El Grupo Popular exige la reparación «urgente» de las fuentes públicas de Cuenca

El PP destaca la "preocupación" entre numerosos vecinos por los riesgos que conlleva la exposición prolongada al calor.

La concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Cuenca, Soledad Blanco, denuncia el «mal estado» de muchas de las fuentes de agua potable situadas en parques, jardines, plazas y otros espacios públicos del término municipal de la ciudad, incluidas sus pedanías, que no pueden cumplir con su función básica de hidratación y refresco para la ciudadanía.

Los populares destacan que las altas temperaturas han comenzado y ha generado «preocupación» entre numerosos vecinos por los riesgos que conlleva la exposición prolongada al calor, especialmente para colectivos vulnerables como la infancia o la población de edad avanzada.

“Nos han llegado múltiples quejas de conquenses que encuentran cerradas, rotas o inutilizadas fuentes que deberían ser una solución en plena ola de calor. Lo mínimo que puede hacer un Ayuntamiento es garantizar el acceso al agua potable en la vía pública, sobre todo cuando las temperaturas superan los 35 grados”, ha señalado Blanco.

La edil popular recuerda que esta situación no es nueva. “Hace casi un año, en julio de 2024, el Equipo de Gobierno aceptó un ruego del Grupo Popular para actuar sobre la Fuente de la Gimena en la pedanía de Cólliga, pero no se ha hecho absolutamente nada desde entonces. No sólo no se ha arreglado esa fuente, sino que la falta de mantenimiento se ha extendido a otras muchas, tanto en la capital como en otras pedanías”, denuncia.

Por todo ello, el Grupo Municipal Popular ha presentado un ruego para el Pleno ordinario del mes de junio en el que se exige la revisión, reparación y puesta en funcionamiento «inmediata» de todas las fuentes públicas del municipio, una actuación que consideran «urgente» por la estación del año y por las necesidades básicas de la población.

“El acceso al agua no es un lujo, es un derecho. No puede ser que en pleno verano tengamos fuentes inutilizadas en parques donde juegan niños, en plazas donde se refugian mayores o en rutas frecuentadas por senderistas. Es una cuestión de salud pública”, ha concluido Soledad Blanco.