La campaña de recolección de ajos y cebollas de este año llega al campo español marcada por un escenario de inestabilidad ambiental que contrasta con un moderado optimismo. Según las previsiones del Grupo Lomar, mayorista manchego líder en la comercialización de ajos y cebollas, el ajo mantendrá una producción estable respecto a años anteriores, mientras que la cebolla se presenta como la gran incógnita de la temporada.
“Venimos de un año con exceso de cebolla en campo, lo que ha llevado a los productores a reducir siembras. Esto, unido a la cadena de desafíos climáticos que hemos ido superando a lo largo de los últimos meses, probablemente tensionará la oferta de cebolla temprana, empujando los precios al alza. Con el ajo, en cambio, esperamos una campaña normal, lo que dará cierta estabilidad al mercado”, explica José López de la Fuente, CEO de Grupo Lomar.
El principal reto identificado por los expertos Grupo Lomar para esta campaña son las plagas, que se han intensificado por la inestabilidad meteorológica. No obstante, hay un respiro en el plano económico: “Los costes de producción se han normalizado y no supondrán un impacto negativo este año por lo que será clave seguir esforzándonos por mejorar aún más la calidad del género y la actualización continua de procesos”, destacan desde la empresa.
Previsión de precios y efecto en el consumidor
En cuanto a los precios para el consumidor final en supermercados, las previsiones del Grupo Lomar son claras: el ajo podría experimentar una leve bajada en sus precios, mientras que la cebolla sufrirá un incremento, sobre todo en su variante temprana. Este movimiento responde a la reducción de superficie sembrada y a una oferta más ajustada. Para los hogares, esto significará un ajuste en la cesta de la compra, especialmente en los meses de verano, cuando la cebolla temprana entrará con fuerza en el mercado a unos precios por encima de lo habitual.
Según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2024, las hectáreas cultivadas ascendieron a 22.969, con un aumento en la producción del 12%, hasta llegar a las 236.258 toneladas. Los expertos estiman un volumen similar en la presente campaña.
Por otro lado, la industria de ajos y cebollas centra sus esfuerzos en promover una mejora continua en sus líneas de producción para combatir esta fluctuación del mercado y mejorar la calidad del género. “Tenemos proyectado la incorporación de una máquina de pelado automático de cebolla y nuevos secadores que reducirán la humedad en las cámaras de refrigeración, mejorando notablemente la conservación del producto”, indican los expertos Grupo Lomar. Estas innovaciones no solo optimizan la eficiencia, sino que también permiten mantener altos estándares de calidad en un contexto donde el clima y las plagas han puesto a prueba la resiliencia de los agricultores.