El conquense Miguel Ángel Rubio y su equipo de expedición (Silvia Navarro, Dani Orte, Javier Agraz, Jorge Sánchez y José Manuel Asencio) han escalado el monte Kilimanjaro con el objetivo de recaudar fondos para la investigación contra el cáncer.
Más concretamente, con esta iniciativa, llamada ‘Kilimanjaro, la importancia del momento’, se busca recibir donaciones a través de la Asociación Española Contra el Cáncer hasta llegar a los 20.000 euros.
Por el momento se ha recaudado más del 65% del objetivo final, aunque quedan menos de 40 días para que acabe el plazo para este reto. «Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del reto, que ha sido hacer cumbre. Ahora está en manos de la gente terminarlo», afirma Rubio. El montañero asegura que esta expedición ha sido «un revulsivo» para las donaciones, habiendo superado rápidamente los 13.000 euros.
Rubio ha querido agradecer la ayuda de la AECC así como el patrocinio pendiente de la Diputación de Cuenca y el Ayuntamiento de Cuenca. «Además, la Fundación Sumando Recursos ha sido vital para poder hacer este viaje gracias a los 16.000 euros con los que nos ha patrocinado», al igual que agradece a la agencia ‘Wild Bikes’ por «haber ajustado los precios lo máximo posible».
Tampoco ha querido olvidarse de la Fundación UAPO de Granada, que «nos asesoró en alta montaña, organizaron y nos guiaron en nuestra expedición en Sierra Nevada, y ayudó en que el Instituto Mixto Universitario de Deporte y Salud de la Universidad de Granada me realizara un primer chequeo para comprobar mi estado físico». Asimismo, Miguel Ángel ha mencionado la «inestimable» colaboración de la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha, que aportó «su asesoramiento, patrocinó la expedición y facilitó las gestiones de las licencias federativas».
Este viaje podrá verse en un documental que se ha filmado durante la travesía y en el que ya están trabajando varios miembros del equipo.
Miguel Ángel Rubio superó un sarcoma (un tipo de cáncer raro que afecta a las capacidades motoras), con la previsión de que «le costaría subir escaleras». Antes de dirigirse a Tanzania, se entrenó físicamente, cambió su alimentación y se preparó para este viaje ascendiendo al monte Meru.




