Combatir la brecha digital, el desafío al que se apuntan los mayores de Cuenca

A través del programa Envejecimiento Activo, el Ayuntamiento de Cuenca y Cruz Roja han sellado su colaboración para que las generciones más alejadas de las nuevas tecnologías sepan usar sus principales funciones

Los nuevos hábitos impuestos por las nuevas tecnologías están condicionando el día a día de todas las generaciones, sin embargo, no todas tienen la misma capacidad de adaptarse al nuevo reto de trasladar lo cotidiano a las pantallas de los móviles. Para combatir esta realidad, el Ayuntamiento de Cuenca ha puesto en marcha un proyecto, a través del programa Envejecimiento Activo, que tiene como principal objetivo evitar que la brecha digital, la desigualdad en el acceso, uso o impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación entre grupos sociales, siga siendo mayor.

Pedir una cita médica, realizar la declaración de la renta, traspasar dinero a otra cuenta, pagar facturas o rellenar solicitudes son tareas básicas que hoy requieren tener un dispositivo tecnológico y conexión a Internet, para contribuir a una mayor igualdad, Cruz Roja realiza diferentes talleres, en colaboración con el consistorio, con un alto grado de éxito entre sus participantes que acerca a los usuarios más alejados las principales funciones que pueden facilitar su vida.

«Nosotros nos vamos a centrar en que conozcan son la aplicación del Sescam, porque al final todas las personas mayores van a tener que hacer uso de esta aplicación para, por ejemplo, pedir consultas con médicos. Como todo se está digitalizando todo mucho, también trataremos cómo tramitar procedimientos a través de la Seguridad Social y también queremos hacerles ver es cómo la teleasistencia domiciliaria ya está evolucionando para que, si se la instalan en el móvil, esto puede facilitarles mucho en su autonomía porque no necesitarían la medallita que solo tiene cobertura en casa», señala Victoria Bermejo, técnico de Proyectos con Personas Mayores de Cruz Roja Cuenca.

El pasado año fue el inicio de este proyecto sobre competencias digitales aplicado al uso básico del teléfono móvil. «Le costaban mucho trabajo, cualquier aplicación les parecía un mundo porque en casi todas piden correo electrónico, usuario y contraseña. Ellos esta terminología no la controlan y cada vez que les piden algo, se preguntan por qué le piden tantos datos, no terminan de entender por qué ocurre así», subraya Bermejo.

La forma de trabajo que plantea la técnica de Cruz Roja pretende allanar todo lo posible el camino que transitarán las personas con una escasa formación digital. «Les facilitamos información en papel para que conozcan paso a paso lo que tienen que hacer en cada caso, pero también de manera práctica con sus propios móviles para que sigan los pasos de manera que ellos sepan hacerlo. Trabajamos más la práctica que la teoría».

Apostar por lo digital ya forma parte del presente, no obstante, la disminución de la presencialidad también generan algunas dudas a los usuarios de estos talleres «suelen preguntarse por qué ocurre esto, son personas que de toda la vida han estado acostumbradas al trato directo con los profesionales en las diferentes administraciones y al tener que hacerlo todo a distancia se trata de un choque cultural» y añade que se trata de «un cambio de metodología que se les ha impuesto».

Lo digital casi ha provocado la desaparición de la gestión personal, algo que para Bermejo se trata de una clara desventaja para quienes no se encuentran cercanos al uso cotidiano de las nuevas tecnologías. Una de las recetas que se podían aplicar para que esta situación no implique males mayores sería «favorecer el trato personal y que no sea todo tan digital» o que las propias organizaciones «indiquen cómo se usan las aplicaciones que desarrollan».

Estos talleres están a abierto a la participación de personas mayores de 60 años, las inscripciones se podrán realizar desde el 20 de febrero y hasta el 8 de marzo en las dependencias municipales de la plaza del Mercado.