«Vivir exclusivamente de la investigación es muy complicado en este país por financiación y regulación»

Entrevista con Iván Cavero Redondo, investigador, docente, y recientemente galardonado con el Premio a la Investigación e Innovación Joven en Ciencias de la Salud

Iván Cavero Redondo, requenense de nacimiento pero de padres conquenses, lleva viviendo en la ciudad desde 2005. Actualmente es doctor en investigación sociosanitaria y actividad física, profesor en la Facultad de Enfermería y director del departamento de Enfermería, Fisioterapia y Terapia ocupacional, investigador y responsable de CarVasCare. Además, recientemente ha sido galardonado con el Premio a la Investigación e Innovación Joven en Ciencias de la Salud en la III Edición de los Premios de Investigación e Innovación del gobierno regional. También es autor de más de 190 artículos y, según la Universidad de Stanford, está en el 2% mundial de los autores más citados.

Hay una cosa que no me queda clara. Habiendo nacido en Cuenca y con el historial que tienes, ¿por qué decidiste quedarte en Cuenca?
Para empezar, Cuenca siempre ha estado en mis raíces porque mis padres siempre han tirado para aquí. Pero es que, después de estudiar Fisioterapia aquí en Cuenca, me ofrecieron trabajo en la ciudad y no me lo pensé. Fue mi primera opción. Fui hilando trabajos durante diez años y, en un momento dado estudié Enfermería y Vicente Martínez Vizcaíno me ofreció coger una beca de investigación para desarrollar mi tesis doctoral en el Centro de Estudios Sociosanitarios.

Este premio a la Investigación e Innovación Joven en Ciencias de la Salud, ¿es por algún hito en concreto o es por tu recorrido en general?
Es por la trayectoria en general. Lo primero, eso sí, es que es un reconocimiento que no solicité. Alguien que no sé quién es presentó mi candidatura. Valoran tu currículum a lo largo del tiempo, no algo que hayas hecho puntualmente; y, dependiendo de la edad que tienes, pues ya pasas a una categoría u otra.

Entonces, sí tú no presentaste esta candidatura y no eras consciente, ¿cómo reaccionaste cuando te notificaron que te lo habían dado?
Me sorprendí un montón. La verdad es que fue una sorpresa muy grata, porque era totalmente inesperado. Hay otras convocatorias a las que me he presentado que sí puedes esperar que te llamen. Pero cuando te llama el gabinete y te dicen que te van a poner con el consejero de Educación, lo primero que piensas es «algo he roto o algo estoy haciendo mal». Cuando me lo dijo en persona fue una sorpresa bestial. Estos reconocimientos que no esperas te alegran mucho más de los que esperas.

«Al año están saliendo unos cinco doctores en Enfermería y dos en Fisioterapia en Castilla-La Mancha»

Pasando ya a tu faceta de profesor en la Facultad de Enfermería. ¿Qué asignaturas impartes?
Enfermería Comunitaria II, que principalmente habla de la prevención y promoción y de la educación para la salud de la población, sobre todo en las enfermedades crónicas más prevalentes que es en las que más trabajo, en la comunicación con el paciente; y de Principios Básicos de la Investigación en el Máster de Investigación sociosanitaria. Pero también soy profesor en el Máster Oficial de la UCLM de Fisioterapia en suelo pélvico y en el Máster Oficial de Fisioterapia neurológica en la asignatura de Métodos estadísticos y Análisis de datos. En realidad trabajo muy poco en fisioterapia. Lo que más trabajo son métodos de investigación, epidemiología, salud pública, investigación clínica y, sobre todo, enfocado en la línea de investigación de la salud bascular y la rigidez arterial.

¿Cómo ves a las futuras generaciones de enfermeros?
Pues, sinceramente, a mí me sorprende que cada vez son mejores profesionales. Con la conversión de escuelas universitarias a facultades y la implantación de estudios de cuatro años ha habido un enriquecimiento académico. Luego habrá una parte clínica que deberán juzgar sus tutores clínicos, pero en el aspecto académico ha habido un crecimiento positivo. Ha habido un crecimiento de doctores en enfermería muy alto. Antes no había tantos doctores. De hecho, muchos de los estudiantes de Cuenca y de la UCLM se quedan con nosotros a hacer el Máster y el Doctorado y, al año, están saliendo unos cinco o seis doctores en Enfermería y dos o tres en Fisioterapia en Castilla-La Mancha. Ha habido una mejora acdadémica que no sé si se traslada a nivel clínico, entidendo que sí porque empieza a ser una profesión muy respetada. La enfermería ya se ve de manera diferente a cómo se veía, y suelen ser profesionales muy preparados y, sobre todo, la especialización nos ha permitido no ser tan generalistas y dedicarnos a los centros de salud, geriatría, urgencias, a las matronas… El crecimiento se ha notado muchísimo en la Universidad. Y más teniendo en cuenta que los alumnos que vienen a Enfermería lo hacen cada vez con notas más altas, es una de las carreras más demandadas. Suelen ser estudiantes con currículums muy potentes. Y hay una cosa que está cambiando también: muchos estudian Enfermería como primera opción, y esto es muy positivo.

¿Se sigue manteniendo el ratio de más mujeres que hombres?
Sí. Hablamos de un 80-86% de mujeres. Pero sí que es verdad que, en los últimos años (lo hablaba el otro día con el decano de la Facultad de Ciuadad Real), ha habido un crecimiento de chicos en Enfermería. No es algo sustancial, pero lo normal es que hubiera unos cinco o seis chicos y ahora podemos ver quince o veinte en clases de 125 personas.

¿Y hay mucha gente de la provincia?
Las políticas que tiene la UCLM favorece que la gente de la propia región se quede a estudiar en Castilla-La Mancha, sobre todo porque tiene las tasas de matrícula más bajas de toda España. Encima está favoreciendo que la gente de su entorno pueda estudiar cerca. Aquí, en una provincia tan amplia, tenemos gente de casi todas las localidades de Cuenca, pero también hay estudiantes que vienen de fuera de la región. Tenemos muchos alicantinos, algunos andaluces, también hay de Castilla y León en menor cantidad… Llama un poco la atención que se atraiga tanto talento de fuera. Pero, principalmente, son de Cuenca y Albacete.

«El hospital universitario significa que tendremos mejores medios en tecnología, espacios y humanización»

¿Cómo ves el nuevo hospital universitario?
Lo veo como una oportunidad. Tener un hospital universitario enriquece académicamente a los profesionales que salen. Hay que tener en cuenta que rozamos casi el pleno empleo, los estudiantes que terminan de esta salen trabajando, y eso es muy difícil. Otras profesiones no lo pueden decir. Tener un hospital universitario quiere decir que vamos a tener mejores medios clínicos para formar a los futuros profesionales, tanto en tecnología como en espacios y humanización. Y eso es una cosa muy importante, porque parece que lo importante es que los hospitales crezcan en tecnología e innovación, pero es muy importante que es la humanización, y el nuevo hospital universitario favorece esa humanización de los pacientes. Además, creo que la Universidad de Castilla-La Mancha va a tener un espacio en el hospital, con aulas para poder formar a los profesionales. Y con la implantación de Ingeniería Biomédica en nuestro campus se pueden generar sinergias y puede formarse un hospital con unos profesionales muy potentes. El Hospital Universitario lo veo muy positivo, pero lo veo lejos, eso también es verdad. Me imagino que la ciudad tendrá un plan de crecimiento hacia esa zona, pero lo veo muy positivo que hayan apostado para hacer un hospital nuevo, más tecnológico y más humano.

Ya pasando a tu faceta como investigador, mirando tus artículos pubicados en Research Gate veo que hay temas muy diversos: resistencia a la insulina en ciertas patologías, análisis personalizado de datos… ¿Cuál es tu línea de investigación principal?
Hubo un momento en mi desarrollo como investigador en el que mi mentor decía: «Nosotros en sí no somos investigadores, somos evidenciólogos». Y eso es porque en la crisis de 2007, cuando no había o no se estaba dando dinero para investigación, ahí fue un visionario y decidió instruir a los nuevos predoctorales hacia el desarrollo de la metodología de revisiones sistemáticas y metaanálisis. Esto nos hizo ser un centro puntero a nivel mundial en el desarrollo de estas metodologías, por lo que muchos investigadores recurrían a nosotros para el desarrollo del análisis estadístico de este tipo de metodologías. De ahí lo de evidenciólogos: no es que sepamos de todo, sabemos de hacer metodología. Sabemos cómo desarrollar esa metodología. Sabemos que si tienes un ensayo clínico, cómo tienes que desarrollarlo independientemente de cuál sea su objetivo. La metodología siempre va a seguir unos patrones. Sabemos hacer estudios observacionales, sabemos desarrollar revisiones sistemáticas y metaanálisis. Pero es que, además, al final yo he realizado muchas estancias de investigación y no todos han trabajado en lo que yo he investigado. La mayoría de mis publicaciones están relacionadas con la salud cardiometabólica, no una patología en concreto, pero sí parámetros que se asocian con esa enfermedad.
Estuve trabajando en Carolina del Sur el desarrollo de un análisis para ver la relación entre el estilo de vida de las personas con el ictus, que es una enfermedad cardiovascular; en la Universidad de Massachusetts estuve desarrollando una investigación de cómo el número de pasos mejoraban la rigidez arterial; en Oporto estuve trabajando sobre el tema de mi tesis, que era sobre un marcador endocrino metabólico del nivel glucémico de los últimos tres meses, lo estuve analizando para ver cómo se asociaba con la mortalidad… Por lo tanto, cuando iba a un centro de investigación, lo que aportaba era este concepto metodológico e intentaba desarrollar la metodología y el análisis de datos que me daban. Parece raro porque soy enfermero y fisioterapeuta, pero, al final, me he desarrollado en estos campos. extraño.

Aún así, eres el investigador principal de tres proyectos financiados. Aquí vienen dos preguntas: ¿en qué consiste ser el investigador principal? Y segundo, ¿en qué consisten estos proyectos?
Ser investigador principal consiste en coordinar un proyecto de investigación. Cuando uno desarrolla un proyecto de investigación lo primero es desarrollar una memoria científica para pedir financiación. Es muy difícil no llevar un proyecto de investigación sin desarrollarla. La primera financiación que yo consigo es de la universidad privada de Comillas para analizar el envejecimiento vascular acelerado en una población sana en Cuenca. En este caso actuando como co-investigador principal junto a Alicia del Saz Lara, también de la UCLM. El siguiente es un proyecto del Instituto de Salud Carlos III, de una convocatoria de proyectos nacionales asociados con salud, para analizar el efecto de diferentes fármacos antihipertensivos, no en la presión arterial si no en la rigidez arterial, en la salud vascular. Este proyecto es coordinado, yo soy investigador principal en el nodo de Cuenca y hay otro investigador en la Universidad de Salamanca. Y el último proyecto es un ensayo clínico financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para analizar el efecto del ejercicio en pacientes con insuficiencia cardíaca. En este proyecto lo que estamos analizando es qué tipos de ejercicio, de intensidades altas y bajas, mejoran la función del corazón, la rigidez arterial, la función endotelial y la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes. Se hace porque hay poca evidencia de que el ejercicio combinando el aeróbico con fuerza pueda ser efectivo. Y sí, parece que estos dos ejercicios son más efectivos que el aeróbico, pero no había ningún ensayo clínico desarrollado. Es un trabajo multidisciplinar donde trabaja cardiólogos, ingenieros, enfermeros, farmacéuticos, de ciencias de la actividad física y deporte… Nos falta recoger los datos finales, pero vemos que va a haber una mejora en los pacientes con insuficiencia cardíaca.

¿Qué es CarVasCare?
Es un grupo de investigación que nació en 2023 en la UCLM, pero también está en el IDISCAM, el Instituto de Investigación y salud de Castilla-La Mancha. Se dedica a estudiar o investigar sobre cuidados o intervenciones de estilo de vida que son saludables tanto a nivel cardiaco como a nivel vascular. Estamos teniendo un crecimiento bastante importante del grupo y está funcionando muy bien.

«Si solo hubiera investigadores o solo hubiera docentes, la Universidad se convertiría en un instituto»

Y ya por último: Aún habiendo publicado tanto y siendo tan reconocido en este mundo, ¿se puede vivir solo de la investigación en España?
Es la pregunta clave. La investigación debería ser el 70 o el 80% de un profesor universitario. Digo que debería ser, lo he puesto en condicional. Somos personal investigador docente y es verdad que la docencia no hay que quitarla nunca, es fundamental. Pero vivir exclusivamente de la investigación es muy complicado en este país. Primero, hay poca financiación y, segundo, todavía no está muy regulada la figura del investigador y, si lo está, es en muy pocas universidades. Un profesor universitario para poder estabilizarse y ser profesor titular o catedrático, tiene que investigar. Pero ahora ya no vale con ser investigador y docente, ahora nos piden también transferencia del conocimiento. Es decir transferir lo que estamos investigando a la población mediante contratos con empresas. Yo vivo de la investigación y trabajo de docente. Digo esto porque la investigación son horas de trabajo fuera de las horas de trabajo. No es justo que algo por lo que te debería pagar lo tengas que hacer fuera de tu horario de trabajo, porque hay que entender que la investigación o la docencia debería estar dentro de la parte del trabajo. Aunque se está intentando buscar maneras de compatibilizarlo es muy complicado.

¿Y no debería poder dedicarse a la investigación quien lo quisiera?
Planteo una cuestión: si solo hubiera investigadores y solo hubiera docentes, la Universidad se convertiría en un instituto. Sin menospreciar a los institutos, por supuesto. Lo que quiero decir es que lo que enriquece al alumnado de la universidad son las investigaciones del profesorado, porque de lo que te deberían hablar es de lo último que se está desarrollando en investigación, para que cuando salgas al mundo laboral, puedas ver cómo se está transfiriendo eso que te contaron tus profesores a la vida real. Eso sería el concepto ideal de universidad. Es complicado. Si solo hubiera docentes, se hablaría de lo que hubiera en un plan de estudio ya establecido y a lo mejor ahí perdería ciertos requisitos. Tal vez esto es una utopía y es algo más que me gustaría a mí que la realidad de lo que se vive en las universidades.