Las auxiliares de enfermería de la residencia de mayores ‘Las Hoces’ se movilizan para reclamar refuerzos

Aseguran que un tercio de la plantilla "está en adaptación del puesto de trabajo, sin que la consejería de Bienestar Social haya incorporado personal de refuerzo para sustituirlas"

El colectivo de Auxiliares de Enfermería de la Residencia de Mayores ‘Las Hoces’ de Cuenca se concentrarán este miércoles, 9 de marzo, desde las 10.30 a las 11.00 horas ante las puertas de su centro de trabajo para «denunciar las condiciones laborales que soportan desde hace tiempo debido a que un tercio de las personas que integran la plantilla está en adaptación del puesto de trabajo, sin que la consejería de Bienestar Social haya incorporado personal de refuerzo para sustituirlas», según señala CCOO en nota de prensa.

“Si bien la posibilidad de tener una adaptación de puesto por razones de salud es un derecho previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y reconocido a las personas trabajadoras por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, si esos puestos no son reforzados con personal adicional, la carga de trabajo se traslada al resto de las personas del mismo colectivo”, indica Asun Hurtado, presidenta del Comité de Empresa de Bienestar Social-Cuenca.

En el caso de las Auxiliares de Enfermería de la Residencia ‘Las Hoces’ -todas ellas mujeres- su trabajo habitual consiste en cuidar de la salud y el bienestar de usuarios especialmente vulnerables y sensibles como son las personas mayores, máxime cuando la mayoría de los actuales usuarios de ese centro de la JCCM son grandes dependientes que necesitan mayor atención y el trabajo con ellas requiere un gran esfuerzo físico. De hecho, «la inmensa mayoría de las adaptaciones de puesto de trabajo en la residencia de mayores ‘Las Hoces’ han venido derivadas de lesiones musculo-esqueléticas y de otras enfermedades profesionales provocadas por el trabajo habitual que realizaban las personas afectadas», señalan.

Estas mismas fuentes apuntan que «a medida que a estas trabajadoras se les ha ido reconociendo la adaptación del puesto, sus compañeras han tenido que asumir el trabajo que ellas dejaban de realizar; atendiendo a más usuarios, multiplicándose la exigencia física y psíquica hasta el agotamiento; generando un enorme malestar en el colectivo y un mal ambiente de trabajo que repercute también en su salud».

“Se ha reclamado en reiteradas ocasiones una solución permanente a esta situación en todas las esferas correspondientes de la Administración, en sucesivas reuniones del Comité de Empresa de Bienestar Social de la provincia de Cuenca, con la presentación de escritos… Y no se ha obtenido una respuesta satisfactoria. Por eso, mañana saldrán a la calle, porque su situación es ya insostenible.”