Yanguas: «La figura del Papa no puede comprenderse plenamente únicamente desde un punto de vista humano»

El obispo de Cuenca pide a los files que recen por los cardenales que van a participar en el cónclave para elegir al sucesor de Pedro

En su carta semanal, el obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha reiterado su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido el pasado lunes de Pascua, 21 de abril, y ha llamado a todos los fieles de la diócesis a unirse en oración tanto por el eterno descanso del Pontífice como por el Cónclave que deberá elegir a su sucesor.

Yanguas ha señalado que, como era previsible, los medios de comunicación han ofrecido valoraciones muy diversas sobre el pontificado de Francisco, diferencias que atribuye en parte a la perspectiva de fe —o su ausencia— desde la que se analizan sus acciones. Para el obispo, la figura del Papa «no puede comprenderse plenamente si se la considera únicamente desde un punto de vista humano o institucional, sin tener en cuenta su dimensión espiritual y eclesial».

En su reflexión, el prelado ha recordado que cada Papa deja una huella propia en la historia de la Iglesia, determinada por su formación, carácter y experiencias, pero ha subrayado que lo esencial en él es su misión como sucesor de Pedro: “ser el mismo Pedro como institución”, ha afirmado. Asimismo, ha hecho referencia al don de la infalibilidad que acompaña al Papa cuando enseña de forma definitiva en materia de fe y costumbres, subrayando que esta enseñanza no es obra de su voluntad personal, sino fruto de la asistencia del Espíritu Santo.

Ante la próxima elección del nuevo Papa, Yanguas ha insistido en la necesidad de orar intensamente para que los cardenales electores, reunidos en Cónclave, sean guiados por el Espíritu en su discernimiento. Ha reconocido que resultan necesarios, sin duda, los discursos humanos, el análisis y la reflexión acertada tanto sobre las circunstancias y exigencias del momento como sobre la persona más adecuada para llevar el timón de la barca de la Iglesia. Sin embargo, ha subrayado que “aún más necesaria resulta nuestra oración”.

El obispo concluye su carta invitando a los fieles a prepararse con fe para recibir al nuevo Papa, por quien —asegura— “ya rezamos y a quien ya respetamos y amamos”.