Dentro de un campo de ensayo de girasoles: más producción, mejor calidad y adaptados al clima actual

El Centro de Investigación Agroforestal de Albaladejito realiza ensayos agronómicos donde experimentan diferentes variedades comerciales de esta planta.

El municipio de Carrascosa del Campo es uno de los pueblos elegidos para albergar los campos de ensayo de diferentes variedades de girasol de esta campaña 2025, realizados por el Centro de Investigación Agroforestal de Albaladejito, perteneciente al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla la Mancha (IRIAF). Estos ensayos agronómicos experimentan diferentes variedades comerciales, tanto de girasol linoleico como de alto oleico, y se estudia su comportamiento en cuanto a rendimiento, resistencia a plagas y enfermedades, contenido de grasa o precocidad.

Juan Ángel López es uno de los agricultores de esta localidad de La Mancha conquense que cultiva tres campos de ensayo con semillas de la empresa Maisedour de esas dos variedades comerciales. Cuenta que el trabajo que realizan con esta cosecha es ver cómo se van secando la simiente de cada una y, a la hora de segarlas, se pesa la cantidad de producción que se ha recogido y se analiza la humedad y las grasas que aporta. «El objetivo es determinar qué variedad sale mejor», señala López.

La provincia de Cuenca es de las que más terreno dedica al cultivo del girasol, con una superficie declarada de 128.000 hectáreas, lo que supone el 80,7% del total regional. El tratamiento de este tipo de variedad cambia con respecto a la producción que se cosecha habitualmente. El agricultor destaca que en el campo de ensayo tienen que ver qué semilla «se adapta mejor al terreno o sale mejor». «En un remolque, pesas las diferentes variedades donde también te analiza la humedad y las grasas, y en ese momento sabes cuál es la mejor», sostiene.

Su objetivo es poner toda esta información y resultados técnicos a disposición del sector agrícola con el fin de que los agricultores determinen qué variedad les interesa para su rendimiento, ya sea por la cantidad de producción o la calidad de la grasa.

Más producción y mejor calidad

El director del Centro de Investigación Agroforestal de Albaladejito, Luis León, destaca que los resultados de estos ensayos son «muy importantes», ya que se analizan las nuevas variedades comerciales que sacan las empresas a través de su inversión en investigación y desarrollo «para saber cómo se comportan agronómicamente». La información obtenida sobre el rendimiento de estas semillas se publica para que los agricultores deciden qué variedad cultivar en sus explotaciones.

León resalta que con el paso del tiempo las variedades del girasol han ido mejorando en producción y calidad. «No son las mismas las de hoy en día que las de hace 20 años. Las de ahora son mucho más productivas, con muchos menos problemas a plagas y enfermedades y que se adaptan mejor a las condiciones climáticas actuales», señala el director del centro de investigación.

Las casas comerciales y Albaladejito trabajan además en sacar variedades que se adapten mejor a la climatología de hoy en día, con condiciones cada vez más extremas, «teniendo en cuenta que la situación meteorológica en los cultivos es esencial, porque el girasol requiere que llueva».

Luis León resalta que la campaña actual se está desarrollando «bien» porque la climatología «ha sido muy buena» gracias a las abundantes lluvias de primavera, que son los meses cuando se siembra el girasol. Durante la floración, depende de la zona, también se produjeron tormentas que no ocasionó mucho daños en el fruto «que le vino muy bien a la planta». «Este año hay zonas donde los rendimientos van a ser elevados. En términos general, va a ser una campaña buena o aceptable», concluye el director del centro.