Vecinos de Casablanca exigen soluciones «rápidas» para el edificio abandonado que ardió este martes

Los residentes han presentado numerosos escritos al ayuntamiento en busca de respuestas para solucionar la situación del inmueble desde 2010

La Asociación de Vecinos de Casablanca exige una solución «urgente y sin demora» para el inmueble situado en el Paseo de San Antonio, conocido popularmente como «la Pilarica», que salió ardiendo el pasado martes 3 de junio alrededor de las 21:00 horas. Ante el estado del edificio, que desde la asociación califican de «abandonado, deteriorado y ruinoso», solicitan públicamente al ayuntamiento «ayuda para mediar en este grave problema de la ciudad».

Años de deterioro, suciedad, focos de delincuencia y ocupaciones ilegítimas son las situaciones a las que los vecinos del barrio de Casablanca dicen haberse visto abocados tras haber informado al Ayuntamiento de Cuenca en numerosas ocasiones con «multitud de escritos y solicitudes» en los que se pedía la búsqueda de soluciones. Una situación límite que no solo provoca «mala imagen» en la entrada del barrio, según apuntan los residentes, si no que se ha convertido en un lugar a evitar por los vecinos, alarmados por «el mal estado del edificio», señalan.

Las primeras consecuencias visibles para el resto de la ciudad comenzaron hace un año, cuando parte de la cornisa del inmueble se desprendió «y una vez más no ocurrió una desgracia que podríamos haber lamentado al no pasar nadie cuando cayó», apuntan los vecinos del barrio. El suceso del incendio el pasado martes no es para los vecinos un hecho aislado, si no que, para los residentes, los hechos que en él se producen podrían ser «la clave de este incendio accidental». Según testimonios de los vecinos, las personas que ocupan ilegalmente este espacio usan velas como iluminación, «cosa que hace suponer el origen eventual del incendio, que por suerte no ha tenido víctima mortal que lamentar», destacan los residentes de Casablanca.

Entre las soluciones que han aportado desde la asociación se han presentado todo tipo de ideas, desde instar por parte del consistorio a los propietarios a derribarlo, declarar el inmueble patrimonio histórico o rehabilitarlo, hasta que sea el propio ayuntamiento quien lo compre para uso común; «cualquier solución que pudiera existir en tal de dar salida a un asunto en absoluto nada baladí», refieren los residentes.

A la luz de los últimos acontecimientos que para los vecinos son «un aviso continuo que viene dándonos el destino, de una sobrevenida desgracia sin víctimas mortales hasta ahora, afortunadamente», desde Casablanca solicitan al consistorio ayuda para mediar este problema que el barrio viene arrastrando «desde nada menos que el año 2010» y que según sus residentes deja un aspecto «tercermundista» a su barrio.