La empresa pública Adif ha convocado para este martes a la representación legal de los trabajadores para iniciar un proceso de negociación para la movilidad de los trabajadores de la provincia ante los planes de suprimir el ferrocarril convencional Madrid-Cuenca-Valencia.
En esa negociación, según indica Federación de Servicios Ferroviarios UGT de Castilla-La Mancha en un comunicado, Adif hace una propuesta para dejar sin efecto los cuadros del servicio de circulación y por otra parte propone el cierre y amortización de los Equipos de Infraestructura de Vía, Instalaciones de Seguridad Eléctrica de Instalaciones de Seguridad Mecánica. «En definitiva, la empresa nos emplaza para negociar la extinción de la plantilla de 20 trabajadores que, de manera directa, verán como sus puestos de trabajo desaparecen como actuación directa del cierre de la línea convencional», resume este sindicato señalando que, de facto, «es toda la plantilla».
Ante esta situación, la representación de los trabajadores de Adif en Cuenca, deja constancia clara de su rotunda oposición al cierre y desmantelamiento anunciado de la línea de la vía convencional de Cuenca. «Un cierre que se produce precisamente al concluir el año Europeo del Ferrocarril y en total contraposición a las directrices de Unión Europea respecto al fomento del ferrocarril como medio de transporte eficiente, sostenible y como herramienta necesaria y fundamental para la lucha contra el cambio climático. Con el cierre de la línea ferroviaria se contribuye a la despoblación de la provincia, al aislamiento de sus zonas rurales y al fomento del uso de medios de transporte menos respetuosos con el medio ambiente (por carretera) abandonando las obligaciones de servicio público del transporte ferroviario (OSP)».
Así mismo, supone la pérdida de 20 puestos de trabajo directos en Adif y tres en Renfe, más los trabajadores de contratas ferroviarias que son unos doce, entre mantenimiento de la infraestructura y mantenimiento y limpieza de edificios. Cuando debería ser al contrario: revitalizar los servicios que ahora presta Renfe, incrementaría los puestos de trabajo en todas las empresas afectadas por el cierre.
Con el plan presentado por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), y avalada por Adif «se pretende disfrazar la situación de deterioro el cierre de la línea con supuestas medidas de ahorro y remodelación que enmascaran una política de disminución de servicios públicos y reordenamiento territorial, liberando terrenos para la construcción y la especulación, mediante un proyecto que disfraza sus verdaderas intenciones de propuestas urbanísticas, de vías verdes, y de movilidad».
La representación de los trabajadores de la Empresa Adif de Cuenca apoya aquellas propuestas encaminadas a mejorar la movilidad de la ciudadanía favoreciendo el acceso al ferrocarril, «pero no a costa de mutilar y hacer desaparecer líneas del ferrocarril contribuyendo de manera significativa a agravar el problema de la España vaciada en nuestra región».
La representación de los trabajadores de la Empresa Adif de Cuenca exige al Ministerio que desista y no lleve acabo el desmantelamiento de la línea anunciado «y cambie, de una vez por todas, la nefasta política de desinversiones en las líneas convencionales en nuestra región y potencie de forma decidida las inversiones necesarias para aumentar la calidad de los tráficos ferroviarios de estas líneas tanto de viajeros como de mercancías».