El calor y la falta de lluvias y desembalses secan parte del cauce del Júcar a su paso por Cuenca

El caudal se reduce a marcas de 1,02 metros cúbicos por segundo, 95 veces menos que en febrero

La falta de lluvias que nutran los arroyos, la ausencia de desembalses en la Serranía y las altas temperas de los últimos días han mermado el caudal y el cauce del río Júcar a su paso por Cuenca hasta el punto de que, en algunos tramos, lo que antes era río ahora se ha secado y la ribera ha ocupado parcialmente el espacio del agua.

Es lo que sucede, por ejemplo, al lado de la pasarela que une el barrio de Fuente del Oro con las llamadas Huertas de la Alameda, en el que desemboca el camino que lleva a los antiguos terrenos del Club Serranía y al Parque de San Ana. Las fotografías captadas este lunes por la tarde muestran cómo el cauce se ha estrechado y ha retrocedido en favor de la tierra y las piedras, permitiendo a los animales corretear sin problemas por la zona. En el lecho por el que todavía discurre el agua la cantidad y la profundidad son mínimas; el fondo es perfectamente visible.

Los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar señalan que la estación de aforos de Cuenca, situada debajo del conocido como ‘Puente de la Autovía’, medía ayer a las 18:00 horas un caudal de 1,02 metros por cúbicos por segundo. La media de la jornada fue de 2,74 m3/s. A inicios de verano, el 2 de julio la cifra alcanzaba los 7,06. El máximo de este año está en los 97,23 m3/s del 15 de febrero.

En cuanto al embalse de La Toba, con fecha 10 de agosto almacena tres hectómetros cúbicos, lo que supone el 30% de su capacidad total.

Además, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) desde el 27 de julio prácticamente no ha llovido en Cuenca y la precipitación acumulada durante este verano es muy inferior a la mediana dl periodo 1981-2010.