Ginés, de escalar en las Hoces de Cuenca a colgarse en Tokio el primer oro olímpico de su deporte

El campeón olímpico ha completado algunas de las vías más exigentes de la escuela conquense y es visitante recurrente a la ciudad

Cuenca, Spain. Es la localización de la fotografía que publica este jueves la web oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio. La imagen muestra a un joven ascendiendo por una de las rocas del entorno de la capital conquense. El joven en cuestión es el cacereño Alberto Ginés, que ha ha hecho historia este 5 de agosto al convertirse en el primer campeón olímpico de la prueba masculina de escalada deportiva combinada. A sus apenas 18 años, el joven escalador español sube a lo más alto del podio de esta disciplina que ha debutado en el programa olímpico en la capital nipona.

Que la noticia mundial de su triunfo se ilustre con un paisaje conquense no es casualidad. Cuenca está considerado como un paraíso para los escaladores, una condición que atrae a los aficionados de este deporte desde el resto de España e incluso desde distintos puntos del planeta. La variedad y dificultad de sus vías son toda una referencia y Ginés ha sido un visitante recurrente, tal como atestiguan sus publicaciones en redes sociales como Instagram y las informaciones al respecto de las revistas especializadas. Retos conquenses en ese rocódromo al aire libre de las Hoces de Cuenca que se intercalaron y contribuyeron a su entrenamiento hacia el oro .

Según reflejaba el pasado 2 de octubre Desnivel.com, Ginés había logrado completar apenas unos días antes la complicada vía Leire en Cuenca, catalogada de grado 9a, «una de las vías duras más clásicas» de la escuela de escalada conquense. Dedicó dos jornadas a un logro que apenas han logrado unos cuantos elegidos y, entre los españoles, nadie tan rápido como él. También en septiembre de 2020 encadenó otra vía de referencia Circo ibérico (9 a, para algunos 9a/+).

Aunque Ginés estaba centrado en la escalada de competición y en el plafón, de vez en cuando sacaba tiempo y ganas para volver a la naturaleza con unos retos que, además, a buen seguro que han ayudado a conseguir el campeonato olímpico. En 2019 completaba, también en Cuenca, otro clásico de la escalada conquense, El intento (8c+/9a). “No escalaba en roca desde hace nueve meses”, explicaba entonces Ginés al portal Woguclimbing.

Este mismo año, en enero de ese 2021 que nunca olvidará, regresaba por tierras conquenses. «¿Puede volver el calor? La broma del invierno ya no tiene gracia», reclamaba en una publicación en sus redes sociales geolocalizada en Cuenca. En otra publicación, fechada en julio de 2020, daba cuenta a sus seguidores de un breve viaje con amigos a la capital conquense en el que, aunque no había firmado grandes vías, sí que había trabajado en otras de dificultad menor.

La próxima vez que regrese a colgarse de las rocas conquenses lo hará, metafóricamente y quién sabe si literalmente, con la medalla de oro colgada al cuello. De momento la comunidad escaladora conquense cuyos integrantes, en más de un caso, conocen personalmente al medallista ya ha celebrado su triunfo con felicitaciones y elogios entusiastas en diferentes espacios de Internet.