El Centro de Investigación del Hidrógeno tendrá capacidad para tratar 30.000 toneladas de residuos al año

El objetivo es transformar los desechos generados por la industrias agroalimentarios y forestales en productos de valor añadido. Para el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, este proyecto "situará a Cuenca en el mapa energético"

La Diputación de Cuenca ha presentado este jueves el proyecto de investigación que el Centro Nacional de Hidrógeno de Puertollano va a desarrollar en el Parque Científico y Tecnológico de Economía Circular de Los Palancares. El objetivo de este nuevo espacio será valorizar residuos de la zona, basados en la industria que existe en la provincia de Cuenca. A través de una planta de digestión, la producción de biogás en conjunto con la investigación puntera para poder enriquecerlo a biometano y la introducción de una innovadora solución a nivel europeo para implantar la producción de Hidrógeno verde para «ser capaces de revalorizar estos residuos a productos de valor añadido como combustibles», como ha señalado Roberto Campana, investigador principal del plan complementario de energías de hidrógeno verde.

En este proyecto enfocado al I+D+i y enfocado en la economía circular también contará con la aportación de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha. Sobre el tratamiento de purines en este centro, Campana ha señalado que no se trata del objetivo de este proyecto, «estamos terminando de definir el tipo de residuo con los agentes locales y sobre todo estamos pensando en el tema de la industria del aceite, vino, cerveza, champiñones y agroforestal para dar solución a esto. En los próximos días presentaremos el proyecto para conseguir los trámites medioambientales y ahí se verá que no existe la parte de estiércol, gallináceas o purines como se ha señalado».

A través del biometano, que producirá esta planta, se produce gas natural neutro en CO2 «con el biometano se pueden alimentar vehículos, se puede inyectar a la red, ofrecer calefacción a una ciudad además de todos los usos industriales que puede haber, que también es una de las ideas que se tiene dentro de proyecto: dotar de gas natural al polígono que se construirá», ha señalado el investigador.

Sobre la capacidad de producción, Roberto Campana ha señalado que existen dos niveles diferentes de desarrollo: «uno que cuenta con 300 metros cúbicos normales por hora, lo que ya implica una capacidad de tratamiento de 30.000 toneladas de residuos al año. Y otra más centrada en los desarrollos más innovadores a un menor nivel para ser capaces de optimizar de aquí a un futuro lo que ahora existe a nivel comercial».

Fecha y presupuesto

Según han informado los diferentes organismos, el presupuesto que contempla el Gobierno regional para Castilla-La Mancha es de 10 millones que irán destinados a diferentes líneas de investigación, de los cuales este proyecto asentado en Cuenca se llevará «una buena parte».

Sobre los plazos, Roberto Campana ha explicado que el proyecto deberá contar con toda la tramitación justificada para septiembre del año 2025. «Ya estamos trabajando en todos los trámites para poder empezar la construcción y estamos desarrollando en paralelo con los permisos medioambientales que se han de conseguir. Esperamos que todo se acelere lo máximo posible para que de aquí a poco la planta esté operativa».

En cuanto a la creación de empleo que generará este espacio, se calcula que la contratación directa será de quince personas. «Además será un vivero de soluciones. Entre las tareas que también tenemos es la capacitación y formación de personal, todo lo que se va a trabajar aquí es algo innovador y requerirá de profesionales formados en todo lo que es la Ciencia y la Economía Circular. Se trata de una inversión a futuro de toda la cantidad de empleo que se puede generar pensando en la transición ecológica que debemos de hacer. Generará oportunidades más allá de de lo provincial y regional sino que se pueda vertebrar a nivel nacional e internacional».

Por su parte, Ricardo Cuevas, director general de Universidades e Investigación de Castilla-La Mancha, ha subrayado la importancia de este proyecto: «Se trata del proyecto más importante que se ha hecho a nivel país en materia de innovación de renovables. Nunca antes había colaborado el Ministerio de Ciencia, con fondos Next Generation, diez comunidades autónomas, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Centro nacional del Hidrógeno. Eso habla de la importancia de este proyecto en marcado dentro de la transición ecológica que cada vez son más necesarios.

Cuevas también ha remarcado que su localización en Cuenca cuenta con «un encaje perfecto en el Parque de Economía Circular que se está llevando a cabo por toda la biomasa y el enclave que tiene Cuenca y que, sin duda, vendrá a aportar valor y sinergia a las empresas de este parque y a toda la comarca. Unir ciencia, apuesta por las renovables con innovación e investigación garantizará un mejor futuro para la región», ha señalado.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha valorado muy positivamente la colaboración entre administraciones que están favoreciendo que este proyecto inicie su andadura. Se trata de un «proyecto que para nosotros es vital para el futuro de esta tierra. Más de 800.000 metros cuadrados, de los cuales 600.000 serán aprovechables desde un punto de vista industrial y que va a girar en torno a la economía circular, biomasa forestal y aprovechamiento de subproductos agroforestales y que tiene la innovación en la investigación en su razón de ser». La superficie que contará este proyecto será de 30.000 metros cuadrados, con una producción de unas 30.000 toneladas que se sumarán a un huerto solar para generar el biometano a través de restos de podas, industrias gastronómica local y en ningún caso purines ni de restos de animales. Este centro situará a Cuenca en el mapa energético».

En cuanto a los plazos, el representante provincial ha señalado que los plazos se corresponden a «los que lleva cualquier tipo de proyecto, teniendo en cuanta que hay que hay que pasar la evaluación ambiental, lo que conllevaría un plazo aproximado de entre seis y nueve meses aproximadamente en el tránsito hacia esa licencia».