Cálido y sentido homenaje póstumo a Macu Rubio en el Auditorio

Se presentó su poemario "20 recetas para poetas y otras historias singulares. Javier Pelayo y Ángel de Lerma pusieron su música a un acto entrañable

En la tarde de este martes día 5 de noviembre, con la sala dos del Auditorio “José Luis Perales“ de Cuenca, prácticamente llena de amigos, compañeros y de otras muchas personas de todos los ámbitos que la conocieron, tuvo lugar un cálido y sentido homenaje a la profesora y poeta Inmaculada Rubio, fallecida a consecuencia del Covid-19 y al que la pandemia obligó a retrasar hasta el día de ayer.

El acto, conducido brillantemente por la pintora Carmen Orellana, amiga entrañable, comenzó con  la proyección  de un emotivo vídeo sobre la vida de Macu, realizado por su hijo Miguel Domínguez Rubio  con música del propio autor, que impactó en los asistentes por las imágenes llenas de vida de la homenajeada y creando un  clima de emoción contenida.

A continuación, Carlos Solano Oropesa, nuevo Coordinador del Aula Poética de Cuenca, presentó a título póstumo, el poemario “20 RECETAS PARA `POETAS Y OTRAS HISTORIAS SINGULARES” de Macu Rubio, que desgraciadamente  ella no llegó a presentar.  El presentador glosó trazos de la vida y de la obra de esta mujer singular y querida por todos los que se dieron cita en esta tarde mágica de su homenaje.

Javier Pelayo y Ángel de Lerma, alternaron sus maravillosas canciones con el recital de poemas de Macu, que llevaron a cabo  miembros del Aula Poética de Cuenca, en esta ocasión Mari Luz Abanades, Elena Marín y Maite Pulla, con el sentimiento a flor de piel. Miembros del grupo Arsinvita, interpretaron un pasaje emotivo y teatral que terminaba con dos carteles,  en los que al unirlos,  se podía leer en grande MACU.

Las palabras de Raquel Carrascosa y de Miguel Romero, glosando las vivencias que tuvieron con Macu en las diferentes facetas de la vida. La primera con su discurso de presentación que en su momento no pudo llevarse a cabo y Miguel Romero con  los lazos familiares y afectivos que lo unieron a la homenajeada.

El acto terminó con  la canción “Volar” del cantante El Kanka, favorita de Macu Rubio, y que provocó que parte de los asistentes unidos por las manos y formando un corro, siguieran el ritmo de la misma bajo la eterna mirada de Macu Rubio, que proyectada sobre la gran pantalla, parecía agradecer todo este acto, lleno de amor y cariño para alguien tan excepcional.

Agradecer a Carmen Orellana, que junto con miembros del Aula Poética, han sido los artífices de este acto, sencillo y bello, especialmente ella, que con su elegancia, simpatía y clase, ha sido capaz de llevar a cabo algo que estaba pendiente y, que ayer por fin, tuvo lugar. Agradecer también al personal del Teatro Auditorio y  en especial a sus técnicos el buen funcionamiento de todos los medios audiovisuales para que todo saliera a la perfección.

Javier Pelayo y Ángel de Lerma