El telescopio heredero del Hubble se pondrá en órbita el 22 de diciembre con el sello moteño de Elena Manjavacas

La científica conquense trabaja para la Agencia Espacial Europea y se encuentra encuadrada en el área que estudia el espectro infrarrojo del James Webb Space Telescope

Elena Manjavacas ante la pantalla con la cuenta atrás para el lanzamiento del James Webb Space Telescope

La ciencia internacional tiene una cita con la historia el próximo día 22 de diciembre. Es la fecha prevista para el lanzamiento del James Webb Space Telescope, el heredero del Hubble que ha prestado servicio durante cerca de treinta años. La científica Elena Manjavacas, natural de Mota del Cuervo, forma parte del grupo de profesionales que lo hará posible desde su puesto de trabajo en la Agencia Espacial Europea en la ciudad norteamericana de Baltimore.

«Finalmente el lanzamiento será el 22 de diciembre, salvo algo extrardinario como que haga mal tiempo o algo inesperado pero, vamos, está todo listo. Será desde Kourou, en la Guayana Francesa, que es desde donde se lanzan los cohetes de la Agencia Espacial Europea», apunta la moteña. El James Webb Space Telescope tomará el relevo del Hubble para aportar más información y más detallada. El Hubble tiene una longitud de poco más de dos metros mentras que el James Webb tiene seis metros y cuenta con instrumentos de vanguardia. «Al ser más grande va ser más sensible a la luz que le llega y va a ser capaz de ver objetos más débiles. Un telescopio sería equiparable al ojo humano, que es quien recibe la luz. Pero los instrumentos serían como el cerebro que interpreta la luz que llega. Va a llevar cuatro instrumentos a bordo. El área en la que trabajo es el NIRSpec (Near Infrared Spectrograph) que se ocupa del espectro infrarrojo. Básicamente estudiará el calor que emiten los diferentes objetos de la galaxia», señala la moteña.  Uno de los datos a favor del James Webb es que todo el telescopio está en criogenia, a temperaturas muy frías lo que evitará contaminación y ruido en los datos. Al reducir el calor del telescopio será más sensible a objetos más débiles o lejanos.

Elena Manjavacas

Destino L2, un punto en el espacio entre la gravedad del Sol, la Tierra y la Luna

Elena Manjavacas se encuentra encuadrada en el grupo que está encargado del «commissioning», algo parecido a la puesta a punto. «Cuando se lance el telescopio y esté en su órbita habrá que hacer un montón de test para ver que el NIRSpec está funcionando como debe. Antes del lanzamiento estamos preparando el commissioning y cuando se lance lo estaremos haciendo. Eso significa hacer turnos para hacerlo deprisa con el objetivo de que esté operativo para la ciencia lo antes posible».

El Space Webb Space Telescope se enviará a una zona del espacio que se denomina L2, un punto estable entre la gravedad que ejercen el Sol, la Tierra y la Luna. «Por lo tanto, el telescopio nos va a ir siguiendo cuando la Tierra gire alrededor del Sol. El Hubble está en un órbita alrededor de la Tierra y, por tanto, está mucho más cerca. Eso ha tenido ventajas porque al Hubble se le han podido hacer reparaciones a lo largo de su vida útil porque llegaban los astronautas. El James Webb va estar mucho más lejos y las reparaciones van a ser más complicadas. No digo que no sean imposibles pero van a ser mucho más complicadas».

La cientifica moteña asegura sentirse «muy contenta» ante la materialización de un sueño en el que lleva trajando durante cerca de un año. «Soy de las nuevas, aquí hay gente que lleva veinte años». Contratada por la Agencia Espacial Europea, trabaja codo con codo junto a la NASA, que desempeña un papel fundamental en el proyecto.