Victoria vital y trabajada la conseguida por la UB Conquense este domingo frente al Navalcarnero. Los blanquinegros se han estrenado en La Fuensanta como equipo de Segunda Federación con una victoria por la mínima (1-0) gracias a un tempranero gol de Raúl Caballero apenas iniciado en el encuentro, en el minuto 2, que ya fue suficiente, aunque hubo que defenderlo con auténtico tesón y ahínco parra que se convirtiera en definitivo. Hasta el final y apelando a la épica, que con la emoción es como se construye la afición. En el tiempo de descuento el árbitro pitó un penalti a favor de los navalcarnereños, pero el visitante Pichín lo falló mandándolo al palo y la zaga local despejó el balón para amarrar los tres puntos.
El único tanto del marcador tuvo su origen en una recuperación de Yuya, que conectó con Jairo, quien a su vez se la devolvió al japonés, quien ya en la media luna del área asistió a un embalado y acertado Caballero. El gol dio paso a una situación de cierto desconcierto o cuanto menos, de poder a poder, con ocasiones a uno y otro lado. Muy cerca la tuvo casi inmediatamente Jairo y poco después casi pone el segundo Caba de falta, golpeando la escuadra. Es verdad que mientras los madrileños también originaban peligro, obligando a emplearse a Hormiga o incluso a Pedro Inglés, quien despejó de la línea de gol el balón en el 36 para alivio generalizado del público.
El Conquense, por su parte, encadenó tres ocasiones consecutivas antes del descanso, pero todas acabaron estrellándose en la zaga visitante.
En la segunda mitad, se mantuvo una dinámica similar, aunque conforme fue avanzando el cronómetro lo hizo también la intensidad del Navalcarnero. Hicieron contener la respiración un centrochut en el 49 que despejó Hormiga -un día más que acertado el del cancerbero- u otra ocasión clara en el 83. La defensa se empeló a fondo, intensa, viva, concentrada, abortando las incursiones cada vez más temibles.
Y así, ya en el tiempo de descuento, se llegó a la escena casi final del penalti. Fallo, despeje y gloria. Gloria que aseguró otra vez Hormiga despejando la que sería ya última intentona de los madrileños.