Habitantes de la comarca de Villar de Cañas, de Cuenca capital e incluso de la provincia de Toledo, se dieron cita este sábado en Alconchel de la Estrella para felicitarse y brindar «por el cierre definitivo del proyecto de basurero nuclear», según ha informado en un comunicado la Plataforma contra el Cementerio Nuclear, la conocida como plataforma Anti-ATC. También estuvieron presentes el alcalde de la localidad, Tomás Borona, y la exalcaldesa de Belmonte, Lourdes López.
«Risas e incluso llantos de alegría brotaron ante la emoción del reencuentro, de personas y organizaciones que han perseverado durante 13 años y 10 meses para parar lo que parecía inevitable. Las y los presentes fueron conscientes de que este es un triunfo colectivo y que las beneficiarias son todas las personas de la provincia», indica la organización.
La charla animada y los testimonios de la lucha fueron continuos durante el acto. Muchos rememoraron las marchas de Casalonga a Villar de Cañas (nueve en total) «y las consecuencias que podría haber tenido para la comarca y para sus familias la construcción del cementerio nuclear».
Uno de los comentarios más repetidos, ha sido la convicción de que el ATC se ha parado por la acción de la Plataforma, «gracias a una amplia base social, lo inadecuado de los terrenos y la convicción de las nefastas consecuencias del proyecto». Y reiteraron su desacuerdo con que otras personas e instituciones pretendan arrogarse el mérito.
Varios de los presentes comentaron que tenían pensado mudarse y abandonar su modo de vida, si se materializaba la construcción del silo radiactivo y auguraban «la ruina y el abandono de muchos negocios».
La intención es continuar con las celebraciones para que las personas que no pudieron estar en Alconchel «puedan también festejar el enorme éxito de lo conseguido».
Para María Andrés, portavoz de la Plataforma, «ya podemos dormir tranquilas, esta larga pesadilla de 12 años ha quedado atrás. No nos preocupa que el ayuntamiento de Villar de Cañas pretenda recurrir el séptimo plan de residuos radiactivos, pues el Supremo no está para atender las pataletas de un alcalde».
