El REBI Cuenca cae con claridad ante el Bidasoa (30-25) y los vascos le empatan el golaveraje particular

Los conquenses deben conseguir dos puntos en los dos partidos que le quedan para asegurarse la clasificación para Europa en caso de que los irrundasen ganen los últimos choques

Lo había advertido Lidio Jiménez: «Si queremos ganar en Irún tenemos que hacer el mejor partido de la temporada». Y el REBI Cuenca no la hecho precisamente este sábado en su choque contra el Bidasoa, en el que ha caído por 30-25. Es el mismo resultado que se dio en el partido de la primera vuelta -en ese caso con el equipo conquense de ganador- por lo que el golaveraje particular entre ambos equipos queda empatado. El general es de momento muy favorable para los vascos por lo que la derrota de ho supone una complicación extra para las opciones europeas de los castellanos. Tienen que conseguir dos puntos en los partidos que le quedan (Cangas y Torrelavega) para evitar ser superados por el Bidasoa si éste gana al Huesca y al Puente Genil.

Las pérdidas de balón, una portería mucho más discreta que en ocasiones anteriores y la falta de acierto en los lanzamientos condenaron muy pronto al Cuenca, que tuvo que remar a la contra durante prácticamente todo el encuentro. Leo Prantner acabó con un 0 de 4, Nazaré tuvo problemas para asediar el muro irrundara y Sergi Mach y Teixera tampoco brillaron.

A los diez minutos de encuentro el Bidasoa iba por delante 6-4 en el marcador transmitiendo, además, muchas mejores sensaciones. Sendos goles de los hermanos Pizarro permitieron empatar el partido, pero la igualdad apenas fue un espejismo. Los amarillos pusieron el pie en el acelerador con un rendimiento más que solvente y de la mano de Jon Azkue llegaron a ponerse de cinco de ventaja (14-9) en el minuto 24. El Cuenca se empeñó en no marcharse del partido y gracias a un postrero gol de Juanjo consiguió irse al descanso con un 16-13.

Pero esa tónica de remontada no se mantuvo con la reanudación, a pesar de que la entrada de Ben Tekaya sobre los palos permitió mejorar ligeramente ese aspecto del juego. Nazaré seguía buscando la llave sin éxito y el Bidasoa apenas cometía eso que en tenis llaman errores no forzados. Así era muy difícil: antes de llegar al minuto 40 Asier Nieto ponía el 21-15.

Todavía quedaba mucho partido pero ya se miraba de reojo la calculadora, resignándose a por lo menos no perder el golaveraje. Sin embargo, la diferencia de cinco y seis goles se fue convirtiendo en costante y costumbre, llegando incluso a siete a diez minutos del final, poco después de un bloqueo a Daniel Neves. Algunas intervenciones de exhibición de Tekaya y la eficacia desde el siete metros permitieron coser la brecha y dejarla en la distancia del 30-25 final.

ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO