El REBI Cuenca ha rozado la victoria en su estreno liguero en El Sargal, pero un gol en la última jugada condenó a los de Lidio Jiménez frente a un Bathco Torrelavega que demostró por qué es uno de los equipos más en forma del balonmano español. El choque, cargado de intensidad y emoción, se ha saldado con un ajustado 27-28 que ha dejado al público conquense con un sabor amargo tras haber soñado con los dos puntos hasta el final.
El partido comenzó cuesta arriba para los locales, que llegaron al descanso dos tantos por debajo (13-15). El conjunto cántabro, rodado con un bloque sólido de la pasada campaña, supo aprovechar las imprecisiones de un Cuenca que acusó las múltiples bajas. Sin embargo, el carácter competitivo de los de Lidio emergió tras el paso por vestuarios.
El Sargal empujó y el REBI Cuenca respondió con su mejor versión en defensa y acierto en ataque, volteando el marcador para situarse por delante a falta de pocos minutos para el final (24-23). El pabellón creía en el triunfo, pero la experiencia de Torrelavega acabaron decidiendo un final inesperado. Con empate en el luminoso, los visitantes encontraron el gol definitivo en la última acción, dejando sin recompensa el esfuerzo de los locales.
El técnico conquense ya había advertido en la previa de la dificultad del reto. Lidio Jiménez señaló que el REBI contaba con «uno de los presupuestos más bajos de la liga» y que era necesario ajustar el nivel de exigencia a las circunstancias, consciente de que su equipo llegaba mermado por las bajas de Antúnez, Arguillas, Álvaro Martín y del recién incorporado Diego Gándara, proveniente precisamente del Torrelavega.
A pesar de la derrota, el REBI Cuenca ha ofrecido una imagen competitiva y ha dejado claro que, a base de ilusión y entrega, puede plantar cara a cualquier rival en la Liga Nexus Energía Asobal.
