Ruta para comer casero en Cuenca sin tocar los fogones: seis locales de platos para llevar «con instrucciones»

Menús veganos, fitness y clásicos para aquellos que no pueden o no quieren cocinar sin renunciar a la comodidad de casa

Septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina, de orden, vida planificada, pero para muchos no es un sinónimo de vuelta a los fogones. Para aquellos en cuya nevera el ingrediente estrella es el medio limón que lleva meses languideciendo, como único superviviente de todas las recetas que nunca llegaron a cocinarse, Cuenca se llena de locales que ofrecen alternativas para comer de manera saludable y casera sin tener que ponerse un delantal.

La respuesta al dilema culinario, marcado por un ritmo de vida cada vez más exigente, la priorización del ocio y el tiempo para actividades, como el deporte o los hobbies, tiene sabor a todo tipo de necesidades: menús veganos, vegetarianos, sin gluten, fitness… y hasta los clásicos que reconfortan como un buen plato de cuchara o un asado. La ciudad se adapta y hace la vida más fácil… y el limón, esta vez, quizá encuentre compañía en un plato listo para disfrutar.

Los comensales que congregan en estas cocinas son muy variados: desde universitarios que se estrenan en la vida independiente y cuyos padres agradecen que no vivan a base de pizza y precocinados hasta profesionales con jornadas maratonianas que no tienen tiempo de ponerse el delantal, familias que buscan soluciones rápidas pero caseras y jubilados que quieren disfrutar de un buen guiso sin complicaciones. Para todos ellos la necesidad común se satisface con platos en tuppers que vienen incluso con las instrucciones para consumir los platos, ya sea tres minutos en el microondas o abrir y comer, sin margen de error ni necesidad de manuales de cocina.

SAN FERMÍN A FUEGO LENTO

‘A Fuego Lento San Fermín’ (Polígono Industrial Sepes, C/Cubillo, 118) nace de la experiencia hostelera de Juan José Campillo García y de la necesidad creciente de comidas elaboradas listas para consumir en una vida cada vez más acelerada. La empresa ofrece menús semanales totalmente caseros, que se envían directamente a domicilio y se piden a través de su web, con cinco primeros y cinco segundos para elegir que cambian de semana en semana. Cada semana se renueva el menú con primeros y segundos platos variados con legumbres, arroces, carnes y pescados. El factor diferencial de este negocio es la apuesta por el apoyo de un nutricionista, que les guía en la elaboración de propuestas equilibradas y ofrece la posibilidad de contratar sus servicios para diseñar un menú a medida de las necesidades del cliente que proporcione la empresa.

Aunque aún no cuentan con platos sueltos, próximamente incorporarán esta opción. Con lo que si cuentan es con opciones vegetarianas y veganas. En este sentido, Campillo apunta como su gran reto a futuro poder atender necesidades específicas como intolerancias o alergias, conviviendo con la limitación de trabajar todo en un mismo obrador.

LA GRANJA VICTORIA

En ‘La Granja Victoria’ (calle Hurtado de Mendoza, 8), la experiencia de años como asador se ha transformado en un festín de platos preparados listos para llevar. Con un repertorio que abarca desde ensaladas veraniegas y salmorejo hasta legumbres y sopas reconfortantes para el invierno, la comida se disfruta sin sorpresas, como recién salida de la cocina de mamá. Su variado surtido de platos ronda las 40 recetas que cada semana se traducen en 15 platos en el mostrador listos para escoger, recoger y llevar a casa.

Aunque tal y como afirma el gerente de ‘La Granja Victoria’, José Luis Jiménez Sanz, los conquenses siguen siendo mayoritariamente carnívoros, la oferta vegetariana y vegana está siempre disponible. El propietario de este negocio recalca que es precisamente el público joven quien reclama más platos sin carne. Tras el mostrador, la variedad de platos permite combinaciones para todos los gustos y apetitos, a precios que abarcan desde los 3 euros por plato y los 10 por el menú completo en función del tipo de ingredientes que lleven.

COMIDAS NATU CUENCA

Nelu Retegan abrió junto a su mujer Crina Retegan ‘Comidas Natu’ (Avenida Reyes Católicos, 52) hace apenas dos años con la idea clara de dar respuesta a la necesidad de tener comida casera lista para llevar. Con menús que incluyen primero y segundo por 8,80 euros, su propuesta abarca desde platos populares como la paella mixta, que se postula como la estrella indiscutible del menú, hasta guisos, legumbres y pasta, sin olvidar un guiño a la gastronomía rumana con los tradicionales sarmale, que tienen sus fieles los sábados. Los Retegan ofrecen un variadísimo menú con 15 primeros y 15 segundos que cambian todos los días

Con el objetivo de satisfacer la demanda de su clientela que, en muchos casos llega directa tras la jornada laboral, en el negocio habilitaron la opción de reservar vía WhatsApp para asegurarse su tupper. Los menús se adaptan a la estación, con platos de cuchara , más contundentes, en invierno, y algunos más frescos como las ensaladas en verano. A pesar de que Retegan asegura que la mayoría de los conquenses prefieren los platos a base de carne, siempre contemplan algunas opciones vegetarianos y veganas en el menú, también adaptado para intolerancias, así como con opciones para quienes buscan platos algo más saludables. Los postres, en cambio, son territorio goloso: caseros, contundentes y pensados para darse un capricho dulce tras el menú.

CASA AMPARO

En ‘Casa Amparo’ (Avenida del Mediterráneo, 17), la cocina de siempre se mezcla con la practicidad de los tiempos modernos para llevarse un menú completo de primero y segundo, todo hecho en casa con ese sabor de “como en casa de mamá”. La oferta cambia con las estaciones: en verano predominan los platos fríos como el gazpacho, mientras que en otoño triunfa la cuchara reconfortante. Todo se sirve listo para llevar y con instrucciones claras si hay que calentar.

En este negocio los menús completos rondan entre 8,50 y 10 euros, aunque tal y como dice su propietaria, Amparo Ros Canales, «no es lo mismo comerse un plato de sopa, que una paletilla». Para satisfacer los gustos de todos, Amparo señala que toda su cocina es saludable «porque la hacemos nosotros, casera» y que además incluyen alguna alternativa para vegetarianos o personas con intolerancias, adaptándose poco a poco a las nuevas demandas sin perder la esencia casera que lleva décadas haciendo de este negocio un punto de referencia en la ciudad.

LA QUE HA LIAO´ EL POLLITO

En ‘La Que Ha Liao’ el Pollito’ el recetario parece una mezcla entre la memoria de las abuelas y la carta de un restaurante viajero. Ahí conviven los pimientos del piquillo rellenos de bacalao, crujientes por fuera y cremosos por dentro, con una ensalada de pasta pensada para sobrevivir al calor. Cuando refresca, el cuerpo pide potaje, cocido o esas lentejas que no admiten un “no” por respuesta. Y en el terreno de los clásicos nacionales, la tortilla de patata tiene protagonismo propio: con cebolla, sin cebolla, entera o por cuartos, siempre lista para recordar que pocas cosas hay más democráticas que el huevo y la patata bien cuajados. Cada plato, de media, tiene un precio de 5 euros, por lo que componerse un menú puede salir por 10 euros más o menos.

El broche dulce llega con un tiramisú de receta maestra, flanes, natillas y hasta torrijas que aparecen sin esperar a la Semana Santa. Una oferta que se mueve entre la tradición y la comodidad, y que llega a la mesa con las instrucciones claras: calentar, servir y disfrutar.