“Nunca pensé que un gobierno del PSOE, tan importante para la Transición, pactaría con filoterroristas»

Entrevista del domingo con Javier Rupérez, importante protagonista de la vida política y diplomática española de los últimos cincuenta años

Javier Rupérez es un importante protagonista de la vida política y diplomática española de los últimos cincuenta años. Diputado por Cuenca, de donde proviene su familia materna, Madrid y Ciudad Real, desarrolló también una prolífica carrera diplomática, llegando a ser embajador de España en Estados Unidos. Alejado ya de la vida política activa desarrolla su actividad como profesor y escritor, y recientemente ha publicado un nuevo libro titulado “Las crónicas de la pandemia” inspirado en los primeros meses de confinamiento, que pasó en Madrid en casa de su hermana, donde aún permanece. El 11 de noviembre se cumplieron 41 años de su secuestro a manos de E.T.A., un suceso que causó gran impacto en ese momento y que también rememora en esta amplia entrevista.

Lo primero es preguntarle qué tal está, algo que en el contexto en el que nos encontramos es lo que hay que preguntar en primer lugar.

Pues gracias a Dios estoy bien de salud física y mental pero al mismo tiempo también viviendo el surrealismo de la situación porque mi domicilio habitual es Washington, donde tengo a mi mujer y a mi hija, y de momento no he podido volver. Es cierto que también tengo muchas cosas que hacer aquí en España y tampoco me puedo quejar porque estoy viviendo en Madrid en casa de mi hermana, de manera que estoy muy bien atendido. Acabo de publicar un libro, estoy dando clases y escribiendo varias cosas, de manera que gracias a Dios estoy bien.

Me ha hablado de ese libro que acaba de publicar, «Las crónicas de la pandemia». ¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre este tema?

Como el título indica es el resultado de la primera parte de la pandemia, de marzo a junio. Yo acababa de llegar de Washington para dar unas clases aquí y me tuve que quedar en Madrid, ya no pude volver. Entonces, recordando cosas históricas, literarias, sobre todo el libro de Camus «La peste», me puse a escribir un diario y eso es el libro, un diario en donde están mis experiencias diarias, las cosas que leo y que no he podido leer antes porque no tenía tanto tiempo, mis relaciones puramente digitales con mi mujer y con mi hija, las reflexiones sobre lo que está ocurriendo en España y en Estados Unidos, las películas que he aprovechado para volver a ver, en fin muchas cosas que he recogido en ese diario, también experiencias personas, los amigos que han muerto, una de ellas ha sido una figura muy reconocida en Cuenca, Consuelo Ruipérez, de manera que eso es el libro, un diario. También lo relacioné con experiencias pasadas, como mi secuestro por ETA que dirigió Otegi, y aunque lógicamente no es lo mismo el confinamiento que un secuestro sí que esa sensación de incertidumbre y encerramiento que ha producido la pandemia me recordó aquella experiencia.

Me ha dicho que su familia más directa sigue en Estados Unidos. ¿Qué diferencias ha visto usted entre cómo se vivía la pandemia allí y aquí en España?

La verdad es que se ha vivido mal tanto allí como aquí, y se vive mal por razones varias, una ha afectado a todo el mundo y es que en el fondo no se sabía bien qué hacer con la pandemia, también porque tanto allí como aquí ha habido una incapacidad gubernamental para hacer frente a la pandemia, tanto Trump como Sánchez no sólo no han sabido qué hacer con la pandemia sino que han intentado aprovecharla para efectos políticos personales, han retorcido los datos y no han acertado con las medidas, y por otra parte el grado de contagios y de muertes tanto en Estados Unidos como en España es muy elevado, porcentualmente es incluso más elevado aquí, somos el quinto país en porcentaje de muertos por millón de habitantes, lo cual produce escalofríos, y en Estados Unidos también hay un porcentaje muy elevado. De manera que en ese punto, desgraciadamente, estamos igualmente mal.

Aunque lógicamente no es lo mismo el confinamiento que un secuestro sí que esa sensación de incertidumbre y encerramiento que ha producido la pandemia me recordó aquella experiencia”

Ahora parece que se empieza a vislumbrar la luz al final del túnel con la llegada de varias vacunas que parece que se van a aprobar en las próximas semanas. ¿Usted se va a vacunar? ¿Qué opina de ese rechazo que provocan las vacunas en una parte de la sociedad?

Yo me vacunaría ahora mismo, sí. Veo que hay gente que tiene dudas pero yo no he sido nunca negacionista, ni sobre la pandemia, como ocurrió al principio en España con la celebración de determinados eventos y manifestaciones, ni sobre las vacunas. Esto no quiere decir que todas las vacunas sean igualmente efectivas y que transcurrirán unas semanas hasta que lo sepamos pero yo no tendría dudas en ponerme la vacuna cuando se sepa que las vacunas son seguras y están aprobadas.

Hablando ya de cuestiones políticas usted también ha pronunciado recientemente alguna conferencia sobre la Transición, que es algo de lo que se está hablando mucho y desgraciadamente no para bien porque parece que hay quien está empeñando en renegar de ella. ¿A usted le parece que la Transición está vigente todavía o es un periodo ya superado?

No sólo está vigente sino que es la mejor garantía de nuestras libertades y nuestra prosperidad, porque la Transición tiene una traducción legal concreta que es la Constitución de 1978. La Transición fue un momento que a mí me parece enormemente positivo, para mí es el momento más creativo que ha tenido la nación española desde hace 200 años. Tenemos una historia convulsa, con enfrentamientos civiles y una larga dictadura y en un momento determinado los españoles de todo tipo y convicción ideológica deciden no olvidar el pasado pero sí reconciliarse y concebir una España donde quepan todos. Eso es la Transición y lo que representa la Constitución que, de manera paradójica, una parte del Gobierno de España quiere cargarse. Estamos viendo que el Gobierno está gobernando con aquellos que quieren destruir la unidad del país, que quieren destruir el sistema político del país, que es la monarquía parlamentaria, y al mismo tiempo quieren impedir que los españoles aprendan español, cosas todas que están incluidas en la Constitución y que son tres elementos absolutamente fundamentales, como dice su Título Preliminar, en los que se basa nuestra convivencia y la posibilidad de que no se vuelvan a repetir esas tristes historias negras de nuestro pasado. Y lo que es sorprendente es que este Gobierno quiera cargarse la Constitución; tenemos que ser conscientes de que estamos ante un problema muy grave, yo estoy absolutamente convencido que la gran mayoría de los españoles no quieren prescindir de la Constitución ni olvidar ese momento histórico tan positivo de nuestra historia, pero cuando uno ve que miembros del gobierno intentan blanquear a los filoterroristas, con los que están pactando y diciendo que esos pactos son iguales que los pactos de la Constitución son afirmaciones aberrantes que nos tienen que preocupar a todos.

Al hilo de lo que usted comenta, el otro día José Luis Ábalos decía que con el espíritu de los que critican los acuerdos con Bildu la Transición no se hubiera llevado a cabo.

Es una estupidez, es una estupidez criminal en el mejor de los casos y una aberración política y personal absolutamente incomprensible. Está comparando lo que fue la Guerra Civil con lo que fue un terrorismo sin paliativos. En la Guerra Civil hubo dos bandos que se mataron, y lo lamentamos, y la Transición significó una afirmación implícita de que la guerra la perdimos todos. En el caso del terrorismo no hubo guerra civil, lo que hubo fue una banda de criminales que mataban y un conjunto de españoles que morían sin ningún tipo de discriminación ideológica más que la que imponían los terroristas. Esas palabras son una aberración absolutamente intolerable por la cual seguramente pagarán muy caro, porque ese tipo de colaboración que han inaugurado los socialistas, vamos, lo que queda del socialismo, que no tiene nada que ver con el socialismo que conocimos en otros momentos, produce un espanto y una reflexión sobre los partidos que forman esa coalición incluyendo a la ultraizquierda que quiere llevarnos a un sistema totalitario inspirado en la Unión Soviética y en la Venezuela de Maduro. 

Me ha hablado antes de su secuestro, del que se cumplió hace unos días 41 años. ¿Cómo recuerda aquello Javier?

Pues mire, en eso también doy gracias a Dios porque soy un superviviente que he seguido haciendo lo mismo que antes de ser secuestrado y he seguido trabajando, pero al mismo tiempo a mí no me tienen que contar lo que es el terrorismo, me lo sé de memoria por experiencia y el hecho de estar durante 31 días sometido a la incertidumbre de si al día siguiente estaría vivo o muerto, sin saber lo que ocurría fuera y sometido a todo tipo de amenazas no es un recuerdo amable. Pero sobre todo lo que importa no es tanto mi vivencia personal sino lo que significó el terrorismo en 50 años de vida española y todos aquellos que como yo fueron secuestrados pero no pudieron contarlo porque fueron asesinados durante el secuestro o a los que mataron en un atentando, como a Gregorio Ordóñez o Miguel Ángel Blanco, las casi novecientas personas que murieron a manos de ETA o los que tuvieron que exiliarse del País Vasco porque estaban amenazados, los heridos, todo eso hay que recordarlo no para vengarse pero sí para evitar que se repita y para exigir las responsabilidades de todos aquellos que todavía viven, como Otegi, que me secuestró, que ya no pueden seguir practicando la violencia porque los sistemas de seguridad de nuestra democracia se lo impiden pero sin embargo lo que sí pretenden es seguir adelante con la ruptura de la unidad nacional y la creación de un sistema tribal donde ellos dominarían. Otegi acaba de decir que lo quieren es acabar con España, así que para mí eso es lo importante, las consecuencias que tiene para el país más que mi experiencia personal.

Lo que importa no es tanto mi vivencia personal sino lo que significó el terrorismo en 50 años de vida española”

Hay varios ejemplos recientes en documentales y encuestas de cómo una mayoría de jóvenes de nuestro país no saben quién fue Miguel Ángel Blanco, y lo pongo a él como ejemplo porque fue un asesinato que marcó un antes y un después en la lucha contra ETA. ¿Qué le parece que ocurra algo así?

Me parece muy grave, gravísimo y creo que muestra unas carencias enormes en lo que es el sistema educativo español. Por ejemplo la Constitución no se enseña en las aulas, no la conocen los niños españoles. Lo de Miguel Ángel me parece muy grave, no digo yo que tengamos que recrearnos en todo aquello pero tenemos que conocer nuestra historia porque si no, como dicen los clásicos, estaremos abocados a repetirla. Yo haría todo los posible para que esos recuerdos no se pierdan y además se impidan los homenajes a los terroristas que salen de prisión y el acercamiento de presos a cárceles vascas seguramente como resultado de las negociaciones que el Gobierno hace con los filoetarras.

¿Usted cree que esos acuerdos entre el Gobierno y Bildu de los que se está hablando tanto, y que incluso han abierto una brecha entre dirigentes históricos y barones del partido y la dirección actual del PSOE, son fruto de la necesidad o se han hecho por convicción?

Yo creo que en esos acuerdos puede haber una necesidad circunstancial de buscar votos para aprobar los presupuestos pero si no hay una mínima convicción no se hacen, porque son en sí tan aberrantes en el contexto de la España que nos hemos dado después de 40 años que si no hay alguna convicción no se comprenden. Que haya un gobierno que firme unos acuerdos que tienen un alcance presupuestario con un partido filoetarra dirigido por un etarra convicto y confeso como es Otegi tiene una base de aceptación de lo que dice este sujeto, que él lo que quiere es lo que hicieron los separatistas catalanes el 1 de octubre, montar un referéndum para la independencia vasca, y está diciendo cada día que lo que quiere es romper España, con el apoyo directo además del vicepresidente segundo del Gobierno diciendo que si se van mantendremos una buena relación. Por tanto no sé exactamente la profundidad de la convicción pero desde luego que la hay. Además es que tenían otras alternativas para aprobar esos presupuestos, y ahí está el caso de Ciudadanos, que ha intentado hacerlo y los han dejado al margen porque lo que realmente querían era pactar con los otros. Lo digo con toda la tristeza del mundo pero sí, hay convicción.

¿Con toda su larga experiencia en la política y la diplomacia usted pensó que esto realmente llegaría a ocurrir?

Francamente no, yo que soy un protagonista de la Transición y participé activamente en algunos de sus aspectos sé perfectamente cuáles eran las cualidades de unos y de otros y sé muy bien el espíritu que nos animaba a todos, viniéramos de donde viniéramos, que era encontrar un ámbito de paz y de reconciliación de todos los españoles. Que uno de los partidos que contribuyó de manera significativa a ese proceso un día se viera pactando y cogobernando con filoterroristas o matones tipo Rufián o un partido que claramente es antisistema de extrema izquierda como es Podemos me produce una extrañeza inmensa y no me lo esperaba; ya sé que las cosas han ido evolucionando, que hemos tenido una crisis económica que ha producido muchas derivaciones, que la época Rajoy no fue exactamente lo que se hubiera esperado de un partido de centro-derecha, que se ahí se abandonaron muchas cosas importantes, que se han producido radicalizaciones a la derecha y la izquierda, todo eso lo sabemos, pero que en el Gobierno de España se encontrara la voluntad destructora de la Constitución con el apoyo de terroristas, separatistas, y comunistas me produce un espanto infinito, lo confieso.

¿Cuál es su opinión del auge de los populismos de izquierdas y de derechas, en el caso de España representados por Podemos y Vox respectivamente?

Es una generalización no únicamente en España sino en otros países, ahí está el caso de Trump, que también es un populista y también en Europa estamos viendo populismos de tendencias varias, fundamentalmente en Hungría y en Polonia. Lo primero que tenemos que plantearnos es la situación de las ciudadanías respectivas, qué tipo de incertidumbres ha provocado el sistema democrático como para justificar que aparezcan líderes que recuerdan a líderes del pasado que se llamaban Hitler, Lenin, Mussolini, tanto a izquierda como a derecha. Yo no tengo todas las respuestas, constato desde el punto de vista sociológico cuáles son los movimientos y cuáles son las tremendas derivaciones que esto puede traer consigo pero al mismo tiempo también no pierdo la esperanza ni la confianza en el sistema, que no únicamente está basado en las elecciones pero que tiene periódicamente la llamada electora, que es nuestra vía de salvación, y espero y deseo que en esa vía se produzcan los cambios respectivos para que esto llegue a más. Yo creo que también se están produciendo cosas que a lo mejor no vemos suficientemente, por ejemplo que Podemos está al borde de la extinción y si en estos momentos hubiera unas elecciones prácticamente desparecería porque llega un momento en que la desvergüenza con la que actúan en todos los terrenos de la política es intolerable para cualquier ciudadano medianamente informado y esto también se puede aplicar en otra medida a este Partido Socialista y creo que es importante que se produzca una reconsideración por parte de los líderes de la derecha y el centro-derecha de ese espacio político,  porque las leyes electorales son las que son y aunque sí creo que hay una mayoría suficiente en España en ese terreno como para que vuelvan a gobernar la matemática electoral castiga de una manera muy contundente la división. Yo creo que lo que hay que hacer que por parte de los líderes que creen en la Constitución hacer una llamada muy firme a la recuperación de los valores que incluye este texto, estén donde estén, a la derecha o a la izquierda. Para mi el PSOE tal y como lo conocimos ha desaparecido y gente como Felipe González, Alfonso Guerra y algunos barones como el mismo presidente de Castilla-La Mancha y otros están elevando con razón su voz en contra de esta deriva y deben intentar que el PSOE responda a lo que fue. Es un tema complejo pero la lucha contra el populismo desde la derecha y la izquierda me parece absolutamente imprescindible si queremos preservar el sistema.

Es importante que se produzca una reconsideración por parte de los líderes de la derecha y el centro-derecha de ese espacio político”

¿Cree que deseable entonces un gran acuerdo entre los dos partidos que son realmente alternativa de gobierno en España, como son el PSOE y el PP? ¿Cree que es viable?

Creo que es deseable pero con Sánchez no es viable, por decirlo brevemente. Creo que es necesario porque estamos viviendo momentos muy graves, que ya lo eran antes, desde la moción de censura contra Rajoy en la que éste cometió un error muy grave porque no tenía que haber aceptado ser sometido a la moción de censura, debería haber dimitido y así la secuencia hubiera sido distinta. Lo que es evidente es que en momentos excepcionales lo que uno piensa que deben hacer las dos grandes fuerzas políticas es una gran coalición a la alemana, que ha producido unos efectos muy saludables para ese país y sus ciudadanos. Creo que eso debería considerarse pero con Sánchez no lo veo viable porque él está pensando fundamentalmente en sí mismo y en el mantenimiento de su poder. Naturalmente las grandes coaliciones no duran para siempre y cada una de las partes mantiene sus términos de referencia, duran lo que duran para reconducir la situación grave que el país vive, pero yo sí me lo plantearía, como me plantearía un acuerdo entre todas las fuerzas de derecha y centro-derecha. Yo no estoy de acuerdo con muchas de las manifestaciones de Vox, como tampoco estoy de acuerdo con muchas de las manifestaciones del PP ni de Ciudadanos, pero desde ese punto de vista al Partido Popular le corresponde también una responsabilidad importante para buscar limar las diferencias y conseguir la mayoría suficiente para llegar al gobierno. 

¿Realmente usted piensa que en el corto o en el medio plazo pueda haber referéndums por la independencia de Cataluña y el País Vasco, o al menos para una fórmula intermedia aunque no llegue a la independencia?

A mí lo que me escandaliza es que el Gobierno de España, cuando oye unas manifestaciones como las que hizo Otegi el otro día sobre la república independiente vasca, no diga nada, eso me parece una preocupación y una irritación infinitas. Sobre si es posible que eso se produzca mi opinión es que los independentistas no van a cejar nunca, porque ellos tienen una noción tribal de su propia existencia y creen que el poder de lo que los sociólogos llaman las clases extractivas, que no son otros que las correspondientes burguesías, están marcando perfectamente todas las evoluciones y van pasito a pasito;  un día son los presupuestos, otro día es el acercamiento de los presos, otro día es la recuperación del cuartel de Loyola, y ahí están, no es que yo tenga una capacidad profética, es que ellos mismos lo dicen. Es cierto que el proceso es muy complicado para llegar a esos referéndums pero a ellos les da lo mismo, cuando vemos a Rufián presumiendo de que ha conseguido una serie de ventajas fiscales y al mismo tiempo procura que la situación fiscal madrileña desaparezca es otro pasito, y así hasta que llegue el momento en que esa confederación de repúblicas hispánicas, que es lo que está buscando Iglesias, haga en la práctica que España haya dejado de existir y ya no hay que declarar nada. Yo creo que eso es lo que están buscando. De manera que yo no lo vería como imposible, porque ellos van pasito a pasito y llevan su camino. Lo que sí creo es que hemos llegado al límite y no hay margen para contentarlos pensando que no va a ir a más como se pensó durante mucho tiempo por parte de los gobiernos de España. Además pienso que estos procesos está causando una pérdida de autoestima muy importante de los españoles y una pérdida brutal de reputación internacional, España no cuenta, se ha convertido en uno de los miembros pesados de la Unión Europea, hace 10 años era Grecia y en este momento es España porque estamos pidiendo por todos los medios dinero para despilfarros. Hay que recordar que en los tiempos de la Transición España era un ejemplo internacional de cómo se podía recuperar la dignidad perdida pero en este momento estamos en trance de perder esa dignidad y hay que hacer un llamamiento al pueblo español para recuperar la capacidad de devolvérnosla.

Me siento orgullosamente conquense y por supuesto mantengo mi vinculación con Cuenca”

Termino preguntándole por Cuenca, por la que fue usted diputado y con la que tiene vinculación familiar. ¿Mantiene esa relación con nuestra provincia?

Yo querría acabar esta entrevista con un canto a Cuenca, porque, aunque soy natural de Madrid y un ciudadano del mundo por mis vivencias profesionales, tengo siempre en el corazón y en la realidad un sitio que se llama Puebla de Almenara, que es de donde provenían mis ancestros maternales y donde tengo una casa en la que suelo refugiarme siempre que puedo. La verdad es que Cuenca es una parte muy importante de mi vida, he sido diputado por Cuenca, así que conozco bastante bien una provincia que en mis tiempos ya estaba vacía y que ahora está todavía más vacía pero que es una gran provincia y un gran sitio para estar en ella. Por otra parte ahora estoy volviendo a los temas conquenses, he recuperado y adquirido amistades nuevas y estoy viendo cómo evoluciona la provincia, cuáles son los temas que más le afectan, así que me siento orgullosamente conquense y por supuesto mantengo mi vinculación con Cuenca.