Día Mundial de la Ópera: el idilio entre Cuenca y un género cada vez menos minoritario

Este género ha conseguido establecerse en la capital conquense todos los años con programación cultural y proyectos pedagógicos.

La ópera es un género que tiene 400 años de historia, el cual ha contribuido a desarrollar la tolerancia y la comprensión, a abrir mentes y a poner a las personas en contacto con las emociones universales. Existen diferentes tipos, desde la clásica, que representa una época dorada en la historia de este arte escénico; hasta la llamada «buffa», que significa «burla», que refleja el espíritu desenfadado y divertido de este género; así como la contemporánea, que incorpora una variedad de estilos y técnicas modernas abordando temas actuales.

Entre las más conocidas se encuentra la Traviata de Giuseppe Verdi o La Flauta Mágica de Mozart, algunos de los artistas más significativos de este género. La música y la interpretación forman una unión que hizo que la ópera celebre su día mundial cada 25 de octubre.

En Cuenca, el arraigo por este género comenzó a partir de 2012, según el director artístico de la escuela QNK Ópera y cantante, Carlos Lozano, con la actuación de ‘El pequeño deshollinador’. Desde entonces, el proyecto Cuenca Ciudad de Música comenzó a hacer producciones en la capital año tras año hasta llegar a las doce propias. Además de las actuaciones, los trabajos impulsaron un coro y una escolanía de ópera en la capital conquense.

Sin embargo, la pandemia de la Covid-19 «se llevó por delante el coro y la escolanía» por la falta de apoyo institucional, asegura Lozano. Aun así, las producciones de ópera continuaron realizándose en Cuenca, «tanto en la formación como en la producción» con QNK Ópera, también llamada Cámara de Ópera de Cuenca.

El objetivo, dice Carlos Lozano, es que Cuenca sea «como una ciudad de la ópera». En este sentido, recuerda que su proyecto ha traído, junto a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), cursos y talleres con artistas del mundo de la lírica, con el título «Los oficios de la ópera», para que la ciudad «tenga una escuela no solo de canto, sino de los temas que circulan alrededor de este género, como escenografía, iluminación, vestuario…». Pero también, tener una productora conquense de ópera. «Hay que invertir en el canto y la escena, y su centro sea Cuenca», subraya el cantante.

La ópera en la calle

QNK Ópera además realiza una programación anual en verano con producción realizada en la calle, concretamente en la Plaza de la Merced, que forman parte del programa que organiza el Ayuntamiento de Cuenca para las noches estivales. Esta representación con piano la llevan realizando desde el 2010, donde acoge a decenas de interesados por este género.

Lozano sostiene que también ofrecen una muestra internacional de canto lírico, en la que durante una semana realizan una serie de conciertos «que tienen que ver con el canto». Asimismo, este mes de noviembre comenzarán con el ‘Festival Mozart’, un ciclo dedicado a Fortunato Saiz de la Iglesia, sacerdote que fundó el Coro del Conservatorio de Música «y uno de los pioneros de la música coral en Cuenca», ha resaltado el director artístico.

El cantante asegura que «poco a poco» la ópera en Cuenca va teniendo su público. «Cuando hemos hecho conciertos en el Auditorio, 400 personas van», subraya Carlos Lozano. Además, cuenta que han lanzado el programa ‘Óperamigos’ «y hay mucha gente que quiere pertenecer a este nuevo proyecto».

«La ópera se entiende cada vez más, gusta más y son más exigentes con este género», ha destacado. Entre los títulos que más han gustado en la capital, el director artístico reconoce que La Flauta Mágica en 2014 ha sido uno de ellos, que además, dice, fue para celebrar el 20 aniversario del Teatro Auditorio.

Cuenca ciudad de la ópera

Carlos Lozano manifiesta que la capital conquense debería ser representativo en este género lírico. Destaca que la ciudad «perdió tener el Conservatorio Superior de Castilla-La Mancha y, ahora, la ciudad del cine se va para Toledo. Teniendo la referencia que une escena, con la Escuela de Arte Escénica, y música, que siempre ha sido capital de ello por su tradición, estaría bien que se intentara poner el foco de la ópera en Cuenca».

En su opinión, la ciudad debería albergar al menos dos producciones de ópera al año «hecha en Cuenca por gente de Cuenca, porque el 90% de nuestros músicos son conquenses». Además de fomentarlo en la ciudad, el objetivo también, en palabras de Lozano, es «exportarlo fuera», cuyas producciones ya han cogido carretera para representarlas, por ejemplo, en el Teatro Circo de Albacete.

«Este caldo de cultivo que ya tenemos hecho en Cuenca en cuanto a producción, y es una realidad, podría estar apoyado para que la ciudad sobresalga en algo», ha sentenciado Lozano.