Si no se ponen en marcha los planes de recuperación que exige la ley, la alondra ricotí, uno de los emblemas ornitológicos ibéricos esteparios, podría desaparecer en los próximos veinte años de España. Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid y editado, dentro de su colección de monografías de censos, por SEO/BirdLife.
La alondra ricotí está oficialmente declarada especie “en peligro de extinción” desde 2023. En 2006, SEO/BirdLife la nombró Ave del año con el fin de frenar su declive. Pero esto no ha sucedido: veinte años después, sigue perdiendo poblaciones y efectivos.
Los análisis de viabilidad realizados de la población ibérica de la especie apuntan a una probabilidad de extinción de entre el 84 % y el 90 % en los próximos 20 años. Esto sugiere la necesidad de, no solo mantener la catalogación de “en peligro”, sino incluso su recatalogación a “en peligro crítico” y, como consecuencia, que se activen todos los planes de recuperación que exige la Ley en cada comunidad autónoma para que se revierta su situación.
Juan Traba, autor principal de la monografía y catedrático del departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid, indica que el estado de conservación de la especie es extremadamente preocupante. “Si bien el esfuerzo de censo ha permitido descubrir algunas poblaciones o tener una información más acertada de los números poblacionales —apunta—, también ha permitido detectar la extinción o cuasiextinción de la mayoría de las poblaciones periféricas. Además, se constata que las medidas dirigidas a la conservación de la especie son escasas e inadecuadas, cuando no inexistentes, como demuestran las tendencias peores en el interior de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que fuera de las mismas, y el escaso nivel de cobertura para uno de los paseriformes más amenazados de Europa en la Red Natura 2000”.

Las tendencias de las poblaciones dentro de ZEPA registran un -18 %, frente al +10 % de los espacios fuera de estas zonas, donde se localiza el 55 % de los machos censados.
“Esto debería llevar inevitablemente a una revisión de la red de ZEPA y a una estrategia nacional específica de la especie —continúa Traba—. Los problemas de la alondra ricotí no son los mismos que los de otras especies de aves agroesteparias. En este caso, el abandono rural y el descenso de la cabaña ganadera, junto con la expansión natural e inducida de las masas forestales, están llevando a la extinción a los ecosistemas esteparios naturales y con ellos, a la de especies como la alondra ricotí, una joya de la fauna ibérica”.
Distribución reducida y fragmentada
La monografía “La alondra ricotí en España. Población reproductora en 2017-2024 y método de censo”, editada por SEO/BirdLife, confirma el desfavorable estado de conservación de la especie a escala nacional, y permite comparar de manera directa los resultados presentados aquí con los obtenidos en el segundo censo nacional realizado entre 2004 y 2006. Esta comparación evidencia la cada vez más la reducida y fragmentada distribución de la especie, así como su tendencia negativa. Esta tendencia incluye la desaparición total de la especie en varias provincias, mientras que otras muchas actualmente tienen poblaciones casi testimoniales. Esta redistribución refleja un patrón general de extinción local en núcleos marginales y concentración de efectivos en zonas centrales.
En los últimos 10-20 años, la especie ha desaparecido de provincias enteras, como Toledo, Palencia y Zamora. Y está al borde de la extinción en Andalucía, con sólo 5 machos en Granada y 6 en Almería, Huesca (14), Albacete (3), Burgos (6), Lleida (2), Murcia (4) y Valencia (10).
La publicación recopila los resultados obtenidos, actualizando la información respecto al II Censo Nacional (2004-2007). Se estima una población actual mínima de 3.116 machos territoriales en España, lo que supone una disminución del 4,62 % respecto al II Censo Nacional. Las principales poblaciones se concentran en Aragón (48,1 %), Castilla y León (31,6 %) y Castilla-La Mancha (17,5 %). Cuatro provincias (Soria, Zaragoza, Teruel y Guadalajara) albergan más del 90% de los individuos censados.
Situación en Cuenca
Según el estudio, la población de Cuenca se estima en 54 machos reproductores, repartidos en las siguientes localidades: Saelices, Zafra de Záncara, Valeria, Carboneras de Guadazaón, Cardenete y Moya. Excepto Moya, que acoge unos 36 individuos, el resto de las zonas presentan abundancias muy bajas, de entre 1 y 6 machos.
Como en el caso de Albacete, la tendencia de la población en Cuenca negativa, con un declive del -66,67% desde el II CN,
cuando se estimó en 162 el número de machos. En el censo de 1988 se calculó para esta provincia la presencia de 484 individuos, ascendiendo esta cifra a los 715-750 individuos en el año 2000 (Suárez 2010).

Los datos del II CN ya muestran a Moya como una de las localidades más importantes para la especie, estimándose en ese momento una población mínima de 67 machos reproductores, aproximadamente el doble de la actual. El declive de la especie en otras localidades ha sido aún más acusado. Por ejemplo, en Valeria ha descendido de 36 ejemplares a tan solo uno, mientras que en Uclés-Saelices la población ha caído de 33 a 2 en estos años
Metodología
En esta monografía, además de poner al día la situación de la especie, se propone una metodología de censo estandarizada para futuras evaluaciones, lo que permitirá, si se realizan los futuros censos de forma estandarizada como aquí se propone, tener una base fielmente comparable entre censos que determinará con mucho detalle la evolución de la especie y su situación en el futuro.
Para Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Seguimiento de SEO/BirdLife, “una de las principales actividades de la organización desde sus inicios es la realización de censos de todas las especies de aves con el objetivo de disponer de los parámetros que establece la UICN para conocer el estado de conservación de todas ellas, y así poder dirigir sus esfuerzos de conservación a aquellas que más lo necesiten. La alondra ricotí es uno de estos casos. Esta nueva monografía pone al día toda la información disponible sobre una de las especies que todavía no teníamos bien detallada en nuestra colección de censos y determina una prioridad más de trabajo para nuestra organización, dada la situación alarmante de la especie”.













