El Instituto Nacional de Estadística publicaba recientemente el mapa con el índice de envejecimiento poblacional siguiendo sus propios datos por secciones censales de 2023. Voces de Cuenca ya publicó el pasado 25 de enero que Cuenca es la provincia más envejecida de Castilla-La Mancha, con una tasa del 178%. Pero aún se puede profundizar más en esos datos.
Este porcentaje representa la población mayor de 64 años sobre la población menor de 16 años, midiéndolo siempre a día 1 de enero de un año concreto. Es decir, si en 2023 la tasa de envejecimiento provincial fue del 178%, significa que se contabilizaron 178 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Teniendo en cuenta que la media nacional de envejecimiento en España se situó en 2023 en el 137,3%, tan solo doce de los 238 municipios de la provincia de Cuenca tienen unos datos inferiores.
Se trata, en orden ascendente, de Arcas, el municipio con la relación de población más joven con el 48,08%, Tarancón, Chillarón de Cuenca, Quintanar del Rey, Motilla del Palancar, Minglanilla, Mota del Cuervo, Iniesta, Villar de Olalla, San Clemente, Casasimarro; y, por último, Cuenca con una tasa del 136,87%.
A partir de ahí todos los municipios conquenses superan la media nacional en mayor o menor medida. Hasta llegar a las poblaciones donde las diferencias entre ambos grupos de edad son abismales.
Por ejemplo, la tasa de envejecimiento de Barchín del Hoyo es del 3.700%. Y aún así es menor que las de Huélamo, Torralba, Belmontejo y Canalejas del Arroyo, que llega al 7.100%.
Es cierto que, al tratarse de porcentajes y no de números absolutos puede perderse la perspectiva, ya que, por ejemplo, la tasa de Alcohujate es del 400%, un número mucho menor que el de Canalejas del Arroyo. Pero Alcohujate tiene censados 19 habitantes, de los que solo uno es menor de 16 años y cuatro superan los 65. Es decir, estos porcentajes pueden cambiar mucho con respecto a la cantidad de habitantes de cada municipio.
Por otro lado, al menos una decena de municipios, en su mayoría de las comarca de la Serranía y la Alcarria (como Vindel, Uña o Santa María del Val), aunque también se encuentran por Mancha y Manchuela (Montalbanejo, Zafra de Záncara o Solera de Gabaldón) ni siquiera entran en el mapa elaborado por el INE. Esto se debe a que en estos municipios, directamente no hay habitantes menores de 16 años, por lo que realizar esta estadística es imposible.
Se puede apreciar, además, cómo la mitad norte del país es más propensa a tener municipios más pequeños, además de tener población más envejecida. Así, se aprecia como el sur, centro y este de España presentan tonalidades más claras (población joven), mientras que territorios de ambas Castillas, Aragón y el norte peninsular están más envejecidos.
Serie histórica
Yendo a la serie histórica, los primeros datos de este estilo publicados por el INE datan de 1975, cuando esta tasa era del 54,34%. Es decir, había más jóvenes que mayores de 64. El año 1990, por cierto, fue el primer año en el que la población de 64 años superó en número a los menores de 16 (concretamente la tasa estaba en el 102,78%). A partir de entonces, este porcentaje ha ido subiendo de manera casi ininterrumpida.
En 2003 se situaba en el 163,96%, que bajó hasta el 163,25% de 2005. En 2006 volvió a subir (166,87%) y descendió durante seis años, situándose en el 159,49% en el año 2012. Desde entonces, vuelta a subir hasta los datos de envejecimiento actuales.
