Jornada en San Esteban sobre Joaquín María Ayala y sus 87 compañeros mártires

El grupo de mártires está compuesto por 55 sacerdotes, 2 seminaristas, 2 religiosos, 25 laicos y 4 laicas.

La Diócesis de Cuenca celebra este sábado a las once de la mañana en la céntrica parroquia de San Esteban de la capital conquense una Jornada sobre los Mártires de Cuenca dedicada a Joaquín María Ayala Astor y sus 87 compañeros, sacerdotes, religiosos y laicos «que dieron su vida por Cristo durante la persecución religiosa de los años 1936-1939», coincidiendo con la última Guerra Civil española.

Según explica José María Martínez Cardete, celegado de la Causa de los Santos de la Diócesis de Cuenca, en una entrevista publciada por la web del Obispado, Joaquín María Ayala fue un sacerdote relevante en la Diócesis de Cuenca en el comienzo del siglo XX: «hombre muy culto, doctor en Teología y Derecho canónico; que dejó la docencia para dedicarse a la pastoral parroquial, muy volcado en los movimientos sociales católicos  del momento, por motivos de salud decidió opositar como canónigo en Cuenca, donde también se le confió la dirección del Seminario, dejando una profunda huella en alumnos y sacerdotes por sus dotes humanas, y que coronó su entrega sacerdotal en tantos campos de la vida eclesial con la ofrenda de la misma vida». Añade que su vida y su muerte son un ejemplo de constante amor a Dios y al prójimo.

El grupo de mártires está compuesto por 55 sacerdotes, 2 seminaristas, 2 religiosos, 25 laicos y 4 laicas. «Ha sido un largo proceso, principalmente por el gran número de siervos de Dios incluidos en la causa, 464 en total, aunque inicialmente eran más, de todas las Diócesis de Castilla-La Mancha y Ávila. Comenzó con la designación de las personas del Tribunal encargados de recoger los testimonios de testigos directos de lo acontecido o de personas que han conocido a esos testigos directos. Y paralelamente con la designación de la Comisión Histórica, encargada de consultar todos los archivos posibles y recoger todos los documentos relativos a cada uno de los siervos de Dios. Durante este tiempo ha habido momentos de mayor celeridad en los trabajos, otros de aparente pausa, pero siempre con el deseo de llegar a término y de poder demostrar con la suficiente certeza que cada uno de los incluidos en la causa sufrieron el martirio por odio a la fe y que entregaron su vida aceptando la muerte por la fe en Cristo».», señala Martínez Cardete.

Un paso relevante en el proceso es la redacción de la Positio, el documento que contiene lo esencial de cada siervo de Dios y que remite a donde se encuentra cada dato en los 13.500 folios de documentación, ese trabajo se hizo durante el año 2024. «Y ahora el Dicasterio para las Causas de los Santos ha de dar su voto sobre el martirio de cada uno con un triple examen: el Congreso de Historiadores, el Congreso de Teólogos y el Congreso de Obispos y Cardenales», se indica en la entrevista en la web institucional.

Otros procesos

En la Diócesis están abiertos otros procesos de beatificación, como el de Alicia Gómez Jareño, maestra natural de las Pedroñeras, «que vivió con una gran fortaleza su enfermedad, que se encuentra a la espera de que se fije la fecha del Congreso de Obispos y Cardenales» . También el de la Venerable Ana de San Agustín, carmelita descalza, compañera de Santa Teresa de Jesús, a la espera de un milagro que nos lleve a su beatificación.

También está abierto el de los beatos Cruz Laplana, obispo, y Fernando Español, sacerdote, mártires; pues el proceso no termina con la beatificación, sino con la canonización, «por lo que hemos de encomendarles situaciones difíciles en nuestra oración para que por un milagro por su intercesión llegue el proceso a término», apunta Martínez Cardete.