Muere José Luis Álvarez de Castro, la coherencia frente al trasvase

Adiós al hombre que se plantó en las Cortes franquistas frente al expolio hídrico dimitiendo como presidente de la Diputación Provincial. Adiós al autor del lema 'Cuenca es Única' e impulsor de numerosos proyectos desde la Delegación de Información y Turismo

Este lunes fallecía a los 102 años -hubiera cumplido 103 el próximo diciembre- José Luis Álvarez de Castro. El hombre que da nombre a la calle que une Carretería con Colón fue el que en 1971 se opuso ante las Cortes franquistas al trasvase Tajo-Segura con tanta vehemencia como elocuencia y, tras la aprobación del proyecto, dimitió de los cargos de procurador y presidente de la Diputación Provincial de los que había tomado posesión apenas dos años antes. Un ejercicio de coherencia por el que a finales del siglo XX fue homenajeado por la Plataforma Cívica por Cuenca.

Unos años antes de su plante frente al expolio hídrico había acuñado el célebre eslogan «Cuenca es única» en el marco de su dilatada trayectoria en la Delegación Provincial de Información y Turismo, desde la que colaboró en iniciativas como la red de teleclubs rurales, el Museo de Arte Abstracto, la apertura de establecimientos hosteleros de vanguardia y la Semana de Música Religiosa.

Hombre de profundas convicciones religiosas católicas, tampoco estuvo vinculado a la otra gran y simultánea semana conquense, la Semana Santa. En 1992 asombró al auditorio congregado en la iglesia de San Miguel por un pregón que declamó sin papeles.

Puede resultar paradójico -o tal vez clarificador- pero este emblema del conquensismo no nació en Cuenca sino en Guadalajara. De hecho, hasta los 28 años no llegó a la capital de las Casas Colgadas, la que eligió como hogar para un familia numerosísima que formó con su esposa Conchita Bel.

Presidente también de la Caja de Ahorros en la transición de los años 60 a los 70 del siglo XX, fue autor de publicaciones como «Cuenca en Paz» (capítulo de «España en Paz»).

La ciudad conquense fue la meta ya definitiva de un zizagueante itinerario por España con hijuelas en Granada (tierra de la familia paterna), Castellón y León. En tierras granadinas y castellonenses trabajó como periodista en cabeceras como La Publicidad, Patria y Mediterráneo. Es en tierras levantinas donde compatibilizó el trabajo con el estudio por libre de la carrera de Derecho y, ya con el salvoconducto del título universitario, aprueba unas oposiciones del Estado que le acaban ligando a Cuenca en 1947.