Los pueblos de Cuenca que resisten a ómicron

Según los últimos datos de Sanidad, 48 municipios conquenses no han tenido contagio en las últimas dos semanas, la mayoría de ellos no llegan a los cien vecinos

En el conjunto de la provincia la COVID continúa su expansión tanto en territorio como en número de casos, en una sexta ola protagonizada por la variante ómicron que no tiene parangón en contagios, al menos si se compara con las cuatro anteriores que forman parte de la misma serie estadística.

Según los datos compartidos por la Consejería de Sanidad, en los últimos 14 días se han infectado en la provincia un total de 7.286 personas distribuidas por la mayor parte del territorio. En la última semana los contagios siguieron subiendo, hasta un total de 575 casos al día y un aumento del 23,6% en tan sólo siete días.

En el lado contrario y según estos datos cedidos por Sanidad, únicamente 48 de los municipios que forman la geografía conquense resisten a la llegada del virus, al menos en esta sexta ola que tanto contagia. Se encuentran repartidos por todas y cada una de las comarcas conquenses y si bien a nivel geográfico es complicado encontrar un patrón sí que es relativamente sencillo hacerlo cribando por su tamaño: se trata de pueblos relativamente pequeños.

De hecho, el de mayor tamaño de ellos es Zarza de Tajo, que cuenta según la última actualización del Instituto Nacional de Estadística con 269 vecinos. De los 48 que aparecen en el listado, tan sólo ocho tienen más de un centenar de habitantes: la propia Zarza de Tajo, Altarejos, La Hinojosa, Moya, Arguisuelas, Castejón, Valdetórtola y Zafra de Záncara.

Así, la tónica general en este listado de municipios a los que aún no ha llegado la variante ómicron es que sean pequeños. Por ejemplo, figuran en la lista de ‘cero contagios’ en las últimas dos semanas 16 de los 20 pueblos más pequeños de la provincia.

Poca población y de edad avanzada

Uno de los pueblos de mayor tamaño que resisten la llegada de la COVID en esta sexta ola es Castejón. Su alcaldesa, María Arribas, afirma en declaraciones a Voces de Cuenca que el coronavirus ha pasado prácticamente desapercibido en su pueblo y desde el inicio de la pandemia no suman ni diez casos “aquí tardó bastante en llegar, hasta la tercera ola no hubo un brote”.

Arribas indica que esta resistencia a la llegada de la COVID se explica en que “en los pueblos pequeños como Castejón, muchas de las personas mayores que viven solas se han ido con los hijos a pasar las Navidades fuera, pero este año se han juntado menos personas en las casas y por tanto han tenido menos contacto”. “Es población mayor, que no tiene mucha actividad y que no sale mucho del pueblo”, asevera la primera edil castejonera.

En este sentido, cita que su municipio mantiene una actividad de ejercicio físico para mayores a la que cada semana acude una decena de personas y el bar permanece abierto, pero siempre se repite que las actividades que hacen son entre gente que vive en el pueblo y es mínimo el intercambio con otros municipios.

La sensación entre sus vecinos, apunta Arribas, es que hay de todo, dado que “hay personas que desde el primer momento guardan muchísimas precauciones y otros que no tienen ya tanto miedo porque están en el pueblo”. “Al final, estar en el pueblo es una tranquilidad para la gente mayor”, sentencia recalcando que la mayor parte de sus vecinos se encuentran vacunados.

El alcalde de Moya, Fernando Igual, indica que si bien su municipio aparece en el listado de municipios sin contagios en los últimos catorce días de Sanidad, esta situación debería cambiar en la próxima actualización. Y es que según apunta, hace ocho días se dio el primer caso de esta ola entre sus vecinos. “Aquí tenemos una media de 75 años y todo el mundo tiene la tercera dosis, y de momento estamos bien”, resalta incidiendo en que “hay pueblos cercanos como Landete que tienen más casos, y aquí la gente está tranquila pero con precaución”.