Desde el 5 de enero los animales han pasado a ser considerados en España como seres sintientes, al entrar en vigor cambios en este sentido en el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil. Un cambio normativo que ha sido celebrado por el Colegio de Veterinarios de Cuenca, ya que en palabras de su presidente, Luis Miguel Colmenar, “viene a recoger algo que ya estaba socialmente aceptado”.
En este sentido, ha señalado que “en la sociedad que vivimos, nadie trata a una mascota como si fuera una cosa”. Los cambios han sido celebrados porque “vienen a recoger que nosotros como trabajadores velamos por la salud de los animales y la salud pública. Desde que soy veterinario, siempre hemos tratado tanto a los animales domésticos como a los de producción como animales sintientes, y con estos cambios tenemos un poco más de garantía”.
“La normativa viene a definir qué se debe hacer en el caso de una pareja que se separa, que debe tener un trato distinto y pasa de ser un bien embargable a un miembro más de la familia”, explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca.
Destaca la seguridad jurídica que otorgan los cambios
Colmenar destaca que “el bienestar animal es una ciencia, no queremos inventar nada. Y además nos formamos para eso, y cada vez que se legisla en ese sentido nos satisface, porque a todo el mundo le gusta trabajar con seguridad jurídica. Cuando un veterinario hace una peritación o un informe de maltrato, da más garantía hacerlo desde un punto de vista jurídico que que se lleve a un debate ético o moral”.
Es precisamente el maltrato uno de los aspectos que han sido introducidos con los nuevos cambios. Ahora los jueces podrán proteger a los animales si consideran que se va a ejercer violencia contra ellos en el caso de que exista una separación. En este aspecto, Colmenar indica que en Cuenca existen pocos casos de maltrato y sobre todo llegan a través de denuncias porque “nadie maltrata a un animal y luego lo lleva al veterinario”.
Otro cambio supone que serán considerados en los testamentos, siendo entregados a los herederos que los reclamen en el caso de que no hubiera últimas voluntades. Si no fuera posible o hubiera desacuerdo, se entregaría al albergue de animales hasta que se resolvieran los trámites de sucesión, y en última instancia podrían ser cedidos a un tercero si nadie se hiciera cargo de ellos. Colmenar subraya que “ahora el tratamiento que hay que dar en el caso de fallecer el dueño es muy claro”.
Si bien estos cambios son “normativos y no modifica el trabajo de los veterinarios más allá de algunos casos concretos”, Colmenar indica que se actualiza la normativa dado que “no estaba claro por qué los animales estaban considerados como cosas y por tanto eran bienes embargables cuando la sociedad, la Constitución Europea y muchas legislaciones autonómicas ya venían recogiendo que los animales son seres sintientes”.
La legislación regional es «de las más avanzadas de España»
Sobre la norma concreta en Castilla-La Mancha, el presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca señala que “es relativamente nueva y de las más avanzadas en España, porque es también de las más recientes”.
Paralelamente, Colmenar critica que “sí que hay controversia con el anteproyecto de Ley de Protección de los Animales, con entre otros el carné para identificar a las mascotas. Se encuentra en consulta pública y que a nosotros nos causa extrañeza y hemos hecho multitud de alegaciones porque nos parece que tiene muchísimas deficiencias y le falta mucho aporte técnico y veterinario”.