Renfe presenta en el interior de un tren AVE una exposición de fotografía homenaje a los 65 ciclistas españoles que han ganado 130 etapas del Tour de Francia, coincidiendo con el inicio del primer servicio del AVE Barcelona-Lyon. La muestra, que lleva por título “Etapa reina, objetivo París” es un tributo a los corredores españoles que han ganado una etapa a lo largo de la historia de la competición, desde el primer ganador, el valenciano Salvador Cardona en 1929, al vizcaíno Pello Bilbao en esta edición. Entre ellos está también el conquense Luis Ocaña, ganador del Tour en 1973 y de seis etapas (una en 1970, dos en 1971 y 6 en 1973).
A la cabeza de los ganadores de etapas del Tour está Miguel Induráin, que lo hizo en 12 ocasiones, seguido de Luis Ocaña, que ganó nueve, o el histórico Federico Martín Bahamontes que se proclamó vencedor en siete. Julio Jiménez logró coronarse campeón en 5 etapas y Eduardo Chozas, Pedro Delgado, Óscar Freire, Luis León Sánchez y Alejandro Valverde, consiguieron llegar primeros en cuatro etapas cada uno a lo largo de su participación en el Tour. Por su parte, Miguel Poblet, Fernando Manzaneque, Vicente López Carril, Carlos Sastre, Alberto Contador y Joaquim “Purito” Rodríguez ganaron tres etapas cada uno, mientras que Bernardo Ruiz, José Manuel Fuente, Miguel Mari Lasa, Ángel Arroyo, David Etxebarria y Juan Miguel Mercado lo hicieron en dos ocasiones. A ellos se sumaron otros 44 ciclistas españoles que han logrado en alguna ocasión proclamarse vencedores de etapa. En total, 130 victorias. Un logro de 65 hombres y 2 equipos distintos (ONCE y KAS).
Renfe, el tren del deporte
La muestra viajará desde hoy en el servicio del AVE Barcelona-Lyon, y el próximo día 28 de julio lo hará en el AVE Madrid-Marsella.
Con esta selección fotográfica, que muestra el esfuerzo, la deportividad y muchos momentos históricos del ciclismo español, Renfe se convierte de nuevo en el tren del deporte.
La exposición se mantendrá activa durante los meses de julio y agosto, y contará con una colección de 164 fotografías en blanco y negro y a todo color situadas en puntos estratégicos del interior de los coches.
En la exposición, las imágenes no quedan grabadas, ni son estáticas, sino que adquieren vida propia en la contemplación de cada una de ellas en el interior de los trenes. Los trenes se transforman así en un nuevo concepto de espacio para la exposición de fotografías y obras de arte. Las nuevas formas de expresión y de creación artística (como la fotografía) llegan al tren, al encuentro de un público diferente: un público dinámico, variado y en constante movimiento