Los responsables de los seis proyectos de emprendimiento seleccionados a través del Programa Semillas han recibido ya su diploma acreditativo en un acto de clausura celebrado en el patio del Centro Joven en el que cada uno de ellos ha presentado las bondades de su iniciativa. Un evento que ha cerrado el alcalde, Darío Dolz, poniendo en valor todas las ideas y asegurando que “os vamos a seguir y vamos a estudiar cómo esos proyectos tienen futuribles, pues son ideas originales que destacan por sus valores de sostenibilidad, integridad, solidaridad, culturales…”
El concejal de Juventud, Mario Fernández, ha sido el responsable de iniciar el acto, exponiendo que durante los últimos meses estos emprendedores han recibido asesoramiento y acompañamiento para la puesta en marcha de sus iniciativas de la mano de un equipo técnico y formativo que les ha dado las claves para ello. “Con este programa queremos fomentar el espíritu emprendedor de nuestros jóvenes animándolos a hacer realidad sus proyectos, que aúnan determinados valores con un beneficio directo para la ciudad de Cuenca”, ha resaltado, y ha recordado que la presente edición ha podido ser más ambiciosa al ser incluida en las acciones de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI).
Omar Megina, Julián Soria de la Torre y Javier Marín han sido los primeros en exponer su modelo de negocio, denominado ‘Kilsy Case’ y que se refiere a la fabricación y venta de eco-fundas de móviles para colgar. Los tres jóvenes han incidido en los valores sostenibles de su idea junto con el objetivo de apoyar acciones sociales a través de los beneficios obtenidos.
‘La Sala Alta’ es el nombre que recibe la iniciativa de Santiago Cid, cuyo objetivo es recuperar la memoria artística conquense y evitar la pérdida de memoria colectiva de la ciudad a través de un proyecto que reúna un documental, web interactiva… compuestas por testimonios de los participantes y colaboración con instituciones como archivos, universidad, etc.
Por su parte, Isabel Navarro, Ruth Martínez, Rocío Romero y María Isabel Saez, de la Asociación de Síndrome de Down Cuenca ADOCU, son las responsables del programa ‘Aulas inclusivas’. La idea es crear un espacio dentro del aula para fomentar la diversidad e integración de Down de cara a la plena inclusión en edades adultas.
Marta Gigliutti ha presentado su iniciativa ‘Pasea, senderos saludables de Cuenca’, cuya base es una app con la que ofrecer rutas accesibles con lugares de interés, por lo que aúna salud, integración y fomento del turismo.
Por su parte, Céfiro Telas Aéreas, a cargo de Víctor Ortega Martínez, Carla Maeso y Raquel, combina entrenamientos físicos basados en fuerza y flexibilidad a través de dinámicas de entrenamiento funcional, yoga y acrobacia aérea. Un proyecto que ya tiene alianzas con institutos conquenses y con entidades circenses de otras ciudades como Madrid o Río de Janeiro.
Finalmente, el proyecto de Eva Guzmán, denominado ‘Cósimo Arte y Mediación (En) Mutación’, se basa en una serie de herramientas para que el arte se traduzca y contextualice, proporcionando un acceso real para todo tipo de público, a través de una experiencia participativa y lúdica.