Sergio Ferrer (Agencia SINC)
Las vacunas han dado la vuelta a una pandemia en la que el derrotismo se habĆa extendido tanto como el propio coronavirusĀ SARS-CoV-2.Ā La llegada de las variantesĀ reavivĆ³ viejos temores ante la preocupaciĆ³n de que estas herramientas, que tantas vidas estĆ”n salvando, dejaran de funcionar. De momento, los datos procedentes de paĆses como Reino Unido e Israel son tranquilizadores:Ā las vacunas aguantan. Un nuevo estudio publicado hoy en la revistaĀ NatureĀ muestra que la variante delta es capaz de esquivar algunos anticuerpos en condiciones de laboratorio, pero no escapa tras dos dosis de Pfizer o AstraZeneca.Ā
Los autores tomaron el suero de 103 personas que habĆan sido infectadas por el SARS-CoV-2 hasta doce meses antes, asĆ como el de 59 voluntarios que habĆan recibido una o dos dosis de la vacuna de Pfizer o AstraZeneca. TambiĆ©n varios anticuerpos monoclonales obtenidos en el laboratorio, utilizados en algunos tratamientos como el cĆ³ctel de la empresa Regeneron. A continuaciĆ³n, aƱadieron la variante delta (B.1.617.2) y esperaron.
āVimos que el aumento de transmisibilidad de la variante delta estĆ” asociado con una resistencia parcial a la neutralizaciĆ³n por los anticuerposā, resume a SINC el investigador del Instituto Pasteur y coautor del estudio,Ā Oliver Schwartz.Ā
Algunos de los anticuerpos monoclonales, como el bamlanivimab, eran incapaces de unirse a la espĆcula de esta variante. Esto sugiere, segĆŗn los investigadores, que delta es capaz de escapar de los anticuerpos que se dirigen a ciertas partes de la espĆcula. Otros, como el casirivimab y el imdevimab que forman parte del cĆ³ctel de Regeneron, āpermanecieron activosā, probablemente porque se unen a otro sitio.
Los resultados tambiĆ©n mostraron que los anticuerpos de los pacientes que habĆan sido infectados en el pasado por el coronavirus eran cuatro veces menos potentes a la hora de unirse a la variante delta. En el caso de los vacunados con una dosis de Pfizer o AstraZeneca, el suero āapenas inhibĆaā la variante delta y beta: solo un 10 % de las muestras fueron capaces de neutralizar el virus.
La buena noticia es que el estudio sĆ mostrĆ³ que las vacunas protegen contra delta, pero solo tras la segunda dosis: āUna sola dosis no activa cantidades suficientes de anticuerpos neutralizantesā, explica Schwartz. Sin embargo, lo importante es que las dos vacunas que los investigadores analizaron āresistenā esta variante. En este caso, el 95 % de los individuos generaban una respuesta neutralizante, aunque los niveles de anticuerpos fueran entre tres y cinco veces menos potentes en comparaciĆ³n con alfa.
Schwartz matiza que el trabajo se centrĆ³ en el efecto de la variante sobre los anticuerpos. Si algo hemos aprendido gracias a los datos de efectividad en condiciones reales es que nuestro sistema inmunitario va mucho mĆ”s allĆ”: āOtras partes de la respuesta inmunitaria, incluida la celular, tambiĆ©n juegan un rol importanteā.Ā
Las vacunas van mƔs allƔ de los anticuerpos
āEs un trabajo cientĆficamente bueno en su contexto que redunda en la importancia de recibir las dos dosis de la vacunaā, comenta el investigador de la Universidad de ValenciaĀ Rafael Toledo, que no ha participado en el estudio. Aun asĆ, ātienen pocos voluntarios vacunados y lo reconocen en el artĆculoā.Ā
Los investigadores tambiĆ©n comprobaron que vacunar a personas que hubieran sido previamente infectadas por el SARS-CoV-2 bastaba para mejorar su inmunidad hasta el punto de neutralizar la variante delta. SegĆŗn Toledo, esto apoya la importancia de que las personas que han sido infectadas en el pasado se vacunen igual.
āSi los anticuerpos monoclonales van dirigidos al epĆtopo mutado es lĆ³gico [que escape]ā, afirma Toledo. AdemĆ”s, ālas vacunas tienen componentes que van mucho mĆ”s allĆ” de los anticuerposā, asegura en referencia a otros brazos del sistema inmunitario como la respuesta celular, que este tipo de estudios no analizan. Los datos britĆ”nicos obtenidos en condiciones reales, por ejemplo, muestran que solo existenĀ ādiferencias modestasāĀ en la eficacia de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca contra delta.
El SARS-CoV-2 no dejarĆ” de producir variantes, pero nuestro sistema inmunitario no se rendirĆ”. āSi hay mutaciones, las cĆ©lulas de memoria reaccionan muy rĆ”pidamente para generar nuevos anticuerpos contra el epĆtopo emergenteā, aclara Toledo. En el caso de las personas que han superado la infecciĆ³n, la vacuna ārefuerzaā esta respuesta a prueba de evoluciĆ³n.
Estudios como el de Schwartz no pueden, ni pretenden, ahondar en la respuesta inmunitaria en toda su profundidad y matices. Por eso Toledo recuerda que hay que ser cauto a la hora de llevar los experimentos de laboratorio āa la calleā porque āperder neutralizaciĆ³n [en muestras] no es lo mismo que no eliminar el virus en la vida realā.
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