El universo podcast de Cuenca

En aulas, radios y procesiones, los micrófonos conquenses capturan el alma sonora de toda una provincia.

El sonido es esencia, raíz, pertenencia y recuerdo. Lo sonoro logra construir vínculo, erizar la piel y hacer sentir pertenencia con una cercanía que en ocasiones la palabra escrita solo se atreve a soñar. Quizá por eso Cuenca, una ciudad de acento, de carácter, marcada por un pasado que construye su presente, no haya encontrado otra manera mejor de contarse a sí misma que no sea la sonora.

El podcast se ha convertido en un refugio perfecto desde las aulas universitarias hasta las emisoras rurales, los micrófonos se han encendido en toda la provincia para tomar el pulso a toda la comunidad. Las aulas han pasado de su tradicional soliloquio a convertirse en un centro de diálogo, las casas de la España vaciada se han tornado punto de encuentro, la tradición ha mirado al futuro en las ondas y lo propio, lo típico, ha roto las fronteras para llegar a todo aquel que quiera escuchar, dando a conocer a conquenses y ‘conquensismos’ dignos de admiración.

De las aulas al micrófono

En la Universidad de Castilla-La Mancha, por ejemplo, UFIL ‘Cuenca Resuena invita a cerrar los ojos y dejarse llevar por los sonidos de la provincia. Así el agua manando y corriendo río abajo, los pasos en la hojarasca, el eco de los pueblos se abrazan en un recorrido sonoro por el tesoro natural conquense que casi se eleva a lo sensorial. ‘El Aula Circular’ apuesta por las conversaciones sobre educación, desde la infancia hasta la formación continua, invitando al debate y la reflexión sobre los grandes retos del sector. Por su parte, el profesor José Alberto Valenciano propone mirar con los oídos en Perderse en los detalles para descubrir las historias ocultas en una pintura o en una fachada. Y si de vida universitaria se trata, Un podcast en Albornoz se convierte en una ventana abierta a la Facultad de Ciencias Sociales, donde profesores y alumnos comparten consejos, anécdotas de los pasillos del campus con un toque de humor.

La pasión por contar no se queda en la universidad. En los colegios de Cuenca, los niños se ponen los auriculares y el papel de periodistas con gran naturalidad. En el CEIP Santa Ana o el Ciudad Encantada, los alumnos entrevistan a sus profesores y compañeros, se informan y aprenden jugando. En el colegio San Fernando, Sanfer Radio ha logrado incluso el primer premio nacional de radio escolar ‘Gonzalo Estefanía’ por su manera fresca y curiosa de enseñar comunicación, mientras que en el Infanta Cristinallevan desde 2016 aumentando su variedad de formatos con debates, cuentos, experimentos o recetas, todo cabe en su particular laboratorio sonoro.

El furor de los talk shows y los podcast de nicho

Los talk shows son quizá el nicho que más triunfa en la provincia, especialmente entre los más jóvenes como en el caso del grupo de amigas de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca que crearon el podcast ‘Degeneradas’. En él debaten sin filtro y marcadas por la deconstrucción desde la perspectiva feminista diferentes temas de actualidad. Mientras, ‘Pop Talks’ se mueve entre la música y el cine con entrevistas relajadas y un toque pop muy conquense que ya ha llevado a artistas de la talla de Roi Mendéz, Soraya Arnelas, Bombai, Julia Medina o Marilia Monzón a sentarse en el sofá junto a Mario Arinero y Lucía Alfaro. Por su parte, ‘Nos echamos un café’ ofrece justo lo que promete, una charla tranquila con personalidades locales, sin prisa y con café caliente.

Entre charlas también hay sitio para la divulgación de temas específicos como en el caso de ‘Ñam Cast’, un programa en el que la gastronomía local tiene su propio altavoz; cocineros, restaurantes y productos conquenses se vuelven protagonistas de un banquete sonoro. En ‘Un cuadro me mira’, el arte se mezcla con la psicología gracias al diálogo distendido entre los conquenses Ángel Luis Álvaro y su hija Candela, que convierten cada obra en una excusa para pensar juntos. ‘El Descampao’, el conquense Sergio Mena con su estilo gamberro y su mezcla de humor, historia y cultura popular, hace divulgación cultural de un modo ameno y divertido, demostrando que detrás de los micros también pueden vivirse aventuras.

Ponerse los cascos para ponerse el capuz

El eco de las horquillas, el aroma del inicienso y el goteo de la cera también han encontrado su espacio en las ondas en una ciudad como Cuenca, en el que la Pasión forma parte del ADN nazareno, las voces cofrades suenan como marchas procesionales durante todo el año, subiendo su intensidad en Cuaresma. El podcast de esta casa, ‘Bajo el Banzo’, es casi una procesión sonora, una forma de revivir los olores, los sonidos y las sensaciones que conforman la Semana Santa en un formato de tertulia en el que ponerse el capuz está a la misma distancia que ponerse los cascos. Los devotos más jóvenes vienen pisando fuerte con ‘Tertulias Nazarenas’, un podcast también en formato tertulia con entrevistas que se adentra en los matices emocionales y humanos que se esconden tras cada paso, cada procesión y cada madrugada de silencio.

De la España Vaciada a la España Emitida

Más allá de la capital, los pueblos han encontrado su propia voz en un momento en el que los llaman ‘España Vaciada’, los tildan de lugares inertes y vacíos cuando, sin embargo, tienen mucho que decir. En Carrascosa del Campo, Campos FM ha dado una nueva vida al municipio en la que sus vecinos se han convertido en protagonistas con su propio espacio en las ondas. Con una nutrida oferta de programas con temáticas variadas, destacan ‘Sonamos de cine’, que pone banda sonora a la afición por el séptimo arte, mientras ‘Veraneando por los campos’ recorre las fiestas patronales estivales de la comarca. Y en Radio Serranía, el abanico temático es tan amplio como la geografía conquense, con biografías, radioteatro, tertulias de mujeres, cuentos, música o incluso programas para aprender castellano.

Cuenca suena porque está viva. Porque hay quien graba, quien pregunta, quien edita y quien escucha. En cada voz se cuela un pedacito de esta tierra que sigue encontrando nuevas formas de contarse. Y, a veces, basta con darle al play para sentirse un poco más cerca.

Quizá ese sea el verdadero valor de esta eclosión sonora: que detrás de cada podcast hay una comunidad que se reconoce en lo que oye. Los estudiantes que descubren el poder de la palabra hablada, los profesores que transforman sus clases en espacios de diálogo, las voces jóvenes que aprenden a mirar su entorno con curiosidad, los creadores que rescatan historias locales para que no se pierdan en el ruido global. Cuenca está aprendiendo a escucharse a sí misma, a darle espacio a sus acentos, a su memoria y a su diversidad, generando un nuevo mapa de la provincia que también se podría trazar ahora con ondas. Porque en esta provincia las historias no se apagan: simplemente siguen sonando.