A las 18:45 horas de este sábado, en El Sargal y frente al Torrelavega, el REBI Cuenca inicia este sábado otra temporada en la Liga Asobal. 22 consecutivas llega el equipo conquense en la máxima categoría del balonmano español y el principal objetivo para esta nueva campaña es que sean 23: la permanencia es el gran reto en un contexto de profunda renovación de la plantilla y un verano que ha transitado entre el desencanto contenido y las marejadillas institucionales.
A estos problemas más estructurales se suman los problemas físicos que sufre el cuadro castellanomanchego. Son bajas por lesión Álvaro Martín, Antúnez y Arguillas, y tampoco podrá ser de la partida Diego Gándara, ya que está cedido por el Torrelavega y su contrato no permite que se enfrente a su club matriz.
Lidio Jiménez, el entrenador del REBI Cuenca, destaca que afrontan el inicio liguero «con muchísimas ganas y muchísima ilusión», a pesar de la complejidad que implica medirse a un rival contra los cántabros -que consiguió clasificación europea la pasada temporada- y de que las incidencias de salud de sus jugadores le han impedido prepararse como hubiese deseado.
«Es un partido en el que tenemos mucho que ganar y poco que perder. Es un equipo que viene muy rodado, que el 95% de la plantilla es la de la temporada pasada y con el trabajo eso. Eso nos complica, pero estoy seguro de que mi equipo se va a dejar la vida», ha apuntado.
Ante la diferencia aparente de nivel, la estrategia pasa por aprovechar el factor campo para sorprender al Torrelavega. «Necesitamos a la gente más que nunca», ha defendido Jiménez. «El equipo que venga a jugar a casa tiene que saber que aquí la gente va a apretar y que le va a costar sacar los puntos y la gente va a ser más fundamental que ningún año». En la cancha la receta pasa «por mucho trabajo y, sobre todo, mucha concentración. No podemos regalar goles e intentar duros en defensa», ha indicado.
Respecto al conjunto de la temporada, Jiménez recuerda que el REBI Cuenca tiene uno de los presupuestos más bajos de la liga «y eso no es una forma de hablar», por lo que ha pedido a la afición «resetear» y darse cuenta de que va a costar mantener la categoría. «Después de 22 temporadas en ASOBAL va a ser la más compleja y nos vamos a tener que acostumbrar a luchar por otros objetivos», ha insistido.
