En los jardines del Palacio Provincial florecerán los bordados, las texturas y las raíces de una tierra milenaria y unos zapatos hechos a mano, uno a uno, en silencio y con tiempo, completarán la escena el próximo 4 de agosto. `De Flores y Floreros´, la firma de calzado artesano fundada por Paloma Moreno, se une al desfile del diseñador conquense Señorito Ortega con una colaboración tejida con mimo, complicidad y ese pulso lento que caracteriza a los oficios de ambos artesanos.
Aunque Moreno no nació en la provincia, se ha acercado a su latido con el respeto de quien entra en casa ajena descalza, y con los sentidos abiertos. Así lo evidencia la conexión entre Paloma y Eduardo Ortega, el alma detrás de Señorito Ortega. Su unión no fue fruto del azar, sino del tacto certero de Teresa Almancilla, amiga de ambos, que supo ver el encaje perfecto entre los diseños de Eduardo y la necesidad de un calzado que no se limitara a «cerrar el look», sino que lo completara de verdad, tal y como afirma Moreno.
A pesar de que los modelos que lucirán las modelos no se han creado exclusivamente para esta ocasión, han sido cuidadosamente seleccionados de entre los más de 90 que la marca lanza cada año. Algunos han recibido un guiño, una modificación leve, un detalle añadido “para conectar mejor con los volúmenes, largos y texturas de las piezas que va a presentar Eduardo”.
Artesanía que conversa y construye
En este homenaje al folclore, a las raíces de Cuenca y a sus oficios, Paloma ha querido también hacer su pequeña reverencia. Aunque afirma que les hubiese gustado «profundizar más en la tradición textil de la zona», el reloj ha marcado la pauta y corrido en contra de unos diseños propios, exclusivos para la colección. Aun así, ha habido tiempo para adaptar algunos modelos con respeto, con un gesto hacia lo local, «dentro de nuestras posibilidades», apunta Moreno.
Madrid es el eje neurálgico de la empresa de calzado, pero la vinculación de Paloma con su tierra no se ha roto, pues la empresa mantiene su corazón administrativo y fiscal en el lugar del que proviene, una ciudad pequeña, donde los oficios tienen todavía nombre propio, lo que hace que la CEO de la empresa sienta una vinculación personal con este proyecto. Moreno afirma que cree en «apoyar a los sitios pequeños, a los que cuesta más llegar».
De tú a tú
En el taller de Eduardo, entre bastidores de mimbre y telas que respiran tradición, Paloma encontró un lenguaje común. La cabeza de `De Flores y Floreros´ señala que entenderse «fue fácil» con valores compartidos entre los que destacan el lujo consciente, la artesanía y la sostenibilidad.
La colaboración no se ha quedado en el papel. Han trabajado juntos las pruebas de vestuario, han preparado planes A, B y C para que «el fitting funcione» y la comodidad de las modelos sea máxima. Moreno afirma que tienen «distintas opciones para cada diseño», porque lo importante es que quienes los lleven se sientan bien al caminar, «no basta con que sea bonito», destaca Moreno.
Raíces que se cruzan
Esta primera oportunidad en Cuenca no será la última. La tienda online de la marca ya cuenta con clientas de la provincia y, de la mano de Ortega, prevén nuevas acciones conjuntas. «Algunas llegarán antes de que acabe el año, otras, quizás, más adelante» afirma Paloma con ilusión, y aunque por el momento no pueden desvelar nada, el vínculo está tejido.
La CEO de `De Flores y Floreros´ asegura que cuando se conocieron “el feeling fue inmediato”, y es que cuando el amor al oficio se une con dos visiones y productos que no solo entran en sintonía, sino que se complementan y retroalimentan, todo se hila solo. Moreno destaca que Ortega y ella hablan «el mismo idioma: diseño, artesanía, respeto por el tiempo…»
Entre susurros incluso se intuye una posible colaboración a futuro en la línea habitual de trabajo de Señorito Ortega. Moreno destaca que las posibilidades son «grandes» ya que la complicidad entre ambos creadores parece abrir puertas que aún no tienen llave, pero sí intención. Este primer paso ha sido una gran oportunidad para que `De Flores y Floreros´ continúa abriéndose camino en Cuenca porque desde la marca han hecho contactos con artesanos de la zona.
Caminar con otros pies
Paloma Moreno no pisa fuerte, pisa hondo. Cree en la moda como vehículo para contar historias, no para taparlas. Cree en los oficios que no hacen ruido y en la gente que no necesita presentarse porque su trabajo habla por sí solo. Y sobre todo, cree en sumar, en escuchar, en colaborar. La cabeza visible de la empresa destaca el «tremendo» potencial que tiene Cuenca con el legado artesanal, al que se muestra feliz de dar protagonismo porque, insiste, «si podemos darles voz desde nuestros diseños, estaremos haciendo lo correcto».
El 4 de agosto, cuando los modelos crucen el jardín con un paso seguro y lento, cuando los trajes de Señorito Ortega hagan visible lo invisible, los zapatos de Paloma también contarán su historia: la de una artesanía que no viene a imponerse, sino a pertenecer. Porque, como decía Antonio Machado, el camino se hace al andar.
