Otra vez una procesión por el Puente de San Antón

La Inmaculada Concepción que llegada de Éfeso está peregrinando por España ha llegado este martes a la iglesia de la Virgen de la Luz de Cuenca

No ha sido Jueves Santo, ni siquiera jueves, pero otra vez ha desfilado una procesión por el Puente de San Antón de Cuenca. Hoy la ciudad ha dibujado otro paréntesis de cierre, otro pequeño episodio en la intrahistoria del ansiado retorno a esa normalidad tan anhelada tras ser secuestrada por la eclosión del coronavirus. No era el primer cortejo religioso desde el comienzo de la pandemia -por ejemplo los hubo por la Virgen del Carmen en las cercanías del convento del camino de Nohales- pero el de este martes sí que ha sido un acto especialmente significativo por el simbolismo y visibilidad del lugar, la implicación de fieles y la participación con sus guiones de varias hermandades.

Una imagen de la Inmaculada Concepción procedente de Éfeso, el lugar donde la tradición cristiana sitúa a la Virgen María en sus últimos años antes de su asunción a los cielos, ha llegado a Cuenca dentro de su peregrinaje por España. La pequeña y blanca talla ha ascendido a hombros de cuatro banceros por la empinada cuesta de la Bajada a Fábrica y ha cruzado el Puente de San Antón para alcanzar la iglesia de la Virgen de la Luz, que será su hogar durante los próximos días, donde permanecerá colocada bajo el dosel de cultos de la Soledad del Puente.

En su recorrido ha estado acompañada de devotos que, con mascarilla mayoritaria semiocultando sus rostros, han recuperado la posibilidad de manifestar públicamente su Fe. Un ejercicio que en algún momento del último bienio se antojó remoto. También la han precedido y flanqueado los guiones de las cofradías con sede en esa parroquia, la mayoría de ellas pertenecientes a la Archicofradía de Paz y Caridad. En el templo la esperaba el obispo de la Diócesis, José María Yanguas.

No ha habido horquillas ni marchas procesionales aunque sí música de guitarra y de coro religioso, canciones que han sido el avance de la maratonianas jornadas de oración que se han programado con motivo de la visita.

La pequeña procesión se enmarca dentro de la iniciativa “Madre Ven”, una peregrinación que rememora, en este año Jacobeo y según el grupo de laicos y sacerdotes organizadores, «la visita de la Virgen María al Apóstol Santiago en el año 40 desde su casita en Éfeso (actual Turquía) hasta las orillas del Ebro, para animarle y darle esperanza cuando se encontraba triste y abatido».

La iniciativa está llevando por toda España esta imagen de la advocación de la Inmaculada Concepción llegada desde Éfeso por avión. La peregrinación inició el camino el 1 de mayo en la basílica del Pilar de Zaragoza y está recorriendo «los lugares más significativos de la espiritualidad en España», entre los que se ha seleccionado la iglesia a orillas del Júcar.

La talla visitó la catedral de Santiago de Compostela el Dia del Apóstol, 25 de julio, y concluirá su camino en el santuario del Cerro de los Ángeles de Getafe ante el Sagrado Corazón de Jesús el 12 de octubre, día de la Virgen Pilar. A Cuenca ha llegado procedente del Santuario de Torreciudad (diócesis de Barbastro, provincia de Huesca) y desde aquí partirá el jueves hacia Toledo.

Antes se desarrollará un intenso programa de cultos y actividades que se ha iniciado ya este martes con un Rosario y una Vigilia de Oración de Jóvenes. Para este miércoles la iglesia de la patrona de Cuenca acogerá los turnos de oración a cargo de diferentes parroquias y distintos grupos religiosos marianos y humanitarios de la Iglesia Católica. A las siete y media de la tarde está programada otra misa y una hora más tarde una Vigilia.

El jueves 30 de septiembre será la última jornada de la estancia en Cuenca. Tras el rezo de laudes comenzará a las 9:00 la Santa Misa celebrada por el obispo de la Diócesis, José María Yanguas, y a continuación la despedida de la imagen.

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