El Vaticano declara «venerable» a Ismael de Tomelloso, el soldado republicano católico trasladado a Cuenca en la Guerra Civil

El reconocimiento de sus virtudes supone un paso más hacia su beatificación y canonización

El Dicasterio para las Causas de los Santos publicó este jueves el reconocimiento de «las virtudes heroicas del siervo de Dios Ismael Molinero Novillo, llamado Ismael de Tomelloso, fiel laico; nacido el 1 de mayo de 1917 en Tomelloso (España) y fallecido en Zaragoza (España) en 5 de mayo de 1938».

Según explica El Vaticano en su boletín de prensa, en la audiencia concedida al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, el papa Francisco autorizó a este dicasterio a promulgar varios decretos, entre ellos el relativo a Ismael Molinero.

«Con el reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona, se otorga el título de venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia, templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir, extraordinaria», explica el Obispado de Ciudad Real en un comunicado.

Con este paso, se reconoce a Ismael de Tomelloso como modelo a imitar, en espera de que, por su intercesión, se puede realizar algún milagro que dé el paso a su beatificación. De esta forma sube al segundo peldaño del proceso de canonización mediante su fama de santidad.


Ismael de Tomelloso (Ismael Molinero Novillo)

Ismael de Tomelloso nació en Tomelloso en 1917. Es el quinto de once hermanos. A los 17 años ingresó en la Juventud de Acción Católica, atrayendo a los jóvenes y volcando su acción en los ancianos desamparados del Asilo de Tomelloso.

Fue incorporado como soldado en la guerra civil por el ejército republicano. El 18 de septiembre de 1937 fue movilizada la quinta de Ismael y lo trasladaron a Cuenca, donde el Ejército Republicano convirtió el seminario en cuartel.

«Tomó parte en el combate del frente de Teruel y ofreció su vida por la paz», recuerda el Obispado de Ciudad Real. Fue apresado e internado en el campo de San Juan de Mozarrifar, donde cayó gravemente enfermo. En silencio, murió en el Hospital Clínico de Zaragoza, manifestando su deseo de ser sacerdote. Era el 5 de mayo de 1938 e Ismael tenía 21 años de edad.