«Desde que se anunció que estaba entre los diez finalistas del Planeta mi vida ha dado un giro de ciento ochenta grados»

Entrevista con la escritora conquense Ana Isabel Fernández

Ana Isabel Fernández es una pedernoseña que vive en Cuenca desde hace casi tres décadas y que ha sido noticia desde que su novela “El canto del grajo” fuera seleccionada entre las diez finalistas del Premio Planeta, el galardón mejor dotado y más conocido del panorama literario español. La obra de la escritora conquense fue seleccionada entre nada menos que 654 novelas que concurrieron a un premio que cumplía este año su septuagésima edición. Lectora compulsiva desde su infancia Ana Isabel afirma que esta novela supone un antes y un después en su carrera como escritora y que ahora tiene claro cuál es su camino y el recorrido que tiene por delante como creadora.

– Me gustaría empezar hablando por la aventura de presentarte al premio Planeta. ¿Cómo se le ocurrió presentarse al que es el premio literario más importante de nuestro país?

Se me ocurrió porque después de mis dos primeras novelas quise presentarla para saber si con esta estaba preparada para dar el salto definitivamente y para saber si puedo optar a algo más de lo que tengo. La mandé a valorar a algunos críticos literarios y me dijeron que tenía que enviarla sin dudarlo. 

– Más de 650 novelas han concurrido este año al premio y entre todas esas la suya fue escogida entre las 10 finalistas.

654 concretamente. De esas se escogen veinte novelas en un primer filtro, luego se pasan al segundo cribado y quedan diez, que son las que optan al premio Planeta y ahí fue donde conseguí colarme.

– La novela la firmó con un seudónimo que es Fermina Cobos. ¿Tiene algún significado especial ese nombre?

Me lo han preguntado muchas veces y sí tiene una explicación. Es el nombre de mi madre, que en realidad es Fermina Escribano Cobos pero del que yo escogí el nombre y el segundo apellido. Lo hice como homenaje a mi madre y qué mejor tributo que poner su nombre como autora del libro. 

“Ahora sé hacia dónde quiero enfocar mi carrera, que es hacia el género negro, sé que quiero hacerlo con todas las consecuencias”

– ¿Ser una de las diez elegidas de un premio tan importante como este qué supone para usted?

Para mí supone jugar en primera división, que tengo mucha más responsabilidad, que tengo que seguir esforzándome y sobre todo que desde que se anunció que estaba entre los diez finalistas del Planeta mi vida ha dado un giro de ciento ochenta grados. Ahora sé hacia dónde quiero enfocar mi carrera, que es hacia el género negro, sé que quiero hacerlo con todas las consecuencias y si tengo que dejar mi trabajo lo haré y tengo claro que tengo que aprender, perfeccionar y dar de mí todo lo mejor. 

– ¿Se va a editar la novela?

Durante 90 días la editorial Planeta tiene los derechos de autor, a partir de esos tres meses quedo liberada y puedo hacer lo que quiera con la novela. Yo espero que me la publique Planeta o cualquiera de sus filiales, pero hay que esperar. He fichado también por una agencia literaria que para mí es una de las mejores y tengo mucha confianza en cómo puede funcionar esta novela.

– Como nos comentaba este es un salto cualitativo muy importante en su carrera porque está empezando a profesionalizarse.

Exactamente, estar entre los diez finalistas, estar en esa gala con tantísima gente, con tantos grandes de las letras, que mi novela haya estado en las manos de gente como Juan Eslava o Carmen Posadas entre otros dice que mi novela tiene mucho potencial y tiene que estar en las librerías sí o sí. Además esto me da la seguridad de que estoy en el camino que siempre quise emprender.

– ¿Cómo definiría su novela, «El canto del grajo»?

No puedo desvelar mucho de lo que va pero sí puedo decir que es una novela de género negro, costumbrista, está ambientada en varios escenarios y son historias paralelas que se van uniendo entre sí. Es una novela a la que me he dedicado exclusivamente durante dos años, que empezó de forma casual buscando un principio para otra novela pero que se abrió camino inmediatamente. Esta novela es la primera que he escrito que tenía muy claro cómo quería que se titulara. Además el título tiene mucho significado. Mi padre murió hace 29 años y recuerdo que esa noche oí el sonido de una lechuza y luego un graznido de un grajo, yo tenía poco más de veinte años y no lo sabía, pero alguien dijo que mi padre no pasaría de esa noche porque esos eran pájaros de mal agüero. Aquello se me quedó grabado y por eso le he puesto este título a la novela, porque es el preludio de algo malo.

– ¿Entonces de un título nació la novela?

Sí, así es. Con las anteriores el título fue surgiendo según las escribía pero en esta ha sido totalmente distinto. Empecé por el título y fue fluyendo como si los protagonistas me estuvieran esperando desde hace tiempo, he disfrutado mucho escribiéndola.

“Le he puesto este título a la novela porque es el preludio de algo malo”

– ¿Hay algo autobiográfico en ella?

No, para nada, en ninguna de mis obras. Yo me alejo muchísimo de mis personajes porque no quiero que haya rasgos míos en ellos. Mis lectores, que cada vez son más, a lo mejor esperan encontrar algo de las anteriores novelas en esta pero no va a ser así, no van a encontrar nada porque me he alejado de mi anterior literatura.

– ¿Cuándo y por qué empezó a escribir?

Fue gracias a una profesora de literatura, una persona que llegó a mi pueblo aportando aires e ideas nuevas. No sólo daba clases si no que nos daba mucha libertad en sus clases. Había un armario viejo donde se guardaban muchos cachivaches y recuerdo que esa profesora abrió las puertas y nos pidió que escribiéramos una redacción sobre lo que habíamos visto en esos segundos en los que estuvo la puerta abierta y que cada uno escribiera lo que quisiera imaginar. Recuerdo que escribí por lo menos tres folios y desde entonces no he dejado de escribir.

– ¿Cuáles son sus escritores predilectos?

Me gusta toda clase de lectura pero si tengo que decantarme por un autor diría que Delibes me gusta mucho, también Cela. Y en novela negra Dolores Redondo es un referente para mí y también me gusta muchísimo Pierre Lemaitre, me apasiona cómo escribe. Poe también me gusta muchísimo y otros muchos más, pero mis principales referentes son Delibes y Cela.

“Es difícil hacerse un hueco en la literatura pero a mí me gustan los retos”

– Tiene usted dos novelas anteriores, «Cuando el cielo diga mi nombre» y «En sus ojos habitaba el miedo» ¿Qué puede decirnos de esas dos novelas?

La primera es una novela urbana con la que gané el premio Isla de las Letras, también es costumbrista porque es un género del que no quiero alejarme y está ambientada en la posguerra. La verdad es que nació sin ninguna pretensión y la escribí como homenaje a todas esas personas que nacieron en una época muy dura y que no tuvieron oportunidades. Luego quise experimentar con otro género que me gusta mucho, que es el suspense, y así nació mi segunda novela, «En sus ojos habitaba el miedo», que fue finalista del premio Arquero de Plata. Lo que pasa es que según la escribía me iba dando cuenta de que lo que me gusta es el género negro, que me tiene enganchada tanto como lectora como escritora.

– Estamos viendo muchas novelas que se ambientan en localidades pequeñas, con una reivindicación de lo local, de los pueblos. ¿Usted está en esa línea?

Por eso digo que mis novelas son costumbristas. Mi primera novela está situada en un pequeño pueblo de La Mancha. En la segunda me enfoqué más en la gran ciudad, pero en «El canto del grajo» he vuelto a mis orígenes, a lugares conocidos, pequeños. La novela comienza en un pueblo pequeñito de Valladolid inventado, lo que ocurre es que cuando invento un pueblo al final termina teniendo algo del mío, no sé si es una forma de situar a los personajes. De todas formas esto no va a determinar mi literatura, le puedo hablar de lo que está escrito hasta ahora pero no sé qué va a pasar en la próxima novela.

– Me dice que se ha decantado por el género negro, un género que goza de gran predicamento entre los lectores pero en el que hay una enorme competencia, hay muchos autores de primer nivel que se dedican a él y no es fácil hacerse un hueco en él.

Da vértigo, pero cada escritor tiene su propio ADN y no es igual a otro. Es difícil hacerse un hueco en la literatura pero a mí me gustan los retos y no me da miedo enfrentarme a que haya muchos escritores de ese género, lo que me daría miedo es no tener ideas para las próximas novelas y no es el caso.

– ¿Está trabajando ya en su próxima novela?

Sí, estoy muy emocionada con ella. Siempre busco superarme y no me paro, cuando termino una me pongo con otra, no espero a ver qué sucede. Los personajes ya los tengo muy definidos y me gusta mucho lo que voy escribiendo de ella.