Page sobre la reforma penal del Gobierno: «No es tolerable pactar con los delincuentes su propia condena»

El presidente del Gobierno regional ha anunciado además su intención de emprender una iniciativa legislativa “en las próximas semanas” que “impida la posibilidad de ningún tipo de consulta”

El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado con gran contundencia su rechazo a la reforma del Código Penal acordada por el PSOE, Unidas Podemos y ERC: “Soy muy contrario a la decisión del Gobierno. Insisto, muy contrario. Precisamente porque soy muy coherente con lo que le escuchaba al gobierno tiempo atrás incluso antes de las elecciones”.

Page se ha pronunciado sobre la decisión de su partido desde la localidad toledana de Ocaña, donde ha presidido este martes una reunión del Consejo de Gobierno itinerante, de la que ha señalado además que no considera que “sea de izquierdas apoyar los privilegios territoriales, eso es desigualdad pura y dura de la más grave. Ni considero que sea tolerable pactar con los delincuentes su propia condena”.

La rebaja de los castigos por cometer un delito de malversación sin lucro personal o a terceros ha sido uno de los puntos que ha generado más controversia, también dentro de las filas del Partido Socialista, y el presidente del Ejecutivo regional ha expresado su postura con rotundidad:

“Quiero que quede muy claro la opinión del presidente de Castilla-La Mancha. Coger dinero público y desviarlo para un uso manifiestamente ilegal es pura corrupción y de la más grave. No voy a comulgar con esa rueda de molino, me parece imposible pensar que el uso ilegal del dinero público, beneficie a un partido o beneficie a unos intereses políticos, no sea corrupción. No todo el lucro tiene que ser económico, aquí hablamos de un lucro inconstitucional y anticonstitucional, de los que están contra la Constitución”.

Iniciativa legislativa contra cualquier tipo de consulta

Además, García-Page ha anunciado su intención de emprender una iniciativa legislativa “en las próximas semanas” que “impida la posibilidad de ningún tipo de consulta, ni por arriba ni por abajo, ni directa ni perifrástica, que no afecte al conjunto de los españoles. Si se habla de la soberanía nacional hablamos todos, hablamos todas”. Y ha añadido que se “compromete claramente” a que esta iniciativa “no esté al pairo de los cambios de opinión, vacunada contra los cambios de opinión y los cambios de criterio”.