Otra madrugada de botellón masivo en la zona de El Sargal (VÍDEO)

Decenas de jóvenes, varios centenares según algunos testimonios, volvieron a concentrarse para beber y charlar en el entorno del polideportivo

Decenas de personas, hasta varios centenares según algunos testimonios, se concentraron en la madrugada de este domingo en las inmediaciones del polideportivo El Sargal de la capital conquense. Un botellón multitudinario que un fin de semana más desafío la prohibición de beber alcohol e las calles de la ciudad, vigente desde julio del año pasado.

Según los vídeos facilitados por los lectores a Voces de Cuenca, este espacio urbano fue colonizado por decenas de jóvenes que, comparten conversación, charlas y también bebidas en actitud festiva y pacífica pero sin guardar medidas preventivas recomendadas como la distancia de seguridad o la mascarilla.

La situación se dio también en la madrugada del viernes al sábado, según las quejas difundidas en las redes sociales por los residentes de la zona, que explicaban que los accesos al entorno del pabellón presentaban un flujo constante de visitantes desde la una de la madrugada y hasta bien entradas las cuatro. Los gritos y ruidos (hay vehículos con los equipos de música funcionando) eran una constante, según denuncian.

Desde que la normativa impidiera beber en la calle y tras el levantamiento del toque de queda, los botellones en la ciudad de Cuenca se han trasladado desde su emplazamiento habitual de la Plaza de España hacia otros enclaves como el parking del Castillo o la zona de El Sargal.

A inicios de agosto, el alcalde, Darío Dolz, advertía que el Ayuntamiento, en coordinación con la Policía Local y la colaboración de la Policía Nacional, continuaría «persiguiendo el botellón hasta erradicarlo como ha hecho en Plaza de España». Matizaba también que  “es un fenómeno muy complicado que se da en todas las ciudades de España y que se ha visto incrementado en los últimos tiempos debido a las limitaciones al ocio nocturno, entre otros motivos». En esa línea lamentaba que «cuando logramos que dejen de concentrarse en un punto van a otro».