Tras tres semanas de subidas, los casos de coronavirus en la ciudad de Cuenca volvieron a bajar entre el 18 y el 24 de octubre. Y lo hicieron hasta los siete infecciones, es decir, uno al día, lo que supone el tercer dato más bajo desde que la Consejería de Sanidad empezó a ofrecer cifras desglosadas por municipios, a mediados de agosto del año pasado.
La reducción -de 22 contagios en términos absolutos y del 75,8% en relativos- devuelve a la capital conquense a un escenario muy similar al de la tercera semana de septiembre o a los comienzos de marzo, tras la quinta y tercera ola respectivamente, cuando se rozó el suelo del anhelado y casi utópico ‘Cero Covid’. Es una estadística muy pareja también a las del final de la primavera.
Si se compara con la situación que había hace un año, la mejoría es rotunda. De 436 casos semanales detectados entonces se ha pasado a 7. El proceso de vacunación, la inmunidad adquirida tras meses de contagios, una meteorología más seca y cálida u otros factores como los propios ciclos de subida y bajada son algunos factores que pueden explicar la abismal diferencia. Todo ello a pesar de que se haya disparado la movilidad y actividad social y económica.
La incidencia acumulada a siete días desciende hasta los 12,8 casos por 100.000 habitantes, lo que implica bajar del riesgo «medio» al «bajo», de la alerta 2 al 1 en la clasificación establecida por el Ministerio de Sanidad junto a las comunidades autónomas. Por muy poco no se alcanzan los guarismos propios de la «nueva normalidad», que se establecen por debajo de la barrera de 10.
A catorce días vista, un parámetro que elimina los sesgos por el retraso en las notificaciones, la incidencia desciende hasta los 65,9 casos por 100.000 habitantes. Es todavía «riesgo medio» según los criterios de las autoridades sanitarios, pero implica un descenso de 18,31 respecto a la tasa de la semana anterior.
