En un momento en el que comprarse un piso se ha convertido en uno de los sueños imposibles de las generaciones actuales y el precio de la vivienda hace que más de uno se plantee volver a la cueva de Altamira, la oferta de la vivienda no ha dejado a nadie indiferente en la inmobiliaria Valera Poveda, de Motilla del Palancar. Esta web publicita un castillo medieval del siglo XII a ocho kilómetros del pueblo, concretamente en Valhermoso de la Fuente por apenas 50.000 €. Su descripción que reza: «excelente oportunidad para adquirir un castillo a precio económico».
Aunque parezca mentira, por el coste medio de un coche de gama media se puede ser el propietario de una fortaleza entera con 15 000 metros cuadrados de historia, torres, murallas y con unas vistas envidiables al valle del rio Júcar. El «pack» del castillo incluye el anteproyecto para la restauración e incluso el presupuesto del que, aseguran desde la inmobiliaria, «se puede obtener hasta un 80% de subvención».
Esta fortaleza está situada junto a la Nacional III, a 180 kilómetros de Madrid y a 140 kilómetros de de Valencia. El castillo consta de la Torre del Homenaje, donde se pueden recuperar sus cuatro plantas originales y de parte de la cerca medieval. La zona, según publicita la inmobiliaria, cuenta «con mucha caza» y está «muy cerca del pantano navegable de Alarcón», con luz y agua a pie de parcela.
El anuncio de este castillo se antoja en la actualidad como algo así como una novela caballeresca en la que los gigantes no sn molinos, sino precios por metro cuadrado imposibles. Así lo evidencia el precio medio de estos en Cuenca, según Idealista, ronda los 1.544 euros por metro cuadrado en la capital frente a los 3,33 euros que cuesta el del castillo.
Haciendo las cuentas, un apartamento de 100 metros cuadrados en la capital alcanzaría un valor de se coloca en unos 154.400 € mientras que el castillo sería casi 464 veces más barato que el de un piso en la ciudad. Una paradoja tan grande digna de los misterios del Arca de la Alianza o el Santo Grial. En ambos casos, el mercado nos recuerda que la vivienda no es solo un techo, sino que también es un relato. Y el relato del castillo de Valhermoso es, sin duda, más barato y mucho más glorioso que el de cualquier piso con vistas a un parque infantil.
