El portavoz de Cuenca nos Une (CNU), Dámaso Matarranz, cree que el proyecto debe continuar en las próximas elecciones pese al anuncio de su líder, Isidoro Gómez Cavero, de no continuar al frente del movimiento. En declaraciones a Voces de Cuenca, Matarranz apunta que esta continuidad no se tiene por qué ver vinculada a la marca Cuenca nos Une ni a las personas que actualmente la forman.
«Isidoro ha manifestado que no liderará este quehacer más allá de esta legislatura. Probablemente algunos de nosotros podamos no formar parte, o sí, de ese movimiento. Pero sin duda alguna, en el seno de CNU, en algunos de nosotros, existe una convicción firme de que recibimos un mandato de la ciudadanía para influir en el cambio de las formas de hacer, elevar la presencia ciudadana al gobierno municipal y eso es un proceso en construcción que para alguno de nosotros supone implicarnos en que ese testigo pueda ser entregado a quien corresponda, otros representantes, otras personas o nuevos movimientos. Pero tiene que entregarse», ha sentenciado el portavoz de CNU.
Sobre la futura marcha de Isidoro Gómez Cavero y la posible reorganización que pueda haber en CNU, el portavoz Dámaso Matarranz declara que «no hay urgencias, no se tambalea ningún cimiento, nosotros vamos a ser capaces de encontrar la manera de posicionarnos de manera propositiva para el ciudadano, tanto en lo que queda de legislatura como más allá».
Respecto al instrumento a utilizar en las próximas elecciones, y sobre si con la experiencia que tienen optarían por repetir la fórmula de agrupación de electores o preferirían constituir un partido político, Matarranz asevera que su visión personal es que «la complejidad de la tarea es de tal naturaleza que el instrumento de agrupación electoral adolece de ciertas carencias que luego hubieran sido muy prácticas a la hora de llevar adelante el proyecto. Hemos estado en una vorágine tan grande en cuanto a la tarea del gobierno que no ha habido opción de pararse a reflexionar cuál era el siguiente paso». En este punto, indica que su impresión personal «es que probablemente esa continuidad del movimiento debería producirse en forma de partido político, con una estructura y como herramienta para organizar el interés de muchas personas» porque «los demás grupos políticos están dotados de estas herramientas e infraestructura que a la larga se demuestran útiles para canalizar determinado tipo de soluciones».
Señala asimismo que ha habido en su agrupación «falta de experiencia» porque «nadie viene enseñado al Ayuntamiento y este periodo ha sido de un aprendizaje bárbaro. Consideramos algunos que no es momento de cansarse, es momento de poner en valor esta realidad y de mirar que trabajamos todos por lo mismo».
«Hay que respetar la decisión de Isidoro»
Preguntado por cómo recibieron en el grupo la noticia de que Isidoro Gómez Cavero no va a seguir más allá de esta legislatura, Matarranz ha indicado que «formalmente no hemos tenido todavía oportunidad de comentar juntos las declaraciones de Isidoro, que son declaraciones que ejerce a título personal y en un contexto concreto de dificultad, esfuerzo, frustración porque las diferentes iniciativas no han terminado de cuajar y cansancio personal». «Entendemos que las manifestaciones de Isidoro se han producido en un contexto de dificultad y la contrariedad de encontrar a todo el mundo reprochando, afeando, cuestionando y culpando», ha sentenciado el portavoz de CNU.
Sobre que Isidoro no haya comunicado su decisión a sus compañeros de grupo antes de darla a conocer en la prensa, Matarranz ha insistido que bajo su punto de vista «las declaraciones de Isidoro obedecen a un momento puntual de dificultad» y ha resaltado que «tampoco tenía una obligación de comunicarnos nada, ninguno de nosotros le va a pedir cuentas, todos debemos obrar en libertad y ser consecuentes».
Cuestionado sobre si Isidoro va a seguir siendo la cabeza visible de CNU en lo que queda de legislatura tras el anuncio de su marcha, Matarranz ha señalado que «en los próximos días valoraremos la situación. Hay que respetar la decisión de Isidoro, pensamos que este ha sido un movimiento liderado por Isidoro, y respetando sus palabras, veremos si efectivamente él piensa trasladar el testigo o buscar una solución de liderazgo diferente. Analizaremos cómo proceder para poder servir de la mejor manera posible a todos los ciudadanos que nos votaron, más de 6.000 personas que confiaron en un proyecto de cambio». En esos votos «hay una presencia personal muy importante en la figura de Isidoro, pero no era sólo una persona, era un grupo de personas en alineación para canalizar un deseo de cambio».
«A ver cómo pasan estos días, cómo Isidoro nos explica su posicionamiento y a ver cómo nos recolocamos. Se trata de tratar de ver cómo podemos afrontar estos 20 meses que quedan de mandato, y para el siguiente mandato ver cómo se canaliza el testigo que hay que entregar», subraya el portavoz de Cuenca nos Une.
No obstante, el portavoz de la agrupación de electores ha afirmado que «Isidoro ha sido la cabeza visible del grupo y por el momento sigue siendo. Para mi el liderazgo, la capitanía o la representación de la agrupación lo sigue teniendo Isidoro. Pero sin duda alguna tenemos que revisar situaciones y si él de alguna manera dijera lo contrario, deberíamos responder».
Preguntado por si él personalmente y como portavoz del grupo estaría dispuesto a asumir ese liderazgo, Matarranz ha contestado que «no es el momento de señalarse como continuador. Han sido dos años y medio de escasa presencia en los medios porque era una de las cuestiones que se presentaron en el inicio, no hacer ruido político en cuanto a enfrentamientos e intentar sumar cada uno desde su visión. Aquí no hemos operado en clave de ordeno y mando en ningún momento».
De momento no han establecido ninguna fecha para hablar de nada en concreto, y continúan con su operativa habitual en la que semanalmente revisan la actualidad y tratan de trabajar de cara al próximo Pleno. «Yo no considero que haya una urgencia grande, porque el proyecto va más allá de la organización y el liderazgo. El proyecto tendrá que responder a las preguntas que todo el mundo se hace, pero sobre todo tiene que responder a la necesidad de ser influyente y operativo en lo que queda de legislatura».
«Metidos en la boca del lobo»
Sobre su gobierno con el PSOE, Matarranz señala que han estado «metidos en la boca del lobo que supone gobernar una ciudad con un partido mayoritario que ejerce una autoridad y una influencia que sólo estando dentro uno puede leer. La resistencia al cambio es salvaje».
Cuenca nos Une es según su portavoz «una realidad compleja, heterogénea, que se parece a la ciudadanía. Hay varias personas con inquietudes, puntos de vista, sensibilidades y formas de hacer diferentes, y eso puede haber alguien que lo lea como un problema, y para algunos de nosotros es una gran riqueza».
Reflexiona Matarranz que «el reto era tratar de ahormar algo común con esos mimbres, y es un reto de una envergadura tan grande que ha padecido de la necesidad de encontrar pronto la respuesta porque los problemas son acuciantes, y en tan poco tiempo. Ser instrumento de canalización de las demandas de los ciudadanos tanto a las cosas que se hacen como al cómo se hacen, tiene que ser el objeto del CNU de los próximos 20 meses que quedan de mandato».
Sobre el rechazo a la moción de CNU
En otro orden de asuntos, Matarranz ha lamentado la acogida negativa a la moción presentada por su grupo en el Pleno pasado porque «tenía cuatro puntos muy concretos: solicitar al equipo de Gobierno que nos dijera de todas las cosas que viene anunciando y que hemos ido anunciando en la parte en la que nosotros éramos también equipo de Gobierno, y más de 200 iniciativas después, que concretara qué cuestiones eran las que finalmente iban a ver la luz y así podríamos ver qué podíamos aportar los demás; que lo sometiera a participación activa de la ciudadanía y que hiciera un presupuesto antes de que acabe el año».
Critica que recibieron la negativa del Pleno «con absoluta estupefacción» porque «nos dimos cuenta que cuando lo que hace falta es centrarse en el interés de los ciudadanos y que incluso lo que se plantea es del interés del gobierno y de la oposición, prima pasar una factura y tratar de conseguir una victoria que empequeñece al que la obtiene y que honra a quien ha sido derrotado».
Se pregunta el portavoz «si no es momento de recuperar la idea inicial que estaba en la génesis de Cuenca nos Une de servir de instrumento a la ciudadanía, a las asociaciones y movimientos, a los grupos profesionales y a todo aquel que se implica y quiere decir algo». Cree asimismo que es momento de «poner el foco en que la iniciativa ciudadana sea determinante en la acción de gobierno de la ciudad».
Con su moción, asevera Matarranz en sus declaraciones, «nosotros no queremos olvidarnos de dos años de legislatura, sino centrarnos en lo que nos queda de legislatura y poner de manifiesto que hay un antes y un después».
Sobre estos primeros dos años y medio de la agrupación de electores, reconoce el portavoz que ha habido «errores en el sentido de vernos desbordados por la situación, tratar de recomponernos, tratar de influir sin conseguirlo, tratar desde el trabajo de implicarnos en unas áreas de gobierno difíciles. Hemos pagado la inexperiencia y errores en nuestras propias decisiones, aunque algún acierto hemos tenido y algo de influencia hemos ejercido para algunas soluciones». Así, «procesamos la realidad y comprendimos que nuestra realidad era la de ser instrumento para un cambio».