitectos, ingenieros, medio ambiente, etc… se han elegido profesionales de referencia a nivel provincial, regional, nacional e internacional incluso. Así que cuando ves esto, y ves que ya han hecho proyectos que están funcionando con éxito, sabes que te estás apoyando en algo sólido.

– En un proyecto así siempre hay que vencer la impaciencia de los ciudadanos, que quieren ver cuanto antes abierto el parque. ¿En qué momento está el proyecto Toro Verde Cuenca a día de hoy?

Se han cumplido hitos importantes, como es conseguir los terrenos para el parque. Ahora estamos en un momento de tramitación de muchos informes y permisos. Lo primero que se hizo fue la solicitud de declaración de interés regional y ahí arranca todo el proceso administrativo. Mientras tanto, hemos estado avanzando en todo el proyecto constructivo: ingeniería, suministro de agua y electricidad, y ahora estamos trabajando para afrontar todas las cuestiones medioambientales, urbanísticas, empresariales, etc… porque son muchas áreas que tienen que informar favorablemente para que el proyecto avance. El objetivo es acabar el año con el PSI aprobado, quizá a algunos les parezca largo pero que es muy ambicioso porque son muchos trámites los que hay que llevar a cabo.

– La gente se pregunta cuándo se va a abrir el parque. 

Nuestra planificación contempla la apertura del parque en la primavera de 2026, teniendo en cuenta que habríamos iniciado las obras a principios de 2025 y que hay 14 meses de construcción para la primera fase. La envergadura del proyecto hace que este sea el tiempo mínimo. A nosotros nos encantaría poder abrir antes, pero no es posible.

– Me habla de una primera fase, ¿se abriría esta fase y luego se irían añadiendo más fases?

La primera fase incluye lo que tiene que ver con las atracciones y con el espacio que va a articularlas, que es el village, donde estará el centro de recepción de visitantes, zonas de ocio y restauración, va a haber un anfiteatro al aire libre y más cosas que van a articular todo el parque. En esta fase estarán las atracciones de alta adrenalina como tirolinas, puentes colgantes, salto al vacío, un péndulo gigante, posiblemente un tipo tobogán, etc…, que van a conformar una zona muy llamativa que no existe en otro sitio. Junto con el hotel vamos a conformar un concepto de ocio en la montaña en el centro de España que no existe todavía. La elección de Cuenca viene determinada porque está situada en un lugar estratégico entre Madrid, Valencia y Aragón, con una riqueza natural incuestionable sobre la que se puede construir un parque de estas características. 

– ¿Cómo se eligió Cuenca?

La empresa estuvo barajando distintas posibilidades tanto en Castilla-La Mancha como en el resto de España, pero cuando vinieron aquí fue un flechazo. Yo acompañé, como director del IPEX, a Jorge Jorge en ese primer viaje, salimos por la Hoz del Júcar y había gente haciendo escalada, piragüistas, gente corriendo, en bici, fuimos al rockódromo de Chillarón y vio que Cuenca era el lugar idóneo para instalar su parque. Siempre ha habido coherencia en el discurso de la empresa respecto al enfoque que quieren tener para el parque y respecto a poner a la naturaleza en el centro de todo, no es aprovecharse de la naturaleza sino integrarnos en ella, que la gente la disfrute y trabaje en su conservación y en su difusión de una manera honesta.

“La empresa estuvo barajando distintas posibilidades tanto en Castilla-La Mancha como en el resto de España, pero cuando vinieron aquí fue un flechazo”

– Me ha hablado de atracciones extremas. ¿Para los que tenemos vértigo como yo qué propuestas va a tener el parque?

Va a haber una zona que se llama Discovery Tracks, que básicamente es un paseo por la naturaleza en el que vas paseando y te encuentras una experiencia, que puede ser una casita en el bosque en la que se hace perfume con lavanda, ver una escultura en madera imponente para hacerte una foto o actividades relacionadas con el bienestar. Va a haber diferentes itinerarios con actividades aptas para todos los públicos, con dos zonas, una a pie y otra para hacerla con vehículos eléctricos como bicis o quads. De hecho, los packs de precios van a ir agregando experiencias.

– ¿No va a haber una entrada única?

No, va a haber un ticket básico que dará acceso a una parte reducida del parque y luego sobre eso se podrán incorporar otro tipo de experiencias.

– ¿Qué inversión supone la apertura del parque?

Esta primera fase se ha cuantificado en casi 70 millones de euros.

– Otra cosa de la que se ha hablado mucho es de la generación de empleo, algo fundamental para una ciudad como Cuenca, con un tejido económico algo precario. ¿Cuántos puestos de trabajo están previstos en este proyecto?

Contemplamos la creación de 425 empleos en un escenario de alta ocupación una vez de abran las puertas del parque.

– ¿Sólo el parque o en esas cifras está incluido también el hotel contiguo?

Ahí estaría todo, parque y hotel.

“Contemplamos la creación de 425 empleos en un escenario de alta ocupación una vez de abran las puertas del parque”

– Se está hablando mucho de Toro Verde y parece que se habla menos del hotel de Nayara Resorts. ¿Siguen siendo paralelos o discurren por caminos diferentes?

Sí, Nayara está incluida en la primera fase del proyecto y hay que entender que es la enseña con la que existe el acuerdo para desarrollar en total cuatro hoteles en todas las fases, uno en la primera para desarrollar un hotel de aventura que consiste en suites que están situadas en una zona del monte con una zona de servicios comunes exclusivos del hotel para todas ellas, donde va a estar la recepción, cafetería, restaurante, etc… Todas esas zonas comunes del hotel articulan las suites, de las que se van a construir 60. También se irán construyendo todas las infraestructuras comunes para poder ir ampliando hasta llegar a 240. Además, hay otros tres hoteles proyectados, incluidos en el PSI, que se irán desarrollando según vaya avanzando el proyecto.

“El parque no se entiende como un destino aislado y, con las previsiones que tenemos, la demanda de alojamiento hotelero y extra hotelero en Cuenca va a crecer mucho”

– Es un proyecto hotelero de gran magnitud.

Sí, es importante decir que el parque no se entiende como un destino aislado y, con las previsiones que tenemos, la demanda de alojamiento hotelero y extra hotelero en Cuenca va a crecer mucho y nuestra capacidad hotelera no va a ser suficiente para abastecer la demanda del parque, por eso lo que queremos es crecer a medida que aumente la demanda y facilitar también que el entorno se beneficie del crecimiento de las pernoctaciones que puedan venir. Ya hemos hablado con los empresarios para organizar una reunión y que entiendan el proyecto a nivel profesional y lo que pueda ocurrir. Es cierto que faltan dos años y que tendremos que pelear muchas batallas, pero es algo que está en el camino que vamos a continuar y creemos que una infraestructura como esta puede tener un impacto muy positivo en el sector turístico de Cuenca, tanto cuantitativa como cualitativamente.

– ¿Qué previsión de visitantes en sus primeros años?

En el primer ejercicio la previsión es llegar a los 280.000 visitantes y luego un crecimiento progresivo para llegar a un millón de visitantes en el quinto año. A estas cifras hemos llegado por un lado teniendo en cuenta los visitantes de los parques que ya tiene abiertos la empresa y haciendo un estudio de mercado en el que se han tomado referencias de parques que nos puedan ayudar a estimar cómo es la dinámica de este tipo de complejos en España: Puy du Fou, Port Aventura, Warner y otros parques pequeños de naturaleza que hay en España. 

“En el primer ejercicio la previsión es llegar a los 280.000 visitantes y luego un crecimiento progresivo para llegar a un millón de visitantes en el quinto año”

– Me imagino que para conseguir todo esto el trabajo de promoción y comercialización va a ser fundamental.

Por supuesto, e igual que este año Fitur ha sido el pistoletazo de la parte de permisos, el año que viene va a ser el de la comercialización, cuando nos sentemos con tour operadores, agencias, receptivos, etc… para empezar a evangelizar sobre el producto y empezar a crear alianzas. En esto tenemos la ventaja de que el grupo tiene mucha experiencia y acuerdos previos con operadores que ahora hay que trasladar a Cuenca. Ya estamos trabajando en la manera de ser notorios, y simplemente el efecto que ha tenido la tirolina de Fitur ya es un aldabonazo. Hemos hecho un estudio y hemos tenido más de un millón de visitas en las noticias que se han publicado sobre el proyecto, entre ellas las de Voces de Cuenca, que es de los medios que más ha publicado sobre el parque. 

– ¿Su idea es convertir a Cuenca en la referencia nacional del turismo de aventura?

Exacto, esa es nuestra idea, que nos asentemos en la mentalidad de nuestro potencial consumidor como un destino de referencia en turismo de aventura situado en un lugar estratégico, cerca de Madrid y Valencia, y con una oferta que incluye lo que queremos hacer nosotros pero también la oferta patrimonial y cultural que ya existe y otra que se pueda añadir. Tenemos súper claro que no queremos que la gente venga exclusivamente al parque, sino integrarlo dentro de la oferta de Cuenca como destino turístico.