Carmen Dimas: «Las luchas por el poder son inherentes al ser humano desde que el mundo es mundo y eso es hoy igual»

Autora de "La época tardorromana y visigoda en la provincia de Cuenca", ha dedicado buena parte de su trayectoria investigadora, más de 15 años de su vida. al territorio conquense

Carmen María Dimas es Diplomada en Enfermería por la Universidad de Navarra, Diplomada en Magisterio por la especialidad de Música y Licenciada en Humanidades por la Universidad de Castilla-La Mancha. Realiza la Tesina de investigación sobre la época tardoantigua en la provincia de Cuenca y más tarde, la Tesis Doctoral sobre la época Tardorromana y Visigoda en la provincia de Cuenca. Actualmente continúa con esta línea de investigación de la provincia en la que lleva ya más de 15 años de su vida.

Dimas considera que Cuenca, por su situación en el centro de España, «reúne no sólo ser una estratégica zona de paso sino de asentamiento de diferentes poblamientos a lo largo del tiempo. De eso trata este libro de dar una explicación, más en concreto en el territorio conquense de lo que sucede en una época convulsa, en la que la falta de fuentes me hizo indagar en la arqueología, como único testigo del momento, para poder dar una explicación de cómo fue el poblamiento y su continuidad en esta época bisagra».

La autora señala que «para ello utilicé las Cartas Arqueológicas de la provincia contextualizando los yacimientos con los elementos del Museo Arqueológico y colecciones particulares. Consiguiendo así, poder demostrar la continuidad del poblamiento en la provincia de Cuenca. Aunando así los dos estudios tardorromano y visigodo. Y usando además, todo lo publicado que localicé al encontrarse este material disperso en diferentes publicaciones. Así aunando todo, logré esclarecer el mapa de los asentamientos con una visión global del conjunto accesible a cualquier profano en la materia que podrá confirmar si el nombre de su pueblo “sale” en el libro ya que se citan todos los pueblos en los que localicé vestigios».

¿Cuándo y cómo se le ocurrió la idea de escribir este libro?
Este libro es el resultado de muchos años de investigación sobre la provincia de Cuenca y el intento de dar respuesta a muchas cuestiones sobre qué es lo que sucede en esta zona en época tardorromana y visigoda. Desde niña cuando mi padre nos llevaba a ver restos, su amor por la historia y por Cuenca llenó páginas de mi infancia. Y esta época siempre me ha llamado la atención. Era algo que tenía pendiente por Cuenca y por mi padre. Tras conocer a Enrique Gozalbes Cravioto, su inyección de pasión y conocimientos me empujó a tomar la iniciativa en la investigación que comencé hace ya realizando los estudios de Humanidades hace 15 años

¿Por qué eligió este tema y época histórica en concreto?
Porque no había nada publicado que recogiese toda esta información del conjunto de Cuenca y era necesario establecer una unidad de todo el conjunto para poder orientar una época en la que la falta de fuentes escritas constituye un problema.

¿Cree que el potencial histórico de la época tardoromana y visigoda de Cuenca ha sido lo suficientemente explorado?
No. Si tenemos resultados de excavaciones que se fueron publicando, algunos libros como el de la necrópolis de Albalate de las Nogueras, o los hallazgos de Valeria, Ercávica o Segóbriga, junto a artículos sueltos en diferentes publicaciones además de otros libros de excavaciones. Pero como se aprecia, del tema en concreto, se localizaban en diferentes publicaciones no en una que recopilase todo lo relativo a la provincia de Cuenca. Si era motivo de una investigación lógicamente debía ser inédito y es lo que es inédito.

¿Cuesta mucho investigar en Cuenca para conseguir escribir un libro como el suyo?
Sí. Ha sido muy difícil. Comencé con la investigación sobre la época tardorromana y sus implicaciones en la Tierra de Cuenca de la mano de mi gran amigo fallecido Enrique Gozalbes Cravioto. Y ante la escasez de datos y la imposibilidad de poder consultar los fondos del Museo, por sus condiciones de almacenamiento, decidí ampliar la investigación a la época visigoda porque Cuenca tiene mucho que ofrecer de la misma. Y para ello consulté las Cartas Arqueológicas de la provincia, visité lugares, hablé con muchas personas que pudieran tener información sobre restos localizados, y consulté todo lo que pude localizar publicado para poder decidir, como construir el edificio de Cuenca y cómo podía dividir el territorio para centrar toda la información de forma ordenada. Fuere muy duro. Enrique y yo intercambiando correos con ideas que sólo se resolvieron al final.

¿Le consta que haya algún libro previo al suyo que en el que se haya hecho un recorrido tan exhaustivo como el que usted realiza en su libro?
En absoluto. Este libro refleja la Tesis Doctoral de mi investigación que se puede consultar y la Tesina del 2011, relacionadas con el mismo tema, y depositada desde el año 2016 en la Universidad de Castilla la Mancha a espera, como en este caso, de poder salir a la luz. Como he dicho antes si teníamos publicaciones de libros y artículos sueltos que no enlazaban todos los datos con toda la provincia y este libro y su tratamiento es inédito en cuanto a sus datos, mapas, y algunos materiales pertenecientes a colecciones particulares. Si hay otro libro similar lo desconozco pero puedo asegurar que partirá de mi Tesis colgada en la Universidad y con una fecha del año 2016. Un libro que utilice los datos relativos a la provincia de Cuenca, en su esencia, en todas partes recibe el único nombre de plagio.

» Somos privilegiados al contar con una provincia como la nuestra. «

¿Qué diferencia a la provincia de Cuenca en su época tardoromana y visigoda de otras partes de España?
En líneas generales la evolución del poblamiento fue similar. Estamos hablado de una época de cambios bisagra hacia la Edad Media en la que los movimientos se producen desde la ciudad al campo. El privilegio de nuestra zona es contar con la maravillosa Ville de Noheda ya hablando de época romana y tardorromana o el Mausoleo de Llanes. Y entrando en época visigoda el haber contado con tres obispados y estar tan cerca del poder visigodo con Toledo a la cabeza. Junto a esto el haber sido la ubicación del Monasterio Servitano de Ercávica gracias a la noble Minicea y desde luego, la privilegiada posición de Ercávica junto a Recópolis curiosamente, que nunca tuvo obispado. Algo que sigue sorprendiéndome. Junto a esto Segóbriga, también reúne una muestra única de su huella visigoda. Somos privilegiados al contar con una provincia como la nuestra.

¿Qué curiosidades podría destacar y contarle a los lectores de esta entrevista que les impresionaría de aquella época y que a buen seguro la mayoría desconoce?.
Fundamentalmente que se vuelve al mundo rural desde las ciudades. Que el que fuera una época de crisis, no deja al margen la cantidad de materiales que se localizan en colecciones particulares y que nos dan muestra de que se repetían las modas que venía de zonas limítrofes. Es decir, que estaban a la moda. Incluso los pendientes localizados en la provincia en Huete y Albendea reproducían modas de Toledo y de tras zonas. Me sorprende que se conserve el nombre de una mujer, la noble Minicea, la que permitió a los monjes que cruzaron desde África fundar el Monasterio Servitano en Ercávica. Me parece maravilloso que sea una mujer.

¿Qué paralelismos, políticos, económicos o culturales podría establecer entre la época que recoge en su libro y la actual? Ambas fueron convulsas…
Efectivamente. Se produce como he señalado ese trasiego de la ciudad al campo en busca de medios para poder vivir en pequeñas aldeas o granjas. Una transformación a otras modos de subsistencia. Las luchas por el poder son inherentes al ser humano desde que el mundo es mundo y eso sigue siendo hoy igual de descarado. Los terratenientes romanos que no quieren perder privilegios, los incipientes que no lo quieren ceder y una forma de subsistencia en el campo mediante agricultura y ganadería. Pero subyace siempre el ansia de poder. Y sólo mirar por unos mismo y nunca por los intereses del pueblo.

¿Qué envidia, de forma sana, de la época que usted analiza y que cree que podríamos aplicar a la actualidad?
Que se vivía de forma sencilla, que las personas eran trabajadoras porque nadie les regalaba nada y luchaban por subsistir, en un mundo de sacrificio y valores. Si no trabajaban, no comían. Hoy día esta sociedad adolece de valores y de capacidad de trabajo y sacrificio. Lo que no cuesta trabajo conseguir, no se valora.

¿Le ha quedado algo por analizar que no ha podido encontrar y sobre lo que le hubiera gustado profundizar más?
Sobre los fondos del Museo de Cuenca, algo que me queda pendiente. Y sobre los eremitorios pero que no los dejo de lado.

¿Cuál es su lugar, si tiene alguno, favorito de la provincia?
¡Uff, difícil! Cuenca es tan rica no sólo en cuanto a geografía, paisajes, cultura y patrimonio que me resulta casi imposible. De cada lugar me quedaría con algo porque lo llevo dentro Soy conquense y amo mi tierra. Pero por lo que significan para mí a nivel emocional Henarejos y Huete.

¿Qué opina de quienes se empeñan en analizar la historia bajo el prisma de la actualidad, para, por ejemplo, derribar estatuas o vetar películas?
La historia, por mucho que nos gustaría cortar de ellas ciertos capítulos, está escrita y ha sido vivida no por nosotros sino por personas anteriores que precisamente han hecho de nosotros lo que somos ahora. Para mí el odio no construye si destruye. Nosotros no podemos borrar nuestro pasado, a pesar de que hay episodios en nuestras vidas que no nos gustan. Podemos tirar una fotografía o un recuerdo porque es nuestro. Pero cambiar lo que otras personas han escrito, hecho, vivido, no es nuestro cometido. Pertenece a otros y no somos quienes para retirarlo. La historia está ahí y ya está escrita. Incluso esto ya es pasado y pertenece al patrimonio de todos. Patrimonio de la Humanidad. Borrar, odiar no sirve sólo es útil y de personas sensatas aprender de los errores para no cometerlos. Cualquier obra ya es cultura la hiciera un dictador o un emperador romano. Por esa regla de tres todo lo que quede de Nerón habría que retirarlo, o de cualquier civilización. ¿Realmente nos quedaríamos con algo de alguna?

¿Se plantea escribir algún libro más sobre este temática o de otro tipo?

Por supuesto. Ya escribí la novela «Flor de Almendro: Principium et finis» , que trata de explicar lo que sucede en esta época en la provincia pero si tengo en mente seguir desentrañando todo aquello que me permita conocer más y mejor la historia de Cuenca porque soy de Cuenca y amo Cuenca.