Cortado el acceso al Bosque de Acero por el aumento en el caudal del río

El caudal del río ha aumentazo en ese punto y se está vigilando las inmediaciones del Recreo Peral

El río Júcar se encuentra desbordado en diferentes puntos de la ciudad desde este martes a raíz de la cadena de borrascas que están descargardo lluvia sobre la capital. Fruto de estas situaciones, se están tomando medidas para garantizar la seguridad de los vecinos de la ciudad.

La última de las decisiones que se han conocido es el cierre de los accesos a la zona del Bosque de Acero. El caudal del río ha aumentazo en ese punto y se está vigilando las inmediaciones del Recreo Peral.

Así lo acaba de informar el servicio de avisos del Ayuntamiento de Cuenca, que además señalan que, a pesar de la abundantes precipitaciones, la situación está controlada. Recuerdan que la rehabilitación que se hizo sobre la zona tenían como objetivo modificar la ruta de la corriente de agua para proteger las cercanías de la Residencia de la Alameda.

A lo largo del día, el Servicio Municipal de Bomberos ha cerrado los accesos al paseo fluvial y zonas de recreo próximas a los ríos Júcar y Huécar como medida de precaución ante el incremento del caudal del río Júcar que está provocando la constante lluvia.

El Consistorio conquense ha pedido responsabilidad a la ciudadanía y que respete la señalización que ya se está colocando, recomendando no transitar por los espacios próximos a las riberas de los ríos ante la previsión de que las lluvias continúen y, con ellas, el aumento del caudal también provocado por la apertura del embalse del agua de La Toba.

En la capital se han tenido que realizar achiques en Calderón de la Barca y los bomberos han tenido que intervenir en la Fuente del Oro, donde un gran charco ha dificultado la circulación de los vehículos. La lluvia también ha ocasionado problemas en la calle Francisco Suay, donde ha arrastrado una gran cantidad de barro; en la calle San Lázaro, donde un árbol ha caído sobre un coche estacionado; o en la carretera de Palomera a la altura de la subida a las Casas Colgadas, donde se ha tenido que desviar el tráfico por el aparcamiento en superficie por un desprendimiento de rocas.