El Centro de Orientación Familiar San Julián mantiene su servicio de escucha y acompañamiento

Aquellos que se sienten "solos, abatidos o desbordados" pueden contactar con el teléfono 608 959 395 o escribiendo un correo electrónico a [email protected].

El Centro de Orientación Familiar (COF) ‘San Julián’ del Obispado de Cuenca es un servicio especializado «de atención integral a los problemas familiares en todas sus dimensiones, y en estos duros momentos que estamos viviendo sus voluntarios continúan con su misión y ofreciendo sus servicios», comparte el Obispado en un comunicado.

Como explican desde el COF “el confinamiento no es una barrera para el acompañamiento, ahora más que nunca queremos ser la mano tendida de la Iglesia al hermano que está sufriendo”.

Además, subrayan que “es posible que nos parezca que no está en nuestras manos cambiar esta realidad que estamos viviendo, pero sí tenemos la posibilidad de construir la actitud con la que la vivimos. La serenidad y la paz, la fuerza y el coraje, la fe y la esperanza que necesitamos son clave en estas circunstancias”.

Desde el Obispado de Cuenca se ofrece este centro como «un espacio de acogida incondicional y de escucha activa para acompañar en el camino de la vida a todos aquéllos que en estos duros momentos se sientan solos, abatidos, desbordados, etc».

Las personas que lo necesiten pueden contactar con el Centro de Orientación Familiar ‘San Julián’ llamando al teléfono 608 959 395 o escribiendo un correo electrónico a [email protected].

En el COF trabajan conjuntamente profesionales y voluntarios católicos practicantes y con cierta formación espiritual y académica, pues, la orientación que se ofrece es desde una antropología cristiana y fiel al magisterio de la Iglesia. En general son profesionales del ámbito sanitario, social y educativo.

Por último, apuntan desde el COF que su objetivo “es acompañar a la persona que se pone en contacto con nosotros, ofreciéndole herramientas para expresar y asimilar una situación de dificultad o sufrimiento, mediante los pilares básicos de empatía, autenticidad y acogida incondicional, favoreciendo su autonomía e intentando que llegue a ser la mejor versión de sí mismo, quien verdaderamente está llamado a ser”.